Capítulo 24: La cámara la adora

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Como cuando Lyada pasa pérdida, ocupada y sin inspiración, ni hablar del pésimo estado de ánimo, uff, por eso no actualiza Luxen, rayos, ¿Cuándo actualizará más seguido? ¿Cuándo dejará de estar tan ocupada y cuando consigue tiempo sin inspiración? El día de hoy, señoritas y señoritos que la leen, y han sido pacientes como para esperar un capítulo de esta historia y no dejarla por completo, uh, lo siento :( 

Espero les guste :3 

Atte, Una luxen que tarda tanto en actualizar la pillina. :v 

Capítulo 24: La cámara la adora

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Capítulo 24: La cámara la adora.

—¡No si serán tontos los dos! Unos grandes ciegos ¿segura que no quieren ir oftalmólogo? Necesitan revisarse esos ojos, porque al parecer no ven lo muy enamorados que están, aunque él lo niegue a muerte—dijo mi mejor amigo con la desesperación visible en su tono de voz.

Me tapé por completo con la sábana púrpura, él me la quitó y me dejó en descubierto totalmente. —Hablo en serio, Mad, ¿Por qué no lo admiten de una vez? ¿No ves lo mucho que te hace daño? ¿Acaso no fue suficiente todo el tiempo en que te pasó ignorando? ¿Por qué no lo aprovechas ahora que son "amigos"? Si bien eres astuta para otras cosas, deberías serlo para esto también.

Me senté y tomé el bote de helado de chocolate que tenía al lado, ya era el cuarto que me comía en el día, pero no lograba calmar el dolor por lo que pasó el sábado en esa gala de beneficencia, en la cual le pregunté a Chad que significó para él los besos que nos dimos y su respuesta me partió los trocitos medio pegados por la ilusión que me quedaban.

Teníamos otra semana libre por las festividades de ese melancólico diciembre, por lo que no lo vería en una semana y eso estaba bien, mientras tanto, ignoraba sus mensajes a un punto de apagar el teléfono, cosa que preocupó a Dylan e hizo que me visitara ese lunes.

Ahgr, odio los lunes, odio estar triste. Odio todo lo que tenga que ver con el amor. Odio a Chad. Lo odio, lo odio, lo odio.

"Ve, sí claro, cuando lo odies de verdad los pandicornios alienígenas voladores saldrán de su escondite y te montaras en uno", me dije a mi misma mentalmente mientras una lágrima de impotencia se me salía, la limpié antes que mi acompañante pudiera notarla, comí más helado, pero él me lo quitó y casi me tiré encima de él para recuperarlo.

—Maddison Lynn Adkins Twist, deja lo inmaduro que ya dentro de unos días cumplirás los dieciocho y haz algo con Chad, por lo menos, por una última vez para que no digan que no lo intentaste o no pusiste de tu parte— me aconsejó mientras intentaba quitarle mi helado. Paré ante sus palabras y me volví a sentar en la cama, Dylan puso el helado en una mesita y se sentó a mi lado, posé mi rostro en su hombro y suspiré.

¿En serio valía la pena? ¿En serio el chico de los audífonos siente algo por mí? ¿Por qué complica todo entonces? ¿Por qué lo complico yo?

El chico de los audífonos. [Borrador].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora