La heredera de Voldemort .

El Ejercitó de Dumbledore.

No le puse atención a las clases, mi mirada sólo estaba fijada en Draco, ver una sonrisa en su rostro me rompía un poco mas ¿Acaso yo no le importaba?
Las lágrimas querían salir pero estaba a mitad de clase de Historia de la Magia, no podía llorar.
Eso pasa cuando andas de puta
Hace mucho que no escuchaba tu voz ¡Creí que habías muerto!
Solo no me habías necesitado...
Suspire, algo no estaba bien en mi.
Al terminar historia de la magia camine a la mesa de Harry, tenía que seguir con el plan después de todo.
-Potter, recuerdas como me habías descrito el lugar de tus sueños- Potter asintió-  Creo que se algo, aunque no estoy muy segura...
-Chicos- llegó Hermione emocionada- Neville encontró un lugar- Lo de las clases de DCAO iba muy enserio, acepte aunque sabia como iba a terminar todo esto.
Caminamos hasta la sala de Menesteres, donde había una pequeña junta con los que estarían en el "Ejercito de Dumbledore" todos se sorprendieron al verme entrar, al parecer nadie esperaba a una serpiente.
-Gracias por venir- dijo Harry y comenzó a dar una charla sobre el ministerio y mi padre haciendo que todos firmaran el pergamino encantado por Hermione y es que quien no supiera que estaba encantado es que no conoce a Hermione en lo mas mínimo, era una chica lista lo tengo que admitir.
Harry me acompañó a las mazmorras.
-He escuchado algo sobre atacar a Sirius- dije algo nerviosa- Pero no estoy segura.
-¿Sirius?- preguntó algo nervioso y confundido- Es imposible el esta escondido.
-Ya vez como es tan rara la vida- me encogí de hombros- En fin, Gracias por acompañarme - sonreí y le di un beso en la mejillas -¡Ten cuidado con ese maldito Poltergeis!
Harry sonrió por la forma en la que me había expresado de Pevees.
Los días pasaron hasta que llego Navidad y esta vez me quedaría en Hogwarts, aunque este año estaba ansiosa por volver con los Malfoy no seria así, me quedaría a ver como la cara de sapo tomaba el poder de este lugar y como Dumbledore aceptaba.
Las clases de DCAO habían tomado un descanso pues la mayoría iría a casa incluyendo a Harry.
El plan estaba funcionando tal y como se esperaba, no había errores, Harry confiaba en mi y Umbridge confiaba en Draco, solo faltaba poco para que Harry fuera al Ministerio y se encontrará con los mortifagos y con mi padre.
Me sentía culpable, no era mi idea favorita ayudar en un asesinato, pero ¿Que opción me quedaba? Era matar o morir.