XXXVI. Coyotes y alucinaciones.

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|| Coyotes y alucinaciones

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|| Coyotes y alucinaciones.

Stiles.



Corro tras Scott, mi respiración pesada mezclándose con el crujido de las hojas bajo mis pies. Los árboles a mi alrededor se vuelven sombras cada vez más densas, sus ramas se alzan como manos esqueléticas bajo el manto oscuro de la noche. Y pronto, la silueta de Scott, que momentos antes parecía tan cerca, desaparece poco a poco, tragada por la oscuridad del bosque. El eco de sus pisadas y los gruñidos de lo que sea que persigue, se disuelve en el aire, dejándome solo con el sonido irregular de mi propio corazón martillando en mis oídos.

A medida que disminuyo la velocidad, algo me empuja en otra dirección. Mis pies se dirigen casi por voluntad propia hacia una formación rocosa, su superficie áspera iluminada débilmente por la luz de la luna filtrándose entre las copas de los árboles. Hay algo en este lugar que me llama la atención, como si el bosque mismo tratara de señalarme su secreto. Entre las sombras, distingo la entrada de una pequeña cueva oculta entre las rocas. Es estrecha, lo suficientemente pequeña como para que cualquier otra persona la pase por alto..

Me acerco a la cueva con la mera intención de entrar, pero una oleada de aire denso y rancio me golpea de inmediato, haciéndome retroceder. El hedor es insoportable. Una mezcla nauseabunda de orines y almizcle impregnado en las paredes. Es un olor tan fuerte, tan concentrado, que me pica la garganta y me arden los ojos aun cuando estoy a tres metros de distancia. Me cubro la nariz con la manga de mi chaqueta, pero no sirve de mucho. Es el tipo de olor que no se va, que se te pega en la piel, en la ropa. Mis ojos empiezan a lagrimear, y una parte de mí sabe que algo (o alguien) ha estado viviendo aquí por mucho tiempo.

Me quedo quieto un momento, tratando de decidir si debo entrar o no. Cada fibra de mi ser me dice que lo que sea que esté ahí adentro es importante, sin embargo, cuando un lejano aullido rompe el silencio, recuerdo que debo encontrar a mi mejor amigo.

—¡Scott! —grito su nombre antes de moverme por el bosque, esforzándome por mantenerme en línea recta para no perder el camino de regreso a la cueva.

About The Unusual Suspects | AW&W: 2 | Teen WolfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora