Capitulo 30

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Pov Anastasia

Sus caricias tienen la capacidad de hacerme olvidar todo a mi alrededor. Sus labios me devoran con pasión e intesidad mientras sus ojos cargados de deseo me piden permiso para seguir y quien soy yo para negarselo.

Cuando descubrí que era dominante el miedo y la incertidumbre se apoderaron de mi. Miedo a no ser lo que el necesita y que tarde o temprano me fuera a dejar. Pero su confesión se llevo el miedo. El me ama y no es la primera vez que me lo dice, eso pertenece a su pasado y así se va quedar. Su presente y su futuro somos nosotras y estoy mas que feliz de recibir esa confirmacion de su parte.

No se en que momento me desnudo y me dejo solo en bragas y en sostén. Su mirada es tan intensa que me quema, me hace sentir deseada.

- Sabias que eres hermosa?,- susurra. Riega mi cuello de dulces besos.- Hueles delicioso nena,- muerde el lóbulo de mi oreja haciendo que gima,- Me encantan tus gemidos,- susurra para luego descender por mi cuello hasta mis pechos trazando un camino de besos en su descenso,- Puedo?- dice refiriéndose a mi sostén, yo asiento y el sonríe como un niño en navidad. Con manos ágiles desabrocha mi sostén quedando al aire mis grandes y duros pecho. Pasa la lengua por sus labios y supsiro profundo mientras veo como se acerca a ellos, toma uno en su boca y muerdo mi labio inferior para no gritar de placer por sus succiónes que mandan una señal directa a mi entrepierna que ya esta empapada.- Son deliciosas,- susurra. Lo miro fijo a los ojos y luego su camisa.

- Puedo?- digo algo avergonzada, suena ridículo a estas altura del juego estar así pero no puedo evitarlo. El asiente y me ayuda a incorporarme en la cama, extiendo mis manos y quito los botones de su camisa sin apartar nuestras miradas cuando todos lo botones están suelto se pone de pie y la saca por sus brazos para luego quitar sus zapatos, sus calcetines, sus pantalones y queda en boxer frente a mi. Lo miro de arriba abajo y definitivamente es todo un Dios Griego.

- Te gusta lo que ves?- su voz es ronca y esta cargada de deseo.

- Mucho,- susurro y el sonríe con satisfaccion. Se pone frente a mi y me besa otra vez. Hace la misma rutina anterior de besar lamer y chupar mis pesones solo que ahora una mano invasora esta en mi entrepierna y acaricia mi núcleo con delicadeza. Cierro los ojos y me permito de esa caricia tan exquisita, - Christian,- gimo al sentir la intromisión de uno de sus dedos el cual mueve de manera circular, entra otro y esa es mi perdición, sus dedos y su boca en mi pecho hacen la combinación perfecta para que alcance un aluscinante orgasmo mientras grito su nombre. Las caricias en mi sexo no cesan a pesar de haber encontrado mi liberacion. Abro los ojos un minuto después y me encuentro con una imagen nítida y sexy. Christian se esta dando placer al mismo tiempo que a mi.- Eso se siente bien,- gimo mirandolo a los ojos.

- No sabes cuanto,- gruñe. Abandona su caricia y se inclina sobre mi. Me besa con pasión y siento su erección en mi entrada.

- Christian,- gimo.

- No te voy hacer daño,- besa mis labios,- Solo quiero hacer contacto.-Se restriega contra mi y siento como vuelvo a tensarme, se sigue frotando y tengo que aferrarme a sus hombros cuando alcanzó la cima del placer otra vez. El al igual que yo se tensa y alcanza su liberación rozando simplemente mis pliegues. Si esto se siente así siendo solo un roce, no puedo imaginarme cuando la entrega sea completa...

Siento unos dulces besos recorrer mi cuello, mi mejilla, mi oreja y un susurro en la misma me hace estremecer.

- Despierta dormilona. Tienes que comer algo.- abro loa ojos despacio y me lo encuentro frente a mi y una hermosa sonrisa adorna su rostro,- Descansaste?- su pregunta hace que me sonroje de solo pensar en lo que paso antes que Morfeo me llevara a su mundo.

El SucesorWhere stories live. Discover now