EN EDICIÓN LENTA.
[Libro #2 de la saga "About Werewolves and Witches"]
NOTA: por favor, lee la primera sección del libro Steredith antes de empezar con este.
Con los poderes de Meredith y las transformaciones de Scott a hombre lobo mejor control...
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|| Fue un muy buen verano.
Meredith.
Besos apasionados, caricias delicadas, respiraciones agitadas... Mi mente divaga un poco, pensando en si quizás debí haber dejado en casa a Castiel, mi nuevo cachorro, cuando lo escucho gruñir por lo bajo antes de soltar un adorable ladrido, demandando atención—o quizás solo quiere que lo subamos a la cama.
Cuando las manos de Stiles se deslizan debajo de mi blusa, mis pensamientos regresan su enfoque al acalorado encuentro y un remolino de nervios se apodera de mí al sentir sus dedos subiendo lentamente por mi cintura a mis costillas.
En nuestros casi cinco meses de noviazgo nunca hemos ido más allá de unas simples caricias por encima de la ropa y una que otra fugaz caricia debajo de la tela. Usualmente siempre somos interrumpidos, ya sea por mi hermano, nuestros padres o Lydia, pero en esta ocasión estamos completamente a solas en su casa y creo que esta noche podría ser la noche en que pierda mi virginidad.
Las manos de Stiles se detienen justo por debajo de mis senos, cernidas alrededor de mis costillas. Una oleada de calor se instala en mi vientre y un escalofrío me recorre la espina dorsal.
¿Debería preguntarle si tiene un condón? No. No. Sería demasiado vergonzoso, especialmente porque ninguno de los dos ha perdido una sola prenda aún, así que las posibilidades de que tengamos intimidad todavía son bajas.
Como si leyera mi mente, de pronto Stiles se saca la camiseta de Star Wars color guinda. Yo lo miro, esforzándome por no lucir impresionada. Lo he visto sin camiseta antes. Durante el verano fuimos juntos al balneario público, así que tengo que dejar de salivar tanto.
Al alzar la mirada hacia su hermoso rostro ligeramente sonrosado, decido despojarme de mi blusa floreada y así ambos estar a mano. El calor en mis mejillas no se hace esperar cuando él enfoca los ojos en mis pechos. Ojalá me hubiera puesto un brasier sin diseño de unicornios, quizás así este momento no sería tan vergonzoso.
Estoy por balbucear algo, no sé el qué, pero entonces Stiles atrapa mis labios en un nuevo beso. El calor en mi rostro se desvanece y baja a mi vientre cuando él me abraza con fuerza, haciendo que la piel en nuestros torsos se toque. Yo enredo mis brazos alrededor de su cuello, paso mis dedos por el creciente cabello en su nuca y finalmente, mientras su boca pasa a saborear el lateral de mi garganta, mis manos deciden recordarle la espalda de arriba hacia abajo y viceversa, buscando memorizar cuáles son las zonas que lo hacen estremecer.
