Eres Mi Debilidad. (Toshiro X Karin)// ACTUALIZACIONES LENTAS.

Capítulo 8.

PDV KARIN:

-¡Aquí!- le grité a mi compañero de equipo para que se diera cuenta que me encontraba totalmente sola. Hizo un pase largo y me dispuse a aumentar la velocidad para poder interceptarla a tiempo, por suerte, conseguí llegar en el momento justo y atrapé la pelota con mis pies. Continué corriendo dirigiendo la pelota con mis pies delante de mí, avancé sin dificultad alguna y me adentré en el campo del rival dirigiéndome a portería para marcar gol. Estaba a pocos metros de llegar a la portería cuándo un jugador del equipo contrario intentó quitarme la pelota derrapando con su pies en el suelo tumbando su cuerpo, conseguí reaccionar a tiempo gracias a mis reflejos y salté por encima llevándome conmigo la pelota. Aterricé en el césped y después de unos cuántos pasos chuté la pelota marcando gol dándole la victoria a mi equipo.

-¡Kurosaki-san, eres increíble!- mis compañeros de equipo vinieron a felicitarme por haberles dado la victoria al marcar el último gol.

-Sin vosotros no lo hubiese conseguido chicos.- les dije mientras les dedicaba una pequeña sonrisa.

Sabía perfectamente que la mayoría de los goles eran gracias a mí, pero aun así, ellos eran un pilar fundamental para el equipo y no me merecía llevarme todos los halagos.

-¿Es usted Karin Kurosaki?- un hombre de edad avanzada con un traje negro me miraba con una sonrisa esperando mi respuesta, justo detrás suyo habían 2 hombres mucho más jóvenes que él vistiendo el mismo traje.

-Sí, ¿le conozco?- le pregunté con curiosidad, ¿Quién diablos era?

-No, señorita. Usted no me conoce. Me llamo Toshi Aoyama y soy entrenador de fútbol profesional, un placer.- aquel hombre me tendió su mano para que se la estrechara, dudosa y sorprendida estreché su mano.

-Sí, un placer. Lamento ser tan directa, ¿pero podría decirme que asuntos tiene conmigo?- le pregunté mientras fruncía el ceño observando todos sus gestos.

-Eres observadora y precavida por lo que puedo comprobar.- aquél hombre no me inspiraba confianza alguna, y el simple hecho de que intentara ser simpático conmigo no me acababa de dar buena espina.

-Con todo mi respeto, señor...- entrecerré los ojos intentando recordar su apellido.

-Aoyama- el hombre de traje, bueno no, el señor Aoyama fue tan amable de decirme su apellido al darse cuenta de que no conseguía recordarlo.

-Eh sí, eso. Como iba diciendo señor Aoyama, déjese de palabrerías y vaya directo al punto por favor, no tengo tiempo suficiente para perderlo en un desconocido como usted.- él rió ante mis palabras. ¿Qué le hacía tanta gracia?

-Será mejor que sea directo con usted señorita, he podido comprobar que usted no es de tener buen temperamento.- hizo una pausa que solo ocasionó que mi ceño se frunciera todavía más.- En fin, permítame decirle que la he estado observando desde hace un buen tiempo y me gustaría que trabajara en mi nuevo equipo y-

-No gracias, no me interesa.- le interrumpí antes de que continuara hablando. No me interesaba en lo más mínimo cambiar de equipo, yo estaba perfectamente bien con mi equipo actual.

-Pero ni si quiera me ha dado la oportunidad de terminar de explicar.- me reprochó el señor Aoyama, podía notar como poco a poco la vena a un costado de su cuello comenzaba a hincharse, dando a entender que poco a poco se le estaba acabando la paciencia.

-Lo lamento pero no me interesa cambiar de equipo, me siento totalmente cómoda con mis compañeros actuales. Así que por favor, váyase y no nos moleste más.- en cuanto acabé de pronunciar aquellas palabras, di media vuelta dejándolo con la palabra en la boca.