Saving a lost heart (Stony)

Lo encontre donde no debía estar

-¡No se metan con fuerzas que no entienden!- grito el dios al Capitán, quien escuchaba en pose de batalla, no la quitaría hasta que el de cabellera rubia se tranquilizase.

-Te escucharé - intento sonar tranquilo. No funciono - Baja ese martillo ¡ahora!- ordenó firme.
Pero al de capa roja pareció no gustarle.

-¡¿Quieres que baje el martillo?!- preguntó colérico preparándose para atacar.

El Capitán, al verlo saltar con intenciones de atacarle con aquel martillo, se cubrió con su escudo en un acto de reflejo, una onda cubrió el lugar, regresando el ataque al dios del trueno, lanzándolo hacia atrás.

El de azul recuperó la compostura y miró a Tony para ver si el choque del ataque lo había herido, encontrándose con un Tony que le dirigía una mirada tranquila, se sentía seguro.

El corazón del Capitán que estuvo tanto tiempo congelado, dio un brinco al ver a Tony mirándolo de esa manera, como si nunca hubiese sentido nada de aversión hacia el filántropo.

Le devolvió la mirada, pero fue cuestión de tiempo para que se diera cuenta de lo que hacía. Dirigió su mirar rápidamente al dios que apenas se levantaba.

Estaba sonrojado...

-¿Ya has terminado?- preguntó volviendo a ser el Capitán América.

El dios solo lo miro impresionado, de todas las preguntas que podían haberlo llenado, solo una se hizo importante. 

¿Cómo ese frisbee podía repeler un ataque de tal magnitud con tal facilidad? Se limitó a solamente asentir.

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- Señor, no creo que él y yo seamos los indicados para ese trabajo - dijo Steve con cansancio.

Fury quería que interrogaran al dios del engaño. Que por suerte no había escapado durante la pelea, fue fácil, demasiado fácil. Y ahora debían interrogarlo.

Él y Tony.

Como si no supiera que se la pasaban peleando cada que podían.

Como si no supiera que perdían el control cuando estaban cerca.

Como si no sintiera esa tensión sexual, que a leguas se notaba.

No podía ser Thor, sus medidas eran un tanto desesperadas y barbáricas, sin mencionar que caía muy rápido a los encantos de su hermano (la verdad los demás dudaban que lo quisiese solamente como a un hermano), tampoco Natasha, ella buscaba a su amigo, mucho menos Banner, podría salirse de control.

Solo quedaban ellos dos...

-Pero claro que son los indicados ¡Vamos! No te quejes más, Stark ya te espera -dijo Fury empujándolo fuera de su zona de comando en el Helicarrier.  Steve bufó.

Fue a la habitación indicada, encontrándose con el genio frente a la puerta de dicha habitación, pensativo.

-¿Estas bien?-preguntó por instinto, no acostumbraba a verlo tan tranquilo, sin buscarlo para molestarle. La verdad es que no soportaba tenerlo cerca, pero se sentía aun peor cuando no estaba con él.

-Nada, es solo que... No sé, no me siento seguro entrando allí -dijo Tony, abierto a toda burla de Steve.

-Yo estaré ahí, tranquilo -lo miró, trató de transmitirle toda su seguridad.

Entraron.

¿Cuándo Tony había perdido esa seguridad, esa arrogancia? La verdad es que no lo había hecho, solo que con Steve era diferente, no era él mismo, aunque él estaba seguro que Steve también cambiaba. Ambos lo sabían.