Capítulo 12.

985 64 3
                                    

PDV TOSHIRO:
Estaba en mi despacho terminando de firmar y ordenar unos papeles que me habían llegado por la mañana, como había estado ocupado con el tema de la llegada al Seretei de Karin, Ichigo y compañía, no había tenido tiempo para poder hacerlo.
-Capitaaaaaaaan, ¿que está haciendo?- Matsumoto entró en ni despacho con una botella en la mano. Pude apreciar como arrastraba un poco las palabras a la hora de hablar y como sus mejillas se encontraban totalmente enrojecidas debidas al alcohol ingerido en su cuerpo.
-Matsumoto... Tan solo son las 4 de la tarde, ¿que haces bebiendo?- respiré profundamente para intentar calmarme, Matsumoto conseguía irritarme de una manera que ni si quiera yo lograba comprender.
-Veeeenga Capitán, no sea un aguafiestas y únase a nosotros.- tras acabar de decir aquello Matsumoto se tiró al sofá boca abajo y allí se quedó dormida.
-Perdón, Capitán Hitsugaya... Realmente intenté detenerla pero es alguien duro de roer, no me imaginé que costaría tanto.- el tercer oficial de la 11ª división, Ikkaku Madarame, entró a mi oficina agachando la cabeza a modo de disculpa.
-Oh venga, ¡calvito-san no seas tan serio hombreee!- detrás de Ikkaku se escuchó una vocecilla bastante aguda... Una vocecilla inconfundible.
-Pequeña teniente, debería saber desde hace tiempo que a Ikkaku-san no le gusta que le digan calvito.- el cuarto oficial de la 11ª división, Yumichika Ayasegawa, cogió a algo, o mejor dicho a alguien, que colgaba de la espada de Ikkaku, quien seguía con la cabeza agachada.
-Joooo, estaba muy cómoda...- la teniente de la 11ª división, Yachiru Kusajishi, se cruzó de brazos
enfadada mientras hacía un mohín extraño con los labios.
-Yachiru, podrías hacerme el favor de llevarte de aquí a tus dos oficiales. Realmente tengo mucho trabajo y encima debo aguantar a aquella borracha de allí.- tras decir aquello, señalé al sofá junto a mi mesa, en donde se encontraba mi teniente durmiendo.
-¿Está durmiendo o está muerta?- Yachiru pasó olímpicamente de mis palabras y se dirigió a comprobar si mi teniente estaba viva o muerta.
-Lo sentimos capitán Hitsugaya, ahora me llevo de aquí a Ikkaku-san y a mi teniente.- Yumichika fue el primero en dar muestras de responsabilidad y madurez, tan solo asentí en su dirección, no del todo seguro de sus palabras.
-¡Ahhhhhhh!- un grito nos sobresaltó a todos. Dirigí mi mirada a donde había provenido aquél grito para encontrarme a Yachiru observando a una Matsumoto despierta mientras hiperventilaba.
-Oh, vieja-san, ¿te encuentras bien?- Yachiru fue la primera en dirigirse a mi teniente después de que esta gritara.
-Pensé que me asfixiaba por culpa de estas dos... - dijo mientras señalaba...sus pechos. Pero rápidamente pareció acordarse de algo y continuó hablando.-¡¿Ah?! ¿Cómo que "vieja-san"? Si estoy en mi plena juventud, mocosa.- Matsumoto se levantó del sofá con una vena marcada en su frente mientras señalaba a Yachiru acusadoramente.

Mi abuela siempre me decía que no era bueno juntar a un niño con un borracho. Porque el borracho tiende a comportarse como un niño, y el niño al darse cuenta de tan infantil actitud por parte del adulto, tiende a intentar intimidarlo, sabiendo que no recibirá regaño alguno.
-Matsumoto, más te vale dejar tu infantil actitud a un lado y ayudarme con los papeles.- tras pronunciar dichas palabras, me encaminé a mi escritorio y me senté en el asiento enfrente de éste para acabar con la pila de papeles que todavía me quedaban por terminar.
-Moooh... Está bien. Pero al menos diles a la mocosa, al calvo y al travesti que se vayan de aquí.-
-¿A quien llamas mocosa, vieja estúpida?-
-QUE NO ME LLAMES CALVO, MUJER.-
-¡¿Qué?! ¿Travesti? Pero si soy el ser más hermoso de todo el universo... Bueno, Orihime Inoue podría estar por encima de mí, pero eso da igual. ¡Tú no sabes lo que es la vedadera belleza, sucia arpía!-
Y así comenzaron una pelea entre los 4...
Por favor, que alguien los saque de aquí antes de que pierda la paciencia.

PDV KARIN:
Llevaba ya media hora intentando coger una simple y jodida espada, pero nada. Éstas simplemente desaparecían de mis manos en el momento en que dejaban de tocar tierra. Y no comprendía la razón.
-¡Joder, nunca en mi corta vida me había sentido tan confundida y frustrada!- grité sin importarme que Ichigo y compañía pudiesen escucharme.

Eres Mi Debilidad. (Toshiro X Karin)// ACTUALIZACIONES LENTAS.Where stories live. Discover now