¿Quien es radio rebelde?
¿Quien es la chica que está al otro lado de la radio?
Todos decían quien era, pero yo lo ocultaba, no quería que supieran quien es radio rebelde, pero lo que si se es que esto me va a cambiar la vida de una manera que no se...
- Mamá tranquila todo va a salir bien -y aquí estoy ayudando a mi madre a ponerse el vestido de novia - Voy a ver como va papá.
Hoy todo el mundo esta que no esta.
Llego a la habitación de mi padre, sí ellos creen que verse antes de la boda trae mala suerte. Entro en la habitación y me quedo parada, nunca había visto a mi así a mi padrastro, siempre llevaba pantalones tejanos.
- Vaya, te veo diferente, yo creo que hasta vas a enamorar más a mi madre de lo que ya está - dije y soltó una carcajada.
- Gracias, y yo pensaba que me odiarías para siempre.
- Ya, pero mira tengo que aceptar a la nueva pareja de mi madre, y aunque mi padre muriera siempre lo tendré en mi corazón - y en ese momento se me calló una lágrima, lo echo tanto de menos.
- Lo siento tanto Nicky, pero te prometo que seré el mejor padre - dijo y me abrazó.
- No hagas promesas que no vas a poder cumplir - me separe de él y mire la hora en el reloj de mi muñeca - Solo faltan treinta minutos para que empieza la boda, me voy a poner mi vestido, adiós - me despedí de mi futuro padre y salí dirección a mi habitación a ponerme el vestido que me había comprado mi madre.
Yo no soy de ponerme vestidos, son muy incómodos pero sí no me lo pongo mi madre me mataría, aunque en verdad me gusta el vestido que me a elegido para mi.
Me lo pongo y me miro al espejo. Es sencillo, de color lila fuerte con vuelo.
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Me pongo los zapatos que también me compró, y como toda madre me a pedido que fuera la dama de honor, y también que llevara los anillos.
- Nicky estas lista, tenemos que sal... Wow estas increíble - dijo mi padrastro cuando abrió la puerta.
- Gracias, y sí estoy lista, solo tengo que coger los anillos y ya está - voy a la mesita de noche donde están los anillos.
- Bueno pues vamos, ya me han informado que tu madre está camino a la iglesia - dijo y a lo que no paraba de arreglarse la corbata.
- Tranquilo, todo saldrá bien, mi madre te ama - dije y salimos de mi habitación y nos montamos en un coche que habían alquilado para llevarnos a la iglesia.
(...)
Y por fin llegamos a la iglesia después de diez minutos. Salimos del coche y no podía describir como estaba mi padrastro en estos momentos.
- Tranquilo, todo saldrá a la perfección, nada saldrá mal - pero algo me decía que no todo iba a salir como es debido.
- Sí es verdad, todo saldrá bien, ¿tienes los anillos?
- Sí los tengo aquí mismo - dije señalando mi bolso.
Caminamos hasta la puerta, y mis nervios se pusieron en alerta, ahora era yo que estaba de los nervios. Rodee mi brazo con el de mi futuro padre y en nada las puertas se abrieron dejando paso. Entramos y toda la gente se puso en pie, ahora estaba mucho más nerviosa que antes, llegamos al altar y me solté de su agarre.
