Veintiuno.

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Editado.

—Hola, HeeSook. —me saludó Sehun, en la entrada del colegio.

Aún no sabía como actuar con él.

—¿Cómo estás, Sehun? —decidí actuar normal, aunque sabía que era estúpido pensar que todo seguía igual.

—Oye, ¿podrías… —comenzó a decir, pero alguien llegó e interrumpió.

—Hola, chicos. —sonrió Channie.

—Ya vino por quien lloraban. —se acercó Baek, con su típica actitud que tanto me hacía reír.

Park ChanYeol y Byun BaekHyun, no es el mejor momento para venir. Par de estúpidos.

—¿Qué tal, chicos? —sonrió Sehun.

—Hola, Channie. Hola, Baekkie. —los saludé, para sacar la tensión.

Recordé que en algún momento tendría que decirles lo que había pasado. Pero no aún, todavía no quería perder el orgullo.

—¿Qué ibas a decirme? —le pregunté a Sehun.

—¿Eh? Nada —negó con la cabeza —. Te lo diré luego, se me hace tarde. Adiós, chicos.

Sehun se marchó mientras Baekhyun me daba una mirada pícara y Chanyeol intentaba atar sus agujetas.

(…)

La clase de química era la cosa más aburrida. Y que Chen, con quien había estado hablando últimamente ya que era mi compañero de banco, durmiera toda la hora lo hacía aún mas aburrido.

—Señorita Kim —me llamó el profesor —. Retírese.

—Pero si no he hecho nada. —lo miré confundida.

—Oh Sehun me dijo que el director la buscaba —me explicó —. Puede ir.

Sonreí para mis adentros; ya no tendría que soportar la porquería de esa clase.

Salí de ahí lo más rápido posible, encontrándome con Sehun recargado en la pared del pasillo, junto a la puerta.

—¿Por qué me busca el director? —le pregunté, mientras se reincorporaba.

—El director no te busca, he mentido —rió —. Es que tengo que contarte lo de esta mañana.

—Es la segunda vez que me sacas de clase. —le dije, recordando el momento en que había pagado a HyeMin para que culpara por tirarle bolas de papel al profesor.

—No será la primera, ni la última —comenzó a caminar —. Pero vamos, que estoy ansioso.

Intenté seguirle el paso. Pero iba tan entusiasmado que no parecía darse cuenta de que iba casi corriendo, por lo tanto me fue imposible ir a su ritmo. Aunque una vez que le dije que se calmara, bajó la velocidad.

En verdad estaba curiosa; habíamos salido de la institución y aún no sabía para qué.

Terminamos en el parque cerca del colegio, en donde una vez no me había dejado ir a casa. Y en donde me había obligado, porque no hay mejor palabra que esa para describir el momento, a ser su amiga.

—¿Me dirás qué hacemos aquí? —pregunté confundida.

—Siéntate —palmeó el puesto a su lado, ya que él había tomado asiento en una de las bancas. —. Tengo algo que pedirte.

—Si te has montado todo esto solo para pedirme dulces, otra vez, que sí. No hay problema, te los doy, pero te hubieras esperado al receso. Necesitado de azúcar, no hacía falta todo esto. —lo regañé, buscando la bolsa de caramelos en mi mochila.

—¡Deja de decir tonterías! —exclamó, riendo y haciéndome sobresaltar. —. Ya déjame hablar.

—Lo siento. —asentí, apenada, guardando los dulces. Mejor, más para mí.

—Te lo diré rápido, y sin detalle, porque no tengo idea de como hacerlo. Esto incluso me da más vergüenza que la vez del parque —¿y este ahora que querrá, para que le dé tanta pena? —. ¿HeeSook, quieres ser mi novia?.

No escupí el agua, porque no tenía. Pero si no hubiera sido como en las películas.

Y tampoco es como si lo vaya a pensar demasiado, si él me gustaba y yo a él... la respuesta era obvia.

—No —dije. Y luego de ver cómo la sonrisa de Sehun se borraba, me di cuenta de lo que había dicho y sacudí la cabeza —. ¡Lo siento! Quise decir que sí, los nervios me jugaron mal.

—¿En serio? —preguntó, con los ojos abiertos a más no poder.

—No, te estoy mintiendo —dije, irónicamente —. Obvio que sí, cabeza de pescado.

Sehun soltó una sonora risa y se acercó a abrazarme.

—Entonces, ¿puedo… —dejó la oración al flote y yo fruncí el ceño.

—¿Puedes qué? —pregunté, y me miró obvio.

Luego caí en la cuenta; ¡me estaba preguntando si podía besarme!. Reí, no podía ser más tierno, pero idiota a la vez.

Ni siquiera respondí, decidí ser yo la que plantara el beso sobre su boca. Y así fue.

No daré detalles, solo que disfrutarlo queda corto.

Una vez que el beso acabó, porque debíamos respirar, dejé mi cabeza recargado en su hombro. A todo esto, seguíamos abrazados.

—¡Kim Hee Sook, yo te lo dije! —escuché un grito, para luego ver una figura caminando hacia ymi.

Era Baekhyun. ¿Qué diablos le diría?

—Baek, ¿cómo… —me separé de Sehun, pero mi amigo me interrumpió.

—Lo vi todo —sonrió —. ¡Fue genial, un gran espectáculo! Pero, Sehun, si fuera tú hubiera sido más romántico. Aunque no importa, porque ya puedo pasar el resto de mi vida diciéndote que tenía razón.

Reí, al igual que Sehun, por el entusiasmo de Baek. Aunque sabía que ahora, literalmente, se lo iba a pasar todos los días diciéndome que él tenía razón.

—¿Pero por qué estabas aquí? —preguntó Sehun —. Es horario de clases.

—Bueno, este… —jugueteó con sus dedos —. Es una larga historia.

—Tengo tiempo. —insistí.

—Ugh, bien —bufó —. La profesora Lee me sacó de clases por coquetearle a YoonHwa, pero no puede culparme; ¡esa chica es ardiente!. En fin, fui a la cafetería porque moría de hambre y los vi a ustedes salir del instituto, lo cual me resultó sospechoso. Como no tenía nada a que hacer, los seguí, y aquí me ven. Estaba detrás de aquel arbusto.

—Dios mío, Baekhyun, ¿que haré contigo? —reí.

✏✏✏

안녕하세요!!

¿Cómo están? Espero que bien.

¡Perdón por no subir ayer!

La verdad es que me olvidé, para que mentir. Pero me olvidé porque estaba muy feliz, porque pude entrar en una escuela que quería (esa que tuve que rendir exámenes, por eso no pude subir capítulos por dos semanas, la otra vez), así que bien por mi.

Y felicitaciones a algunos que no entraron, que sé que leen, igual.

Así que, esperó que les haya gustado, pueden dar a la estrellita y comentar.

Sin más, me despido.

¡Adiós!

-FxckingTae (aka. Lola)

¡Hey, Sehun! [Oh Sehun]Where stories live. Discover now