Fuera de época

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Puede que ese lugar haya cambiado mucho, pero de algo estaba seguro, eso no debía estar ahí.

-El ejército prohíbe almacenar municiones a menos de 450 metros de las barracas – observa Steve mientras camina al objeto de su curiosidad, desde esa distancia Tony puede ver la manera en que su novio parece olfatear el lugar, tratando de predecir algo de lo que sea que se encontrara –Esta construcción está en el lugar incorrecto – dice esto mientras se deshace del candado en la puerta con una facilidad que a Tony le pareció sexy.

Los tres entran precavidos, bajando por unas escaleras metálicas, Tony lo supo por el ruido que hacían al bajar de escalón, pues realmente no veía ni el brillante cabello rubio de Steve. Dirigió su mano derecha a su bolsillo para poder prender la linterna de su teléfono móvil pero no fue necesario, Steve ya había encontrado el interruptor y encendido las luces y para sorpresa de todos, un viejo cuartel se dejó ver.

-Esto es SHIELD –anunció Tony con evidente sorpresa y confusión mescladas.

Natasha se acerca un poco más a Steve quien estaba más adelantado –Puede que aquí haya comenzado – dice simple.

Con pasos aun inseguros se acercan a la única oficina que ahí había. Estaba en el fondo, con cristales que no dejaban ver el interior de esta y que daban toda la pinta ser más viejos que Tony y Natasha juntos.

Pensaron en encontrar un escritorio y papeles sin importancia, sin embargo, lo que hallaron fue totalmente diferente. Estantes, y para colmo, vacíos.

Tony bufó con cansancio, ignorando el interés que despertó en la viuda y siguiendo a Steve con la mirada revisar uno de los estantes.

-Ahí está tu padre – se le escuchó decir con sorpresa, señalando a una pared con tres retratos que ninguno de los hombres había visto.

Tony forzó una sonrisa y los amargos recuerdos le atacaron. Steve sintió su sufrir y trató de calmarlo acariciándole el hombro en un gesto un tanto descuidado, pues parecía que su atención estaba en otro lugar.

-¿Quién es ella? – Tony alza la mirada hasta unos de los cuadros aledaños al de su padre, ahí donde estaba la mente de Steve. En Peggy Carter, Tony lo sabía, la conocía. Su padre también hablaba de ella, de la fuerte, valiente y hermosa agente Carter, la más cercana a Steve aparte del sargento Bucky Barnes.

Steve la miró unos segundos dolido para después ignorar la pregunta de Natasha y seguir con su camino entre los estantes, buscando lo que sea que les diese una pista. La rusa miró directo a los ojos castaños para buscar una respuesta que no encontró.

Sabiendo que no le darían lo que quería, opto por seguirles de cerca, con el pensamiento de que no encontrarían mucho ahí, siendo un lugar viejo y abandonado.

Y de repente Steve centra toda su atención en el último estante pegado a la pared.

El Alfa observó como una telaraña se movía en la justa división del otro estante contiguo, inhala y puede sentir la razón; una corriente de aire. Sus ojos se dirigen a la parte de arriba y luego a la de abajo, buscando. Tony contempla extrañado junto con Natasha la actitud del Capitán.

-Si ya estás trabajando en una oficina secreta... - comienza el rubio mientras toma del borde al estante de un color verde desahuciado y jala a un lado con fuerza, provocando que el mueble cediera y chirriara -¿Por qué escondes el ascensor? – terminó al momento en que la entrada al elevador se hizo visible.

Tony sonrió como niño en dulcería, amaba las puertas secretas. Con esa diversión tomó su teléfono del bolsillo, escaneó el pequeño teclado al lado de las puertas y a partir de ahí fue fácil introducir el código. Tecnología Stark.

Saving a lost heart (Stony)Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang