Veinticuatro.

4.2K 460 118
                                    

Editado.

La campana sonó.

—Ahora no puedo, debo entrar a clases. —le dije a Baekhyun.

—No vallamos a clases, es importante. —rogó.

Lo pensé; ya me había saltado clases antes. No era momento de hacerme la santa, además ni me gustaba física.

Y tal vez lo que Baekhyun quería decirme sí era importante.

—Está bien —suspiré y el chico sonrió conforme —. Vamos.

Nos dirigimos hacia el patio. Era la primera hora, por lo que no habría nadie.
No había clases de gimnasia los jueves a la primera hora, o al menos hasta donde yo sabía.

—Habla. —le dije, una vez que dejamos de caminar.

—Lo siento. —murmuró y bajó la cabeza.

Abrí mis ojos más de lo normal. ¿Byun Baekhyun dejando su orgullo de lado y pidiendo disculpas?

Esto no es algo que se vea todos los días.

—Te extraño -continuó —. Eres mi mejor amiga y te hecho de menos. Nadie me regaña cuando hablo con la boca llena ni cuando me aprovecho de la estupidez de Chanyeol. Lo siento, estuve mal, perdóname.

Sehun tenía razón.

Le sonreí a Baekhyun para luego abrazarlo, fuertemente. Yo también le había extrañado.

—Estás perdonado —volví a sonreír en su pecho —, pero suéltame que me quedó sin aire.

Rió y me soltó.

(...)

—Te lo dije. —sonrió Sehun.

Me senté sobre el césped, mientras le entregaba el helado a Sehun. Había perdido "piedra, papel o tijera" y me había tocado traer los helados.

—Cambiando de tema, ¿mañana vendrás a cenar? —pregunté.

—Sí, claro. No puedo esperar. —amplió sus sonrisa, mientras limpiaba helado de mi cara.

Rodé los ojos, no entendía por qué estaba tan feliz sobre ese tema.

—Mi padre me lo ha estado recordando toda la semana. Creo que le emociona más que a mí. —suspiré.

—El sábado en la noche... —comenzó, pero lo interrumpí.

—¡No hables con la boca llena! —reí —. Ya hasta pareces Baekhyun.

Rodó los ojos y tragó lo que tenía en la boca, para luego hablar.

—¿Ahora sí puedo hablar? —yo asentí —. Bueno, el sábado en la noche espérame aquí. A las 8:00.

Fruncí el ceño, confundida.

—¿El sábado a las 8:00, aquí? —pregunté y asintió —. ¿Para qué? ¿que voy a hacer yo en un parque a las 8:00 pm? ¿y si me secuestran?

—Nadie va a secuestrarte, solo ven. —se rió en mi cara y volvió a recostarse sobre el suelo.

(...)

Decidí invitar a Hara a mi casa. Mañana no iría al colegio; después de rogar como por dos horas, mis padres me dejaron no ir.

Había estado en contacto con Hara por todo este tiempo. Había visitado su cafetería, había ido incluso con Sehun, Channie y Baek. También habíamos salido un par de veces.

Es lo más cercano a una mejor amiga mujer que tengo.

—Más te vale que tengas hambre, porque he traído tres pizzas —dijo apenas le abrí la puerta —. Aunque no me importaría comerlas yo sola.

¡Hey, Sehun! [Oh Sehun]Место, где живут истории. Откройте их для себя