Capítulo 17

826 45 14
                                    

PDV KARIN:
A pesar de haberme negado miles de veces a pelear con aquél hombre calvo, que por cierto su nombre era Ikkakku Madarame, él seguía en sus trece y no me dejaba en paz. Había pensado incluso en pegarle un puñetazo para que se callara y me dejara en paz, pero tenía la sensación de que si hacía eso solo conseguiría que él se sintiera más motivado para luchar contra mí.
-Karin, creo que sería una buena forma de entrenar. Lucha contra Ikkakku, es el tercer oficial de la décimo primera división, y no es teniente porque él no quiere ya que las aptitudes necesarias las tiene. Así que es un buen contrincante contra quien luchar.- lo que me faltaba, que ahora Rukia estuviera de acuerdo con eso, y como se supone que mi entrenamiento lo dicta ella, creo que voy a tener que hacerle caso.
-Está bien.- suspiré con cansancio mientras observaba como Rukia se dirigía hacía una estantería que estaba toda llena de katanas de madera, cogió una y se acercó a mí.
-Toma, por ahora entrena con él usando ambos la katana de madera. Pero en el momento en el que vea que ya has mejorado bastante haré que Ikkaku luche con su Zanpakutou, y si no quieres morir tendrás que forzar a tu cuerpo a liberar tu poder.- cogí la katana que Rukia me brindaba mientras guardaba sus palabras en mi mente.
-Pero Rukia, si Haruki y Amaya están fuera de mi cuerpo... ¿Como pretendes que saque mi poder si ellos ya no están en mi interior?- pregunté con confusión, sin ellos en mi interior, yo ya no podía disponer de mis poderes, ¿no?
-Por eso no te preocupes. Aun que ellos estén fuera, siguen conectados a ti. Debes confiar en ti misma y en ellos, hazme caso. Pero por ahora olvídate de eso y concéntrate en mejorar tu combate cuerpo a cuerpo.- tras decir eso, Rukia dio media vuelta y se sentó a unos metros de nosotros, fuera del "ring" donde nos encontrábamos Ikkaku y yo para poder pelear.
-Bien, pequeña Kurosaki, empecemos.-

Y así, empezamos una pelea donde yo simplemente me defendía y él me atacaba. Tengo la sensación de que esto va a costar más de lo que me imaginaba.

*************
Me tiré al suelo mientras jadeaba y respiraba con dificultad... ¡Llevábamos casi 2 horas peleando! Y no había conseguido hacerle ni un solo rasguño.
-¿Ya estás cansada niña?- Ikkakku se acercaba a mí mientras intentaba aparentar que se encontraba en perfectas condiciones, pero al contrario de lo que él quería aparentar, parecía que le estuviese a punto de dar un ataque al corazón.
-Y puedo comprobar que tú también, calvo. Y no me llames niña joder.- suspiré con cansancio. Nunca en la vida me había sentido tan agotada mentalmente hacia una persona.
-¡Y tú no me llames calvo!- tras gritar eso enfurecido vi como desenvainaba su Zanpakutou.
Asustada abrí los ojos al ver que me atacaba con todas sus fuerzas, y al verme tan indefensa y expuesta ante él entré en pánico. ¡Estaba acostada en el suelo, si no reaccionaba ya ese cabrón iba a cortarme en rodajas!
¡Joder!
Me levanté lo más rápido que pude pero aún así el muy hijo de... Su madre, me hizo un corte bastante profundo en el brazo izquierdo.
-Duele, ¿Eh?- Ikkakku se dirigió a mí con burla mientras levantaba una ceja desafiándome.
-Já, ni si quiera arde cabeza bolo.- y tras decir aquello él volvió a atacarme con su Zanpakutou, dándole totalmente igual que pudiese llegar a matarme con uno de sus golpes.
Yo esquivaba como podía todos sus ataques, pero aún así habían algunas que no había conseguido esquivar del todo por lo que estaba cubierta de heridas y la ropa hecha un desastre.
-¿Te divierte atacar a una chica indefensa?- pregunté con malicia. Sabía que ese comentario le molestaría, pero también sabía que haría que el muy estúpido parara con sus ataques.
Y efectivamente así hizo, no sin antes mandarme una mirada de muerte.
-Tss, veo que aún que seas la hermana pequeña de Ichigo tu poder y el suyo no tienen nada que ver. Tú solo eres una debilucha.- y sin más se dió media vuelta y guardó su Zanpakutou. Seguidamente se sentó al final de la sala y cerró los ojos.
-Cuando te hayas vuelto fuerte ven a verme, tal y como estás ahora no pienso luchar contigo.-

Debo admitir que sus palabras me dolieron. Fueron como un puñetazo directo a la boca del estómago. Sabia que era débil, lo sabía, pero no era lo mismo saberlo a que te lo dijera alguien.
-Por hoy paso del entretenimiento, lo siento Rukia pero yo me voy.- tragué saliva fuertemente. ¡Joder! Estaba tan frustrada...
-Como veas, hasta mañana.- y tras eso Rukia se marchó vete a saber dónde.
Y yo no me iba a quedar ahí parada como una estúpida, así que hice exactamente lo mismo. Me fui.

Me fui corriendo de allí con una rabia y una frustración hacia mí misma que no puedo ni explicar con palabras. Pero me prometí a mí misma que las cosas iban a cambiar, y me daba igual que medios utilizar para conseguir hacerme fuerte.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
NARRADOR EXTERNO:
Una pequeña shinigami de cabello corto y negro iba caminando con tranquilidad y seguridad por los callejones del Seretei. Se podía notar por su postura al andar que al lugar a dónde se dirigía debía ser de suma importancia ya que mantenía los hombros tensos y derechos junto con un rostro serio e impasible.
-Pss.-
Aquella shinigami paró en seco al detectar cierto sonido que sobresalía de los sonidos cotidianos de aquellas horas en el Seretei.
-Psss-
Aquél sonido se hizo cada vez más fuerte, tanto que la pequeña shinigami detectó rápidamente la procedencia de dicho sonido.
-¿Ichigo? ¿Qué haces aquí escondido?- tras acercarse al sitio de donde provenía el ruido, la pequeña shinigami se dió cuenta que había una persona escondida tras un arbusto, y éste no podía ser otro que el famoso shinigami sustituto Ichigo Kurosaki.
-Hola Rukia, quería hablar un momento contigo sobre mi hermana.- Ichigo salió del arbusto mientras se sacudía algunas pequeñas hojas que se le habían quedado enganchadas en el kimono.
-¿De Karin? Oh, bueno... Si lo dices por el entrenamiento de hoy que sepas que no es que haya ido muy bien, siendo sincera.- Rukia miró a Ichigo con seriedad, le daba un poco de pena que Karin estuviera pasando por todo eso y más aún que Ichigo tuviera que ver como su hermana poco a poco se iba metiendo en el mundo que él nunca quiso que conociera.
-Si bueno, he tenido una pequeña charla con Karin. Se siente bastante inútil porque siente que no está consiguiendo nada. Ella dice... Que sus poderes ya no los tiene. Que los ha perdido.- Rukia dió media vuelta y comenzó a andar, sin tener ningún rumbo fijo. Ichigo, claro está, la siguió.
-No es que se haya quedado sin poderes. Sino que su mente inconscientemente, me imagino que por miedo, ha encerrado su poder en algún lugar de su cuerpo, lugar donde Karin no puede llegar con facilidad.-
-¿Y eso qué significa?- tras escuchar la pregunta de Ichigo, Rukia suspiró.
-Que Karin tiene miedo. Y ese miedo le está bloqueando a usar sus poderes, e incluso a sentirlos.-
-¿Y que podemos hacer?-
-Esperar Ichigo, esperar.-

Y tras finalizar aquella conversación, cada uno se fue por su camino, dirigiéndose al destino de cada uno.

Lo que ellos no sabían es que a la lejanía, escondidos en la oscuridad se encontraban 5 personas desconocidas que habían escuchado su conversación, y dicha conversación les había causado una pequeña sonrisa a cada uno.

-Creo que ya va siendo hora de empezar con el plan, Yuuki- una pequeña niña de cabello lila recogido en dos coletas se dirigió a un chico de cabello verde.
-Por supuesto, princesa. William, ves a tu posición.-
-En seguida.- un hombre mayor de piel oscura asintió a las indicaciones del chico de cabello verde y desapareció tan rápido como la luz.
-Hiruka, ¿Tienes todo lo que había que traer preparado?- el chico de cabello verde se dirigió a una chica rubia que había a su lado.
-Si Yuukio, está todo listo.-
-Perfecto. Ahora... Yato, ya sabes lo que tienes que hacer.-
-Esto me va a encantar.- un chico joven de cabellos azules y con una mirada escalofriante, sonrió de una forma perturbadora para seguidamente sacar una Katana de su espalda y saltar encima del Seretei.
Causando que saltaran todas las alarmas.

-¡A por el objetivo!- gritaron todos por última vez antes de que desataran el caos en al sociedad de almas.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Sí.
Ya lo sé.
Me he tardado mil años para publicar.
Pero hey, ya estoy aquí. Ya he vuelto.

Ahora intentaré subir como mínimo 1 capítulo por semana, así que hasta la semana que viene muggles.

Espero que os haya gustado el capítulo, muchas gracias por vuestro apoyo y por seguir leyendo mi historia.

Os asma...
-Misaki:3

Eres Mi Debilidad. (Toshiro X Karin)// ACTUALIZACIONES LENTAS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora