La heredera de Voldemort .

La muerte de Dumbledore.

Hoy es el día.
Todo está listo.
No la cagues.
Sigue las instrucciones.
Hoy te conviertes en asesina.
Me desperté y fui al baño, tenia miedo, mucho miedo.
Draco preparó todas las cosas, pues seguía siendo su misión, yo me escondería en la Torre de Astronomía por si Draco necesitaba ayuda.
Las clases, ni siquiera fueron importantes no pude concentrarme, el día pasó rápido y cuando menos me di cuenta ua estaba escondida en la Torre de Astronomía, Draco estaba arriba con Dumbledore y Harry Potter estaba analizando todo.
Harry saco su varita y apunto a Draco.
-No voy a dejar que lo hagas- levante mi varita y apunte a Potter.
-¡____!- dijo sorprendido-¿Que estas haciendo?
-¡Baja la varita, Potter!-dije con autoridad- ¡Se usar el hechizo!¡Baja la maldita varita de una vez!
Harry cambio la varita de posición, Ahora me apuntaba a mi.
-¡Siempre fuiste tú!- me reprochó Harry y las lágrimas comenzaban a salir de mis ojos.
-¡Que inteligente!- dije con sarcasmo.
-¡Esas lágrimas te delatan!- susurró- ¡Tu no quieres hacer esto!
-¡Tu no sabes lo que yo quiero!- le grité, el profesor Snape nos miró y nos ignoro para seguir subiendo, tenía miedo.
Los mortifagos ya habían llegado, esto estaba a punto de ponerse feo.

El profesor Snape miro a Dumbledore.
-Severus por favor -susurro Dumbledore.
-Avada Kedavra- dijo Snape mientras el cuerpo de Dumbledore caía sin vida, volteé a ver a Harry pero ya no estaba.
-¡Vamonos!- dijo Bellatrix, asentí con la cabeza y los seguí.
Dumbledore estaba muerto.
No lo podía creer.
Los mortifagos comenzaron a destruir el castillo, destruían mi hogar y yo no hacía nada, tenía miedo ¿Que podía hacer?
Al llegar a la entrada del bosque prohibido Harry salió por detrás y atacó a Bellatrix, las lágrimas salían de mis ojos.
No quería ver a Harry muerto, no quería morir, no quería que mataran a Draco.
Mi vida era un completo caos.