Trece.

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Editado.

Sábado. Por fin, sábado.

Hoy tendría que recibir a mis dos amigos en mi casa, por lo que necesitaba ir a comprar comida antes de que las bestias llegaran.

La última vez que había salido en pijama a la calle mis padres me habían regañado, así que opté por cambiarme con algo sencillo y luego salir. Hice todo con pereza y bajé las escaleras, hasta llegar a la puerta.

Una vez en el supermercado, tomé un carrito y caminé hasta la parte de los dulces. Lo más importante primero.

¿Chocolate o gomitas?… mejor ambos. Tomé tres de cada uno y los arrojé al carro.

Mientras admiraba todas la variedades de dulces que había y me resistía a arrojar todos al carrito, me llegó un pensamiento un tanto raro: ¿Por qué se llama «supermercado»?.

Super-mercado, tal vez porque era un mercado grande. Bueno, no, ya estaba pensado que estupideces. En realidad, debería ser superprecios, porque los chocolates iban a dejarme pobre.

Deja de bobear, HeeSook, céntrate en las compras.

Luego de hacer mi trabajo con los dulces, partí hacía las bebidas. Gaseosas estarían bien. Salí de ahí y tomé tres pizzas, y conociendo a mis amigos y a mi misma, debería ordenar otras luego.

(…)

—¡Hola, hola! —saludó Baekhyun y entró a mi casa, con Chanyeol siguiéndolo.

—¿Qué hay, HeeSook? —saludó la jirafa humana y fue directo a la cocina.

Por suerte yo había sido más lista, y había escondido los dulces antes de que vinieran.

Volteé hacia la sala y vi a Baek en mi sofá, sonriendo.

—Mis padres no llegarán hasta la noche, así que no quiero que hagan desorden —le avisé —. O, al menos, no aquí. No quiero que me regañen, sus desastres en mi habitación, no  aquí abajo.

—Diablos —se quejó mi amigo —. Está bien, pero desordenaré tu habitación.

Asentí resignada, sabiendo que no lo podría evitar.

Ambos miramos hacia la cocina, al escuchar a Chanyeol quejarse y caminar hasta nosotros.

—HeeSook —sonrió inocente —, ¿y los dulces?

—No hasta la noche —ambos soltaron quejas, y creo que a Baekhyun hasta le escapó un insulto —. ¡Si les doy azúcar van a volverme loca! ¡no habrá dulces hasta la noche!

Estos chicos me hacían parecer una madre.

La tarde pasó entre bromas, fases divas de Baek, estupideces de Channie... lo usual. Hasta que por fin llegó la noche, mis padres ya habían llegado y nosotros nos encontrábamos cenando pizza en mi habitación.

—Ya va la segunda caja, espero que se llenen porque solo queda una más —avisé para luego gritar —¡y, Park Chanyeol, deja de comerte mi rebanada de pizza!

—Ay, ya ni comer se puede —bromeó —. Pero, cambiando de tema, ¿tu no tenías algo para decirnos?.

Lo había olvidado, mierda, lo había olvidado.

—Cierto, cuentale el chisme a mamá. —dijo Baekhyun, subiendo y bajando las cejas, mientras tomaba otra pedazo de pizza.

—Oh, es verdad —tomé un sorbo de mi bebida, para luego suspirar —. No sé cómo empezar.

Primero, no sabía como iban a reaccionar. Segunda, ¡era simplemente vergonzoso para mí!.

—Por el principio. —suspiró Chanyeol.

—Ya lo sé, idiota —le di una mirada obvia —. Bueno, yo…

Estaba a punto de soltarlo pero, ¿cómo no?, Baek me interrumpió.

—A ver, Sookie, mi reina, ¿lo dirás o no? —dijo, impaciente.

—Si te callaras, tal vez podría decirlo —le dije —. Lo que pasa es que… Sehun me besó.

Cubrí mi cara con las manos. Que vergüenza.

—¿¡Qué!? —preguntó Baek y Chanyeol solo se dignó a juntar su rebanada de pizza del suelo, que se había caído por la sorpresa, y seguir comiéndola.

—Que Sehun me besó. —repetí.

—Sí, lo sé, tonta —rodó los ojos —. Pero quiero detalles.

—Eh… bueno, yo llegué a mi casa luego de ir de compras contigo… —Baekhyun volvió a interrumpirme.

—Espera, espera, ¡hace como una semana que fui de compras contigo, niña! —exclamó —¿Y no nos dijiste? ¿puedes creerlo, Chanyeol?.

Miré a Channie, quien estaba perdido en su pizza, él me miró a mi y luego a Baek. Asintió de acuerdo con mi amigo.

—Estoy indignado. —dijo Chanyeol, con la boca llena.

—Si me dejan, seguiré. Llegué a casa y lo vi en mi habitación; me asusté hasta que logré ver que era él. Me dijo por qué había venido, cosa que no puedo contar, y lo dejé quedarse un rato —expliqué, mientras mis dos amigos me miraban atentos —. En un momento comenzamos a hablar, ambos estábamos recostados sobre la cama. Yo estaba casi dormida con mi cabeza en su hombro, hasta que Sehun se movió y se levantó, con la excusa de que era tarde y debía irse. Dios, no estaba en todos mis sentidos, le pedí que se quedará y logré convencerlo. Luego de un rato, cuando estaba a punto de volver a dormirme, él creyó que ya estaba dormida y me dio un beso... ¡en la boca!. Fue corto pero fue un beso. Luego susurró un «gracias», no sé por qué, y cayó dormido.

Chanyeol y Baekhyun me observaron, luego se miraron entre sí y sonrieron. Los miré sin entender.

—¡Ay, que emoción! —gritó Baek.

—¡Sehun y HeeSook, Sehun y HeeSook! —canturreó Chanyeol.

Fruncí el ceño y arrojé un cojín a la cara de cada uno. ¿Cómo se atrevían? Yo no sentía nada por Sehun, ni él por mí.

—¡Par de estúpidos! —exclamé —. No me gusta Sehun, ni yo a él. Solo somos amigos.

—Dile lo que quieras a este par de estúpidos —habló Channie y se señaló a él y a Baekhyun —. Pero cuando tú y Sehun estén juntos, tendrás una gran dosis de: ¡te lo dije!.

(…)

—Baekhyun, ya duérmete —le grité desde mi cama —. ¡Y tú, Chanyeol, suelta mi pie!

—Pero tengo miedo. —se quejó Chanyeol.

—¿Cómo quieres que duerma en una asquerosa bolsa de dormir, en el suelo? —se quejó Baekhyun.

Bufé.

Pero luego terminé durmiendo en el suelo, con mis dos amigos en mi cama. Par de imbéciles.

✏✏✏

안녕하세요!!

¡Ya volví!

¿Cómo están?

Bueno, ayer pude terminar el capítulo pero no lo subí porque quería revisarlo bien y todo eso. Pero acá está, hoy, martes.

Espero y les guste, ya saben que los votos y comentarios son siempre aceptado. No sean vagos.

Sin más, me despido.

¡Adiós!

-FxckingTae (aka. Lola)

¡Hey, Sehun! [Oh Sehun]Where stories live. Discover now