Capítulo 31: Juguemos un rato.

5.7K 430 90
                                    

HOLAAS HOLISTAAS, <3

AHH ADIVINEN QUIÉN TUVO TIEMPO LIBRE E INSPIRACIÓN AL MISMO TIEMPO, OH, SÍ, YOOO.

Por eso aproveché a escribir, así que, daaaaaah, gracias por seguir leyéndome, significa mucho para mí, :'')

¡DISFRUTEN EL CAP! Yo lo hice al escribirlo. :3 Nos leemos prontico con ese maratón e.e ¿Saben? Pude esperar a escribir dos capítulos más, pero para eso serían más días, y aah, suficiente los he hecho esperar, :C

Ah, la canción va de Dylan a Maddie, jajaja, ¿por qué? El capítulo de hoy tiene una gran referencia, o más bien la canción tiene una referencia al capítulo de hoy.. ahh, sayonaraaaa.

Atte, Luxen_Herondale_A.

Capítulo 31: Juguemos un rato

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Capítulo 31: Juguemos un rato.

Capítulo 31: Juguemos un rato

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Capítulo 31: Juguemos un rato.

Al Dryen sonrió burlonamente y sus dedos presionaron más en mi suéter, a lo que me aparté bruscamente de él. Maldito acosador.

—¿Qué pasa, cariño? ¿Por qué tan odiosa? —preguntó con una mirada morbosa en dirección a mi busto, me crucé de brazos y seguí caminando, hablar con imbéciles cómo él era una pérdida total de tiempo—. Oye, oye, ¿Adónde crees que vas, hermosura? Tenemos tiempo sin hablar, ven acompáñame, ahora que ya no sales con Danny puedo acercarme a ti y no pienso desaprovechar...

Los ojos oscuros de ese pedazo de imbécil se estrecharon cuando no dejé que tomara mi mano, de por sí me molestó que pudiera quedar en la obra y lo evitaba a toda costa en las practicas, y en ese momento se le ocurrió molestarme, aumentando mi mal humor.

—Déjame tranquila, pervertido enfermo—solté dándole un manotazo en sus manos que una vez un año atrás intentaron abusar de mí, pero por supuesto que no se lo permití y todavía poseía mucho resentimiento por aquella noche.

Existió un tiempo donde él se la pasaba acosándome en todas las redes sociales, insinuándose sexualmente por mensajes, pero yo jamás le hice caso, y cuando estábamos en la misma clase su mirada era tan perturbadora, más al fijarse en mis pechos o trasero. Intenté ignorar su acoso, pero un día se dio la gota que derramó el vaso.

El chico de los audífonos. [Borrador].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora