Capítulo 11.

986 66 3
                                    

PDV KARIN:
Me quedé observando el inexpresivo rostro de mi hermano, mierda. No sabia que parte había escuchado exactamente de nuestra conversación, pero esperaba que al menos no suipera hacia quien iban dirigidos mis sentimientos.
-Karin, contéstame.- la voz firme y autoritaria de mi hermano me sacó de mi ensimismamiento.
-B-bueno... Etto...- ¡y justo ahora tenía que ponerme nerviosa! No podría haber sido cuando dije todas esas palabrerías sobre mis sentimientos hacia Toshiro, al menos, si me hubiese puesto nerviosa no podría haber dicho nada y ahora no estaría metida en ésta incomoda situación.

Maldito cerebro. Maldita suerte la mía. Maldita yo. Malditos todos.

-Ichigo, ahora no hay tiempo para hablar de éstos temas. Debemos explicarle a tu hermana en qué situación se encuentra. Si dejamos que pase más tiempo ella podría...- mi hermano cortó a mitad el discurso que Amaya había empezado para intentar sacarme de éste embrollo. Pero para mala suerte mía, no había funcionado. O eso creía yo...
-¡Sí, lo sé! Supongo que te haré caso, por ahora... -mi hermano miró amenazadoramente a Amaya, y ésta le devolvió la mirada. Uh, noto tensión.
Nos quedamos mirando entre nosotros, sin decir ni una sola palabra. De vez en cuando Amaya me lanzaba alguna que otra mirada preocupada, acción que provocaba que mi hermano frunciera el ceño, y a partir de ahí Amaya miraba con burla a mi hermano haciéndole enfadar, ocasionando que él apartase la mirada para enfocarla en mí, y yo a su vez desviaba la mirada de Ichigo a Amaya, evitando el contacto visual con mi hermano. Y después de repetir ese bucle unas quinientas veces, Amaya fue la primera en hablar.

-Puff... Me aburrí. Me voy con los demás abajo, no tardéis.- y se fue sin si quiera dedicarnos alguna mirada.

Esa maldita me traicionó, me dejó aquí tirada junto con un Ichigo bastante enfadado. Ya me las pagará...

-Eh... Bueno, hm, ¿me podrías explicar que está sucediendo? Porqué no entiendo a que viene tanto nerviosismo.- decidí cambiar de tema para evitar un momento incómodo con mi hermano. Me había dado cuenta que había otro tema más importante en éstos momentos, y por lo visto yo estaba bastante involucrada.
-Bueno... Vayamos con los demás primero.- tras decir eso, mi hermano se giró saliendo por la puerta de la habitación, sin dignarse a esperarme.

Fruncí el ceño y comencé a caminar hacia el subterráneo, donde todos, seguramente, se encontraban.
Al llegar abajo me encontré con todos sentados alrededor de la mesa que Tessai había bajado anteriormente, y como no, todos estaban tomando té, con la única diferencia de que Urahara en este caso estaba tomando Sake. Aun que lo que realmente me sorprendió del panorama que tenía frente a mis ojos, fue que la mitad de terreno estaba lleno de espadas azules clavadas en el suelo. ¿Que mierda había ocurrido aquí?
-¿Y esas... Extrañas espadas?- pregunté con confusión mientras señalaba el lugar donde las espadas antes mencionadas se encontraban.
-Siéntate, ahora te lo explicaremos.- la voz seria de Haruki me dió a entender que era un tema bastante importante y complicado, por lo que sin emitir palabra alguna me senté en la mesa junto a los demás. A los pocos segundos apareció Ururu con una taza de té en las manos, taza que acabó en la mesa justo enfrente de mí.
Me quedé observando a Ururu mientras ésta subía con Jinta las escaleras que llevaban hacía la planta principal de la tienda de Urahara. Después de que éstos dos desparecieran, aparté la mirada para mirar a mis acompañantes en aquella mesa redonda.
-¿Y bien? ¿Quien piensa explicarme que ocurre?- me estaba cansando de que nadie se dignara a decirme nada, me estaba empezando a sentir fuera de lugar y eso no me gustaba para nada.
Mientras esperaba a que los demás contestaran, decidí probar el té que Ururu me había traído. Cogí con cuidado la taza de té, temiendo que con un movimiento brusco el líquido pudiese llegar a salirse de la taza. Finalmente, cuando tuve la taza a centímetros de mi boca soplé suavemente para enfriar un poco el té caliente que la taza contenía, y después llevé la taza a mis labios para sorber el delicioso té, que por alguna extraña razón, éste esquisito sabor solo podía ser encontrado en la tienda de Urahara.
-Bueno, como veo que nadie se digna a explicarte que diantres está sucediendo, seré yo la primera en dar el primer paso.- Amaya fue la primera en hablar, cosa que sorprendió bastante a todos ya que se notaba a leguas que era la más afectada en éste tema. Pero ninguno soltó alguna queja al respecto, en realidad todos se sentían bastante aliviados de que Amaya hubiese sido la que decidiera dar el primer paso.
Miré a Amaya y asentí en su dirección, dándole a entender que tenía mi apoyo, aun que yo fuese la principal razón de su nerviosismo.
-Bueno verás, como bien podrás comprobar tanto Haruki como yo hemos salido de tu cuerpo, más bien es como si hubiésemos sido expulsados, ya que ni tú ni nosotros estuvimos de acuerdo en que nosotros dejáramos tu cuerpo.- Amaya pausó un momento para darle un sorbo a su taza de té, yo aproveché para hacer lo mismo ya que se me había empezado a secar la garganta tras escuchar las primeras palabras de Amaya, a pesar de que ya estuviese al tanto de lo recién contado.
-Bueno, creo que continuaré yo con la explicación.- ahora Haruki se había animado a participar en la conversación, aun que me di cuenta que sus verdaderas intenciones eran que Amaya dejara de sentirse tan incómoda.
-Verás, por alguna razón alguien te ha forzado a entrar en la fase del bankai. Es decir, alguien ha obligado a que tu reiatsu evolucionara de tal manera que el bankai emergiese por si solo. El problema es que debes pasar una prueba antes de poder adquirir tu bankai. La verdadera preocupación aquí es que por lo visto, la forma de tu bankai no somos ni Amaya ni yo, por lo que debes buscarla por tu cuenta pero en el tiempo límite que la prueba para adquidir el bankai te ha impuesto.- tras Haruki acabar de prunciar dichas palabras, su mirada se fue a parar al lado contrario de donde nos encontrábamos, seguí su mirada y me encontré con nada más y nada menos que las espadas azules antes mencionadas.
-Esa es tu prueba. Deberás encontrar tu bankai a partir de esas espadas.- concluyó Urahara mientras yo observaba las espadas clavadas en el suelo, todas eran muy extrañas, no eran espadas normales.
-Karin, mi prueba fue bastante parecida. Así que lo único que puedo decirte como Shinigami sustituto y como hermano mayor que soy, es que tengas fe en ti misma.- me giré a observar a mi hermano, éste me miraba totalmente serio.
Sabía que el tema era importante, pero después de entender un poco todo sigo pensando que sus actitudes eran un poco exageradas.
-Oh, se me había olvidado decirte esto... Si no consigues liberar tu bankai en el tiempo límite, no podrás usar nunca más tu poder de Shinigami, y al cabo del tiempo acabarás siendo consumida por tu reiatsu o ejecutada por la Sociedad de Almas.- y esas fueron las últimas palabras que Haruki pronunció, más bien fueron las últimas palabras que se escucharon en aquel subterráneo. Ahora ya no pensaba que sus actitudes fueran exageradas.

Me levanté y me dirigí a aquel campo lleno de extrañas espadas azules, al llegar me paré en seco en frente de una de las tantas espadas que habían allí clavadas.
-¿Cuánto tiempo tengo?- pregunté alto y claro, asegurándome de que consiguieran escucharme.
-En éstos momentos te queda 1 día y 18 horas restantes. Desde que te desmayaste el tiempo de la prueba se activó, y te has pasado más de un día entero durmiendo.- Amaya me proporcionó la información que necesitaba. Sonreí con sorna, y dirigí mi mano al mango de la espada que tenia justo frente a mis pies.

-Lo conseguiré en menos tiempo.-

Tras acabar de decir dichas palabras tiré del mango de la espada con fuerza, logrando que ésta saliera con facilidad del suelo. Pero en cuánto ésta salió, la espada desapareció, como si de una bombilla se tratase y le hubiésemos dado al interruptor para apagarla.

-¿Que diantres...?-

------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Lo , me he tardado un cojón y medio en subir... ¡Pero es que me había quedado totalmente bloqueada! A veces pienso que tengo un severo retraso mental...

Bueno, dejando a mi retraso tranquilo... Solo quería comunicarles que... ¡MUCHISIMAS GRACIAS POR CONTINUAR LEYÉNDOME A PESAR DE QUE TARDE CUATRO MIL AÑOS Y MEDIO EN SUBIR!

Os quiero mucho, en serio.
Yo os folla- vale no.

Espero que hayan disfrutado de éste capítulo...

-Misaki:3

Eres Mi Debilidad. (Toshiro X Karin)// ACTUALIZACIONES LENTAS.Where stories live. Discover now