Saving a lost heart (Stony)

El hubiera no existe

Lo escuchó acercarse incluso antes de poder verlo, el pesado tintineo del metal contra metal más el hecho de saber que lo vería no dejo duda alguna.

-No estuviste en el consejo de guerra de Odín – dice Thor cuando él se encuentra lo suficientemente cerca para escucharlo.

-El puente Bifrost está cerrado por órdenes de tu padre, aun sin ser rey, su palabra tiene un gran peso en el reino – Heimdall parece excusarse al tiempo que se retira el casco – Nadie puede entrar, ni salir – el de cabellos largos entiende el mandato y asiente con la cabeza, no era una sorpresa – Nos enfrentamos a un enemigo invisible, incluso para mi ¿De qué sirve un guardián como ese? – con un tono de derrota se sienta al lado del que siempre ha sido un amigo.

El Dios del Trueno lo ve y sabe que tiene que ser sincero desde un comienzo – Malekith regresará, lo sabes – después suspira para continuar – Necesito tu ayuda -.

-No puedo desobedecer los deseos de tu padre. Ni siquiera por ti – rebate Heimdall casi al instante, conoce a Thor desde hace mucho tiempo, prácticamente desde que nació.

No te estoy pidiendo que lo hagas – niega el rubio – Los mundos necesitan a Padre de Todo, eso es indiscutible, pero lo necesitan fuerte, aunque ya no lo sea. Ahora esta cegado, Heimdall, por odio y temor -.

-Igual que todos – agrega el guardián con seriedad.

Thor niega suave – Yo puedo ver con claridad – deja salir con seguridad.

-Los riesgos son demasiado grandes –el de piel morena advierte.

-Todo lo que haremos desde ahora es un riesgo – se obliga a ignorar el rostro de quienes se verán más afectados – No hay otra manera -.

Heimdall lo mira con sus ojos dorados, son analíticos, esta pensándolo, Thor puede verlo.

- ¿Qué quieres de mí? – dice finalmente.

....

Lo que voy a pedirles es un acto de traición. Si tenemos éxito, nos exiliarán, si perdemos, moriremos. Ni yo como rey puedo evitar el mandato de todo el consejo en el que está incluido mi padre.

Malekith sabe que el Aether estaba aquí. Puede sentir su poder. Si no hacemos nada, regresará a buscarlo, pero esta vez asolará Asgard.

-Necesitamos llevar a Jane lejos de Asgard – sus tres guerreros ahí presentes asintieron, la interrogante en sus rostros vino segundos después.

-Cerraron el puente Bifrost y guardaron en Tesseracto en una bóveda – Lady Sif, elegante e ingeniosa fue la primera en hablar, haciéndolo por todos sus compañeros de batalla.

Thor frotó su mano derecha para detenerse en su anillo dorado, lo acarició amoroso – Hay otros caminos para salir de Asgard que sólo muy pocas personas conocen, una persona, en realidad – aclara observándolos.

Lady Sif inclinó la cabeza con inconformidad al tiempo que adivinada, Frandall sonrió emocionado y Volstagg rio travieso.

-No te dejaré ir solo. Thor, entiende – pidió casi al borde de un grito.

Audney somnolienta se removió en su cuna.

-Estarás en peligro, no lo permitiré – Thor tomó a Loki de los hombros en un intento de que obedeciera.

El azabache miró directo a sus ojos y suspiró

-Al menos déjame ayudarte a salir de aquí, regresaré tan pronto salgas – propuso rendido el hechicero.

El rubio no estuvo del todo convencido - ¿Lo prometes? – era tan raro que Loki desistiera de una de sus ideas, supuso que los hijos cambiaban a las personas.