Lazos

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-¿Estás seguro de querer parar? - preguntó aquella voz más seria de lo que le hubiese gustado -¿Estás seguro de que quieres que se quede ahí, ileso, después de lo que deseaba hacer? - habló con sorna, evidenciaba su furia.

No fue capaz de detenerle. No cuando le escucho reír, quemando algo, siendo inevitable.

Su brazo se movió en automático, con fuerza, sin duda alguna. No sintió culpa al ver la cabeza de su contrincante caer de su lugar. Sabía que estaba mal, pero no se arrepintió.

-¡Steve! - una voz familiar, unos pasos que se detuvieron de golpe.

¿Qué sucedía en aquel lugar?

Con lentitud se levantó, con la cabeza hecha un caos. Al girar en totalidad, de donde había sido liberada aquella voz, un olor toco su nariz, aspirándolo con fuerza, siguiéndole en el acto, centrándose en la fuente.

-Steve...- ahí estaba esa voz, esta vez pudo mirar al que aclamaba, encontrando con ello el nacimiento de aquel olor que bien sabia a quien había pertenecido.

A aquel hombre, a ese que estaba degollado en el suelo.

Se acercó, poniéndose con lentitud en guardia. Ese hombre le pertenecía al otro.

Una amenaza.

Sintió el susurro en su nuca, dejándole claro lo que tenía que hacer y él, no opuso resistencia.

Dio un paso con extremo cuidado, como si ellos fuesen a atacar en cualquier momento, les vio retroceder.

-Steve... soy yo, Tony - dudó. Olfateo nuevamente, gruñendo al darse cuenta que mentía. Él no era suyo, ese no era su Tony.

Una amenaza.

Sujeto con fuerza el escudo, no habría dificultad alguna. Los miro a ambos, siendo atrapado por la mirada chocolate. Las contrarias le miraban acuosas y junto a esta llego un sentimiento de inquietud.

¿Tony?

La fuerza con la que sujetaba el escudo se aflojo ¿Qué estaba a punto de hacer?

Un ruido lo distrajo, haciéndolo mirar a la entrada, no mirando más que eso antes de caer la negrura.

Sumiéndose en ella, teniendo un único pensamiento...

Quiso matarlo.

~~~~~

Sus ojos se abrieron de golpe al sentir un suave movimiento entre sus manos. Con delicadeza se irguió sobre la silla en la que estaba sentado, viendo después lo que le había despertado. Steve había movido su mano mientras dormía, la vio ahí, temblando un poco entre sus dedos, la acaricio con finura, con el único objetivo de calmarlo.

La expresión dormida del rubio empezó a tornarse con viva inquietud. Tony inmediatamente pensó que tenía alguna pesadilla, indicando ninguna otra cosa más de que el rubio estaba por despertar.

-Steve - llamó quedito mientras acariciaba la frente que de un momento a otro ya estaba húmeda -Tranquilo, estoy aquí - apaciguo con ternura.

Al terminar la frese los ojos del rubio se abrieron, al momento buscaron desesperados algo.

-¿Steve? - el ludido fijo su vista al escucharle -Está todo bien - habló para ambos, porque Tony por fin veía a sus tan ansiados ojos azules.

Steve le miró unos segundos más antes de negar.

-Tony... yo trate... trate de matarte - soltó con las lágrimas cayendo ya por su rostro, intento cubrir sus ojos pero no pudo mover sus manos, estaban atadas a la camilla -¡Trate! - gritó entre llantos. Ahora entendía, no podía hacer otra cosa más que amarrarse para mantener a salvo a Tony.

Saving a lost heart (Stony)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora