EN EDICIÓN LENTA.
[Libro #2 de la saga "About Werewolves and Witches"]
NOTA: por favor, lee la primera sección del libro Steredith antes de empezar con este.
Con los poderes de Meredith y las transformaciones de Scott a hombre lobo mejor control...
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|| Eclipse lunar.
La luna llena se alza en el punto más alto del cielo, aguardando el momento de deslumbrar al mundo con un eclipse lunar espectacular. Su luz pura y blanca baña Beacon Hills, dándole un brillo etéreo que contrasta con la oscuridad de la noche.
Pero mientras cualquier persona normal se prepara para ver el eclipse o irse a dormir, yo estoy oculta entre las sombras en la azotea del loft de los Hale, con el corazón latiendo en mis oídos.
A través de una cúpula de cristal intacta, observo a Kali lanzar patadas, puñetazos y zarpazos hacia Julia. Sin embargo, ella los esquiva con una facilidad asombrosa, como si sus movimientos fueran parte de una danza perfectamente coreografiada. Me pregunto qué hago realmente aquí, si Julia parece más que capaz de defenderse. Pero entonces, la respuesta se materializa frente a mí cuando Aiden y Lucy la rodean, listos para atacarla por la espalda mientras ella sigue esquivando las garras afiladas de Kali.
Levanto la mano y, en un instante, las garras de ambos alfas quedan suspendidas en el aire, a escasos centímetros de la cabeza de la persona que debo proteger. Con un giro de muñeca, la fuerza invisible que los mantenía inmovilizados los lanza contra la pared de ladrillos detrás de ellos. La confusión en sus rostros es palpable; no comprenden lo que acaba de ocurrir. No saben que estoy aquí, asegurándome de que Julia no caiga ante ellos.
Luego, por un segundo, creo que estoy alucinando. Pero confirmo que no es el caso cuando giro la cabeza a la izquierda y diviso a Lydia en una esquina, sus ojos llenos de miedo mientras se refugia junto a Ethan, quien, sorprendentemente, parece estar protegiéndola. Al menos alguien ha hecho lo correcto y ha dejado de estar del lado equivocado. En este momento, lo envidio tanto por poder elegir sin que su cabeza se desgarre por dentro.
Salgo de mi pequeño trance justo a tiempo para detener a Aiden, quien se lanza hacia mi titiritera con una ferocidad descontrolada. Julia apenas consigue esquivar las garras afiladas de Kali, que vienen hacia ella con una velocidad y precisión aterradoras.
