Capítulo 14: Lose Your Mind. Parte II

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Start to Freak Out

Meredith

Scott dijo no estar interesado en por qué ayudé al darach con la mayor parte de sus siniestros planes, actuando como si nada de eso hubiera ocurrido pero la mirada en sus ojos es suficiente para saber que nada es lo mismo ahora. Es inclusive peor que cuando mamá descubrió que él bien podría ser "The Beast" de los X-Men y yo ser Jean, solo que en esta ocasión mamá no sabe nada de lo que hice y nadie me dijo por qué.

Isaac, por otro lado, sospecho que evita encontrarse conmigo cuando estamos en la casa o en la escuela y si llegamos a toparnos actúa con notoria incomodidad, balbuceando cosas sin sentido antes de dar la media vuelta y alejarse de mí.

Allison, aunque al principio me evitaba a toda costa, ahora me saluda cuando nos encontramos en los pasillos de la escuela, pero siempre es breve y rápida para ello, y la sonrisa que me regala suele transformarse en una mueca la mayoría de las veces.

Lydia es la única que me habla como si nada hubiera pasado, había dejado muy en claro que lo único que le importaba era que al final había hecho lo correcto, algo que solo ella parece creer fielmente.

Decir que la culpa, el dolor y la tristeza me consumían era poco. Ni siquiera se acercaba a ser una definición acertada de cómo me sentía en esos momentos, de cómo me he sentido desde entonces.

Hollywood y los libros de romance nos venden un falso concepto de lo que es el amor, de cómo este puede vencer cualquier obstáculo y cómo las parejas, e incluso las amistades, logran superar las mentiras, los engaños y las traiciones sin importar qué tan grandes sean; la parte ilusa y soñadora que vivía dentro de mí esperaba que todo eso aplicara tan solo una vez en la vida real.

Después de que Scott, Derek y yo rescatáramos a mis amigos y a los padres ni siquiera intenté acercarme a Stiles, permitiéndole marcharse con su padre y disfrutar de aquella victoria que significaba haber sobrevivido, dándonos tiempo y espacio por un día y medio pues Lydia dijo que estaba bien si quería llamarlo después de ese periodo de tiempo. No obstante, ninguna de mis llamadas o mensajes obtuvieron respuesta alguna.

Luego intenté hablar con él en la escuela, preguntarle simplemente como estaba su papá, pero él halló la manera de evitarme. Así que luego de meditarlo bastante y de que mi llamada fuera rechazada nuevamente, me decidí por ir a verlo a su casa.

Recuerdo haberme sentido como un robot al segundo que estacioné el auto de mamá frente a su casa y me había quedado allí, detrás del volante, observando los hermosos colores del atardecer, esperando que de alguna manera la hermosura de aquel día afectara positivamente en lo que fuera a ocurrir cuando tuviera a Stiles delante de mí. No bajé del auto hasta que me di cuenta de que la noche había caído.

Presionar el botón descolorido del timbre de la casa de los Stilinski había sido la cosa más extraña de aquel día, los nervios me estaban matando lentamente y una parte de mí quería correr de vuelta al auto antes de que la puerta se abriera, revelando a un soñoliento Stiles.

Mi corazón se había acelerado al verlo tallándose los ojos al mismo tiempo que bostezaba, pero prácticamente pude escucharlo crujir en dolor cuando sus ojos se enfocaron en mí y su expresión se oscureció. Obviamente no esperaba verme a mí parada en su porche.

Abrí la boca para saludarlo, pero no fui capaz de decir nada gracias al enorme y repentino nudo que se había formado en mi garganta.

Nos tomó varios minutos entablar una conversación, y luego de un rato en silencio la puerta se había cerrado, lo que me hizo desviar la vista de mis pies para encontrar los de Stiles, cubiertos por sus calcetines de Star Wars. Me tomó tan solo un segundo comprender que estaba dispuesto a escucharme cuando le vi sentarse en las escaleras del porche.

About The Unusual Suspects | AW&W: 2 | Teen WolfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora