EN EDICIÓN LENTA.
[Libro #2 de la saga "About Werewolves and Witches"]
NOTA: por favor, lee la primera sección del libro Steredith antes de empezar con este.
Con los poderes de Meredith y las transformaciones de Scott a hombre lobo mejor control...
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|| El regreso de la mejor amiga rubia.
Meredith.
Hace como dos horas que Stiles se fue a su casa, hace media hora que Scott fue a recoger a mamá para ir juntos al taller por el coche familiar, que al parecer ya debe funcionar sin problema alguno. Yo me he quedado en casa con Castiel para continuar con la lectura de uno de los libros en la lista que nos dio la señorita Blake antes del ataque de los cuervos, aunque al poco rato Castiel empezó a rasgar la puerta pidiendo salir.
Una vez afuera se me ocurrió que era una buena idea dar un paseo alrededor de la cuadra para estirar las piernas un poco y también para que mi hijo canino pueda gastar al menos una parte de toda la energía que tiene guardada. Nos tardamos un poco más de lo que yo esperaba gracias a que mi adorable cachorro se distrae con absolutamente todo y todo quiere olfatear, pero al menos regresamos a casa antes que mamá y Scott, así que me salvo de meterme en problemas.
Mientras subo los escalones del pórtico, los ladridos de Castiel dejan de ser para que yo le dé un premio más y se convierten en ladridos más agresivos. Luego, escucho a alguien llamándome por un apodo que solo una persona solía usar—: ¡Eme! ¡Eme!
Giro sobre mis talones y veo a una chica rubia en patineta, vestida muy parecida a Avril Lavigne en los inicios de su carrera, que viene hacia acá, agitando los brazos en el aire sin perder el equilibrio.
—¿Lucy? —suelto incrédula antes de dejar caer mi mochila para correr hacia ella.
—¡Eme! —Ella salta fuera de su patineta y también corre hacia mí. Gritamos de forma muy aguda al tiempo en que nos abrazamos con fuerza.
—¡No puedo creer que estés aquí! ¿Cuándo regresaste? ¿Por qué no me llamaste? ¿Por qué no contestaste mis emails? ¿Regresarás a Beacon Hills High? ¡Ay, qué emoción que estés de vuelta! —formulo emocionada, medio balbuceante, con mis brazos aún alrededor de mi mejor amiga de toda la vida. Honestamente, también siento ganas de llorar.
