Capitulo 45

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Capítulo 45

Punto de vista de Adam.

Mi chica termina de abrocharse la blusa y yo sonrió con picardía. Estábamos por salir, pero luego ninguno de los dos podía sacar las manos de nosotros. Así que luego de dos horas, ya estamos listos.

—Mejor ni te acerques, Adam.—Me advierte ella y yo río.
—Eres irresistible para mi.—Admito y ella ríe.

Tomo su mano y salimos de casa, caminamos hacia mi auto y le abro la puerta, la ayudó con el cinturón , luego rodeó el auto y me pozo en mi lugar.

Me detengo fuera del local. Miro a Bella, ella parece pensativa, admito que me da terror verla pensativa. Siempre tengo esa duda sobre si ella va a cambiar de opinión sobre nosotros.

Desde que dimos el comunicado oficial, todo se ha revolucionado.

Los que la odiaban, ahora la odian más.

Los que les daba igual, ahora la odian.

Las que pensaban que esto iba a ser de momento, la odian.

Y las que le gustaba nuestra relación, siguen queriendola...pero otras también la odian.

Cuando me meto a twitter, busco Badam en el buscador y veo todos esos comentarios sobre nosotros, sobre ella, sobre nuestro hijo.

No me cabe como la gente puede hablar a la ligera del tema del bebé. Saben que hace mal, pero aún así, esas mismas personas que dicen amarme, lo andan usando como arma contra mi novia.

He pedido que la respeten y a cambio, únicamente he recibido mensajes de que sin ellas no era nadie. Pero se equivocaban. Sin ellas era Adam. Con ellas era el Adam que había cumplido su sueño. Sé que les debo todo, sé que ellas me quieren y no quieren que salga lastimado. Pero lastimar a quién amo no iba a solucionar nada. Sólo me lastimaban a mi.

No es como si Bella fuera mala con ellas, como si me prohibiera abrazarlas o sacarme fotos. Como si me pidiera que mantenga la distancia. Ella era perfecta en ese sentido, a ella no le molestaba.

—¿Bajamos?.—Pregunta mi prometida. Yo asiento, bajo del auto y lo rodeó para abrirle la puerta. La ayudó a bajar y pasando un brazo por su cintura, camino con ella hasta dentro del local.

Una vez dentro, doy mi nombre a la recepcionista e inmediatamente nos hacen pasar.

Hoy es la prueba del pastel de bodas. Teníamos algo en mente, ambos queríamos crema y ambos sabíamos que queríamos frutillas. No iba a ser muy difícil la elección.

Nos indican que debemos sentarnos, entonces le corro la silla a mi futura esposa y luego me siento.

Luego de probar varios pasteles y algunas variantes, hemos elegido. Cuando salimos del lugar, resulta que hay algunos fans y un poco de fotografos. Suspiro y sin soltar la mano de Isabella, me tomo algunas fotos. Ella por desicion propia no salía en ninguna y cuando le pregunté porque ella respondió.

«Ellas luchan por una foto perfecta contigo»

Una sola chica ha rogado que ella salga en nuestra foto, luego, le dijo algo en el oído y le entregó un papel. Ella lo miro confundida y asiento.

Seguimos caminando hasta llegar a mi auto. Le abrí la puerta y la ayude a subir, entonces una de las chicas me pregunto si podíamos tomar una foto de todos juntos y asenti. Bella se ofreció a sacar la foto, así que nos ubicamos y con su teléfono la tomo.

—Luego la público.—Dije y ellas gritaron. Me permití darle un abrazo a cada una. Eran unas diez o quince personas.

Cuando subí al auto, tome el teléfono y mire la notificación.

Amor

*imagen*

La miro y sonrió, si mis fans conocieran a Bella sería muy fácil para ellas ver porque la amo con tanta intensidad que quiero hacerla mi esposa.

Miro el papel que ella tiene en sus manos.

—¿Qué te dio?.—Pregunto y ella me mira.
—Me dio una carta.
—¿Puedo leerla?.—Pregunto y ella se encoge de hombros.
—Aún no la he leído.
—Bueno, ¿Qué tal si vamos hacer nuestro picnic y luego leemos allá?
—Me parece bien.

Pongo un mechón de cabello detrás de su oreja y beso su boca de  forma lenta. La amo. Y me cuesta no demostrarlo. Tomo la carta que ella tiene en manos y la abro.

Isabella, mi nombre es Gemma, tengo veintiún años. Comprendo tu dolor, comprendo lo que se siente perder un hijo. Yo lo he vivido. Me quedé embarazada de mi novio a temprana edad. No tuve la suerte de que mis padres me apoyarán, lamentablemente necesitaba que mi mamá me diga que todo estaría bien. Pero nunca fue así. Por suerte, conté con la ayuda de Chris, mi chico. Fue difícil, su família a pesar de no estar muy feliz se portó muy bien. Éramos dos niños que habían cometido un error, pero aún así, nos encariñamos con el bebé. Era nuestro. Teníamos miedo, nuestro futuro era borroso, pero lo único que veíamos era a nuestro hijo. Los nueve meses pasaron. Entonces el quiso salir. Hubo una complicación, su cordón se enredó y el falleció. Di luz a mi bebé muerto.
Nunca nada ha dolido tanto como eso. Nunca nada se sintió tan mal. Jamás creí que sentiría un dolor así. Necesitaba a mi madre, quería un abrazo de mi padre, pero nada de eso vino. No voy a mentir, quise quitarme la vida en múltiples ocasiones, no podía vivir con tanto dolor en mi.
Chris no me dejo, el luchó por los dos. Estaba muerta en vida. Esa es una definición muy apropiada. Lo estaba perdiendo, me estaba perdiendo, entonces me presento una banda que escuchaba su banda, tenía lindas canciones pero una en particular me hizo levantarme. No era mi momento, mi vida seguía y debía aprender a vivir con el dolor. Y así vivo hoy en día, han pasado años y aún no me olvido de mi pequeño, duele pero ya no como antes. Sigo con mi Chris, mi talismán, mi roca.
Sólo quería contarte mi historia, gracias por leerla.
—Hannah Blake.

Respiro hondo y miro a Bella, tiene su mirada fija en un punto y su mano sujeta con fuera la mía.

—Que suerte de que ella tenga a Chris.—Susurro por fin.
—¿Están bien?.—Susurro algo preocupado.
—Lo estoy.—Susurra y me la quedo mirando.—De verdad, lo estoy. Me siento bien.
—Eso espero.
—Perdí a mi bebé, si. Pero no estaba sola, tenía a mi familia y te tenía a ti. Ella sólo tenía a su novio. Por más que me cerré a todos excepto a ti, mis padres estaban. Ella no tuvo esa suerte.
—Creo que ambos nos cerramos. Yo no hable con nadie de mi dolor, quería intentar ser fuerte para ti. Cuando estaba solo, lloraba. Me sentía mal por no haberlo impedido.
—No estaba a tu alcance.
—Sentí que irme de tu vida iba a ser lo mejor. Iba hacerlo, Bella. Estaba decidido, no ibas a tener que aguantar más toda esa carga extra.
—No.—Dice en un susurro, dolida.
—Pero luego vi tus llamadas. Cuando te vi en la cama, sentí que me moría.
—Adam nada ha sido tu culpa.
—Lo se, ahora. En ese entonces no. Creí que todo era mi culpa. Que había arruinado tu vida.
—Ni de broma Adam.
—Te amo princesa.
—También te amo...gracias por no irte.—Susurra abrazandome. Me tiro sobre el pasto de espalda con ella sobre mi. Le sonrió y beso sus labios.
—Cuento los días para verte caminando con ese vestido hacia mi.
—Ya no falta casi nada.
—Nunca el casi se me hizo tan eterno.

Strong [The King. 1/4] Borrador Where stories live. Discover now