Capítulo 20: Echo House. Parte III

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Maraton: 8/8

ADVERTENCIA: Este capítulo contiene [SMUT], dicha parte comenzará cuando vean los corchetes []; los he puesto en caso de que no se sientan cómodas leyendo ese tipo de escenas y puedan saltarse hasta donde vean: (...).


So Close, So Far

Despierto y lo primero que veo son unas rendijas frente a mí, como si estuviera dentro de un casillero. Por un momento creo que lo he imaginado, pero entonces me doy cuenta de que no estoy en mi cama y que además me encuentro de pie. Entonces tengo un deja vú, uno que no tarda en asustarme. Intento abrir la puerta, pero está cerrada.

—No, no... Hey... ¡Hey! —golpeo la puerta repetidas veces, mi tono de voz elevándose hasta convertirse en gritos desesperados—. Hey, ¡déjenme salir! ¡Déjenme salir! ¡Déjenme salir!

Una sombra pasa por el frente, lo que me detiene de seguir gritando o golpeando y me hace pegarme todo lo posiblemente humano al fondo del casillero. No tardo en descubrir que se trata del nogitsune.

—Déjame entrar.

— ¿Qué quieres decir?

—Tú sabes.

—Okay, vete al diablo con tus estúpidas adivinanzas.

Hay un fuerte golpe que me hace saltar. Maldiciéndolo mil veces más internamente.

—No hay adivinanzas esta vez, Stiles. Sabes lo que quiere decir.

—Solo déjame salir —musito, sintiéndome impotente—. Solo déjame salir. Déjame salir. ¡Déjame salir!

— ¡Déjame entrar! —grita de vuelta, habiéndose acercado al casillero en el que me encuentro de manera instantánea. Entonces vuelvo a despertar. Alterado y bastante aterrado.

—Tranquilo, Stiles, estoy aquí —La voz de Meredith sale en un susurro y sus manos están sobre mis hombros en cuanto nota mi agitada condición—. Tranquilo, estoy aquí, estás a salvo.

— ¿Mer? ¿Cómo... cómo es que estás aquí?

—Malia. Rompió la cerradura... Al final resultó ser un tanto útil.

—Escuché eso —masculla la aludida, apareciendo por un segundo bajo el umbral. Mer rueda los ojos—. Apúrense, el cambio de turno está por acabar.

— ¿Cómo te sientes?

—Aún sigo siendo yo, si a eso te refieres.

—Bien. Porque según el coyote hay un segundo acceso al sótano.

— ¿Por dónde? —inquiero mientras ella me ayuda a levantarme.

—La unidad cerrada, donde tienen a los verdaderos psicópatas.

—Eso suena fantástico —mascullo al salir al pasillo, el cual se encuentra oscuro y desolado. Malia nos adelanta un poco, guiándonos—. ¿Y cómo fue que nos encontraste?

—El eco de sus gritos —Señala a Mer—. Además oí a Brunski hablando sobre haberlos encontrado intentando entrar al sótano.

—Bueno, pues gracias por rescatarnos.

—Hicimos un trato. Yo los ayudo y ustedes a mí. Por eso vine.

Vagamente oigo un «ajam» muy bajo salir de la boca de Meredith. Si fuera hombre lobo estoy seguro de que podría oler los celos emanando de cada uno de sus poros.

El resto del camino lo hacemos en silencio, más que nada por mera precaución, no queremos más sorpresas, mucho menos que nos encierren de vuelta y me obliguen a dormir de nuevo.

About The Unusual Suspects | AW&W: 2 | Teen WolfWhere stories live. Discover now