La heredera de Voldemort .

Solo tu y yo.

No le hablé a Draco durante días.
-Draco, ____- se escuchó la voz de mi padre- ¿Reconocen a este chico?
¡Harry Potter! Claro que lo reconozco, está golpeado e hinchado de la cara pero era inconfundible, mire a Draco suplicando por su silenció.
-¿Lo reconocen?- pregunto Lucius, negué con la cabeza seguida por Draco, suspire de alivió.
Los mortifagos se lo llevaron a donde estaban Mayo y los demás, cerré los ojos hasta que escuche un grito desgarrador, era de Hermione.
Una sangre sucia en una casa llena de mortifagos era como aventarle un ratón a la boca de un Tigre.
Abrí los ojos y vi a Bellatrix sobre Hermione y escribiendo algo con su cuchillo.
¡Paren por favor! Mire a Draco, estaba más pálido de lo común, lo abracé, no soportaba ver a una persona brillante ser mutilada de esa manera, un grito más agudo salió de los labios de Hermione haciendo que apretara mas a Draco y las lágrimas tocarán mis mejillas ¡Era horrible! Suspire ¡Que digo horrible! Es ¡Espantoso, Aterrador, Catastrófico! Hermione dejo de gritar y yo solo imaginé lo peor, solté a Draco y abrí los ojos, Hermione estaba siendo llevada con Harry y Ron.
Caminé a mi habitación, no me sentía bien.
-___- dijo Draco detrás mío- ¿Estas bien?- Asentí con la cabeza.
-Lamento haberte dicho todo lo que dije ese día- suspire- Me sentía mal, enojada y frustrada- mire al piso- No soporto la idea de ver a buenas personas ahí abajo ¡Atrapadas!- mire a Draco- sin poder hacer nada.
-Lo entiendo- dijo con un susurro- Nos iremos de aquí.
-¿Cuando?- pregunté.
-Cuando todo esto termine- dijo Draco.
-¿Y si no termina?- las lágrimas querían salir otra vez.
Últimamente lloraba mucho, tal vez era momento de poner mi propia compañía de agua, me haría millonaria.
-Mientras Potter viva- suspiro- Tenemos una esperanza.
Era increíble escuchar a Draco decir eso, jamás creí que Draco lo dijera.
Sonreí de lado, Draco tenía esperanza aún tenía una luz dentro de el.
-Solo seremos tu y yo- sonreí y el me abrazo, como cuando aún estamos dos críos que corrían en los pasillos de Hogwarts.- Te amo.
-También te amo- beso mi frente- Mi niña.
Estaba perdídamente enamorada de el y de todos sus defectos, de sus virtudes y de todo el, me encantaba la forma en la que me miraba, en la que pedía perdón aunque casi no lo hiciera, me enamoraba con un gesto y pestañeo, con su forma de hablar, su forma de decirme te amo. Todo el era perfecto, incluso era más perfecto que yo.