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Pipipi

— Estúpido despertador, porque tubo que existir — bueno ya me estáis viendo soy muy maja con mi querido despertador que me jode el sueño.

— Nicky arriba o si no voy yo a levantarte — y esa era mi madre pegando gritos a las siete de la mañana, no se como puede sacar tanta energía de donde yo no la tengo — Nicky Thompshon como no te levantes ahora mismo pienso ir y levantarte de la pero manera que existe en el mundo.

— Que ya voy, joder — Y si por la mañana tengo un humor de perros, pero que se le va hacer, yo soy así.

Me levanto al modo zombie, pero consigo levantarme de mi cómoda cama y me visto con unos pantalones negros largos rotos por las rodillas y una camiseta azul fuerte. Y me siento en la silla del escritorio, y me arrastro con ella hasta el escritorio, y os preguntaréis. Como es que tu no bajas al salón. Pues creo que no sabéis mucho de mi vida, bueno mi sueño en si es poder ser locutora de radio, y trabajas en una de las radios más importantes de aquí de Madrid, y bueno no me enrollo más.

— Hola a todos los que estáis aquí, bueno no hace falta presentarme ya creo que me conocéis todos, pero me presento igualmente. Hola, yo soy radio rebelde y os ayudaré con los problemas que tengáis, bueno haya vamos. Bien ya tenemos a un oyente. Hola en que puedo ayudarte.

— Pues me gustaría regalarle algo muy especial a mi novia por nuestro aniversario, pero no se el que y además soy un patán para los regalos — dijo suspirando.

— Pues lo que puedes hacer es regalarle un ramo de rosas, o de sus flores favoritas, y que le gusta en si? — pregunte al chico de la otra línea.

— Los osos de peluche, son sus favoritos — dijo y pude notar como sonreía.

— Pues ya lo tienes, váis a un parque de atracciones, y la invitas al juego del tiro al globo y si lo consigues, le regalas un oso de peluche de esos tan grandes — dije moviéndome por mi habitación ya que tenía el micro ese con el que te puedes mover sin utilizar las manos, bueno creo que me entendéis.

— Dios, muchas gracias radio rebelde, me has salvado — dijo muy animado.

— De nada, y que lo paseis muy bien en el parque de atracciones, y feliz aniversario.

— Gracias — dijo el chico y colgué y atendí otra llamada.

Bueno y en si esto es lo que hago ayudo a las personas con problemas amorosos, o simples problemas. Y así fue transcurriendo la mañana, y cuando me di cuenta de la hora me despedí de la chica de la otra línea, y baje abajo a desayunar.

— Hola mamá, buenos días — dije cuando pise el último escalón.

— Hola hija, buenos días — dijo mi madre, se dio la vuelta ya que estaba de espaldas.

— Pero que es eso que llevas puesto en la cara mamá — pregunte algo asustada al ver a mi  madre con lo que parecía una mascarilla verde, que daba bastante asco.

— Oh, esto es una mascarilla rejuvenecedora — lo que me presentía.

— Bueno mamá me voy al instituto que no llego — dije cogiendo mi mochila y el móvil.

— Te puedo llevar yo si lo prefieres — y como no aquí está mi padrastro. Si habéis leído bien.

— No, no hace falta ya me voy caminado, adiós mamá, adiós Javi — dije despidiéndome de los dos.

Bueno os contaré un poco. Cuando yo tenía por lo menos unos 12 años mis padres empezaban a discutir, y mi padre pues padecía de una enfermedad, de cáncer, yo estaba muy unida a mi padre el siempre me enseñaba todo lo que se tratara de la radio. Él era locutor de radio y me acuerdo que me invitó a ver cómo era el set, era enorme, y pues siempre que mi padre se iba a la radio pues yo como muy buena hija que era (notar la ironía) le acompañaba y daba un par de consejos, era muy feliz con mi padre el siempre me a ayudado en todo y aún me acuerdo de la última palabra que dijo antes de irse al cielo. "Nicky, hija mía, mi princesita quiero que cuides de tu madre, y que cumplas tu sueño, y que no dejes que nadie te quite tu sueño, que seas feliz, y lo mas importante no dejes que nadie te derrumbe y que encuentres a tu medía naranja, que te enamores. Te quiero mucho Nicky, cuida de tu madre y dile que la quiero mucho".

Y esas fueron sus últimas palabras cundo escuche el sonido del adiós, ese sonido al que todos tenemos miedo, miedo al irse del mundo.

Alguien me saca de mis pensamientos abrazándome por la espalda.

— Hey Nicky que tal — pregunto mi loca amiga Madison García o como le tienes que llamar Mady, o si no tendrás consecuencias muy graves.

— Bien.

— Tía has escuchado a radio rebelde — si como podéis ver no le e dicho nada a mi mejor amiga he única amiga, y no se si contarle la verdad, y que me odiaría eternamente o saltaría cual loca fan por abrazar a su ídolo y diría todo lo que admira a radio rebelde. Y diría tus padres lo saben. No, tampoco lo saben, y si os digo una cosa mi padrastro es el que lleva la radio más importante de Madrid.

Slam fm.

Me encantaría poder formar parte de esa radio.

— Hola llamando a tierra Nicky sigues ahí — dijo Mady moviendo su mano delante de mi cara.

— Perdón estaba metida en mis pensamientos — dije sin darle importancia.

— Si, claro, estabas pensando en tu amor, Daniel Oviedo, verdad — sí, ella sabe que estoy enamorada de Daniel, y ella pues esta hasta las trancas de el hermano gemelo de Daniel, Jesús Oviedo. - hoy vamos a escuchar a radio rebelde en mi casa.

— Ehh no puedo, tengo comida familiar — dios menuda mentira acabo de decir.

— Mentira, venga Nicky, por favor — dijo poniendo ojos de cachorro.

— Pfff, vale — dije alargando la "e".

— Sii, pues te vienes a las cinco en punto, y no faltes que si no voy a tu casa y te llevo a rastras — dijo señalando me con el dedo.

— Vale, vale, agresiva.

— Pero me quieres.

— Pues, si, jaja.

Fuimos entrando ya a la cárcel, o como más conocido, el instituto. Noté que alguien se chocaba conmigo.

— Lo siento, no miraba por donde iba — dijo esa voz que me tiene enamorada desde hace dos putos años.

Radio Rebelde {GMLRS} EDITANDO Where stories live. Discover now