- La vida no siempre la das tú.

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Nuestra rubia amiga se encontraba ahí, sentada en lo alto de un arbol ya llevaba días sin volver al gremio, la responsabilidad era mucho para ella, no deseaba quedar sin dinero por pagar tantos destrozos que provocaba para eso estaba Yokohina, eso decía y pensaba la rubia. No consta decir que hasta su novio o hermanos no sabían donde se encontraba en todos estos días.

— Quiero aventura...— susurro mirando con aquellos ojos de orbes casi blancas al cielo que se mostraba con indicios de lluvia que pasa suerte de la maga no tardo en comenzar a caer. Esta inmóvil, solo seguía y seguía mirando al cielo como su esperase algo que en algún momento ocurriría pero nada, las simples cristalinas gotas de agua que chocaban con su rostro y confundías las traicioneras lágrimas que sus ojos no pudieron guardar. No lo resistía más, había aguantado el llanto por mucho tiempo en especial al dar la muerte de su padre, el hombre que la cuido los pocos años que vivió con él y su madre. Se desahogaba. Siempre supo que su corazón era en parte débil, no importaba cuanto lo ocultara para ella siempre estaban a la vista aquellos puntos que le causarían tantos dolores e inseguridades, los llevaba contados y examinados. Trato de secar y parar las lágrimas pero no había caso alguno, su rostro podría parecer sereno y tranquilo pero siempre era delatado por aquellas traicioneras gotas cristalinas que caían de sus bellos ojos.

Bajo de un salto aun con el corazón en mano y llorando, ahora se detenían lentamente las lágrimas, caminaba sin dirección solo deseaba seguir para finalmente tratar de llegar a el final del camino, su camino pero algo lo tenia demaciadi claro, su final estaba demasiado lejano aun, no había vivido o encontrado lo que ella buscaba, el amor estaba, la alegría también pero realmente que era lo que le hacia falta, una pelea se cuestionó pero no, no lo era. Siguió caminando, ya estaba más tranquila y las lágrimas habían parado, nunca le había gustado que la vieran llorar, lo odiaba ya que era su parte más debil, eso creía, pero cada día eso cambiaba, llorar no te hacia débil, eras fuerte o eso le demostraban sus amigos y conocidos.

Unos sonidos de los arbustos le llamaron la atención colocándola alerta. Dirigió su mirada al lugar de donde provenía aquel sonido que al acercarse se convertían en quejidos, término por acercarse aun más y quedo en shock, una joven... Se veían algo mayor que la rubia, su cabello era rubio de igual color, sus ojos purpuras llenos de lágrimas, sangraba. Lucy se acerco a ella.

—¿Estas bien?— preguntó con un notorio tono de preocupación, coloco a la cabeza de la joven en sobre su abrigo que segundos antes obviamente se lo había sacado. Noto que algo se acercaba, más buen alguien, aunque se escuchaban muchos pies, eran muchos calculo unos 7 u 8 no eran muchos para ella.

— Nikko... Quieren...— dijo con voz cansa y con la respiración entrecortada, estaba muy herida pero a algo se aferraba, eso lo noto desde antes, pero no alcanzaba a ver nada por la capa que la cubría por completo.

Lucy se levanto esperando a todo el que viniera, concentrada, esperando cualquier ataque. Silencio, solo silencio hasta que comenzaron a llegar, tres por la derecha otros tres por la izquierda y uno frente a ella, se podría deducir que era el jefe. Le quedaron viendo pero al notar a la mujer acostada detrás de la rubia, iban a atacar y era obvio que no solo ellos.

El hombre frente a la maga trono sus dedos para luego dirigirle una mirada amenazante a Lucy pero el que se estremeció fue el al notar que los ojos de la maga estaban casi penetrandolo por completo, y eso solo con una simple mirada. Iba a comenzar a hablar pero se trago sus palabras, las iba a pensar mejor. Miro a sus hombres. Saco un papel de si bolsillo derecho de la chaqueta de cuero que traía sobre él, se lo mostró a la rubia que examino lo poco y nada que se veía en este. Estaba claro eran de un gremio oscuro pero porque buscaban ahora a aquella joven se cuestionó Lucy algo desconfiada de aquel papel.

El secreto de Lucy Heartfilia -Fairy tailDonde viven las historias. Descúbrelo ahora