Capitulo 11.

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Camila Cabello se encontraba mirando por el ventanal de su nueva oficina provisional en Jaufeld C.A. Tenía que admitir que cuando su padre Alejandro Cabello le había informado de su asociación con Michael Jauregui, prácticamente obligándola a ser parte del proyecto de la hija de Mike, no le había agradado mucho la idea. Por como Michael hablaba de su hija ella sólo podía pensar que era otra hija de papá a la que le habían dado todo sin ella pedirlo. Y a ella no le gustaban las hijas de papá.

Si bien era cierto, su padre Alejandro también la había instruido en el mundo de los negocios al ser un reconocido Arquitecto en México, por lo que de Camila se esperaba que ésta pudiese continuar con la dinastía Cabello de ricos y exitosos. Pero ser la hija de Alejandro Cabello, a diferencia de la mayor de los Jauregui, no significaba que te dieran todo en bandeja de plata. Era todo lo contrario.

Camila al ser la única hija, estaba obligada a hacerse cargo en un futuro de la constructora Cabello C.A. y eso significaba que tenía que estar a la altura de lo que los socios de su padre esperaban de ella. Camila se graduó con honores de Arquitecta en la Universidad de California, pero ni graduarse con honores fue suficiente. La muchacha siempre se esforzó por la aprobación de su padre, y aunque éste sabía de lo que su hija era capaz, siempre le exigía más, puesto que algún día la constructora Cabello sería manejada por ella. Fue por esto que Camila hizo millones de especializaciones apenas terminada su vida universitaria, lo que la colocó en el lugar de ser la mejor Arquitecta Latina de su edad hasta la fecha.

El camino de Camila no había sido fácil. Siempre estaba bajo el ojo publico, evaluando cada uno de sus movimientos para saber si la heredera de la dinastía Cabello estaba a la altura de los acontecimientos. Era una enorme carga que llevar en sus hombros y ella lo sabía. Pero aún así nunca se dejó ver caer y siempre llevaba su frente en alto. La joven se había hecho cargo de muchas obras tanto dentro como fuera de su país, y siempre viajaba para enriquecerse culturalmente. Por lo que siempre estaba actualizada en el mundo de la Arquitectura.

Camila sabía de la existencia de Lauren pero lo cierto era que nunca se esforzó demasiado por conocer acerca de la joven Arquitecta estadounidense que también se había ganado su nombre en su país. Conocía de algunos de sus proyectos para mantenerse informada, y aunque tenía que admitir que sus proyectos eran buenos, tampoco le había prestado mucha atención al respecto, ya que ésta creía que Lauren sólo era una niña de mamá y papá. La muchacha ni siquiera se había esforzado en conocer cuál era la cara detrás de algunas obras que, si bien la sorprendieron, no la atraparon lo suficiente al leer el nombre de Lauren Jauregui como representación. Esa era la razón por la cual cuando ambas se cruzaron días atrás, ésta ni siquiera pudo reconocer a la muchacha. A ella no podía importarle menos quién era Lauren Jauregui, si resultaba ser lo que las revistas amarillistas decían sobre ella. La única razón por la que aceptó trabajar con ella fue porque su padre prácticamente la obligó al asociarse con Michael, y tenía que admitir que a pesar de los comentarios que se escuchaban a veces de su hija, Michael le había parecido un buen hombre después de todo. Si tenía que aguantar a la mayor de los Jauregui por su padre, pues tendría que hacerlo. A fin de cuentas, era sólo una niña caprichosa más. No podía estar más equivocada.

No tenía mucho qué decir sobre Lauren hasta el momento ya que sinceramente no habían cruzado tantas palabras como para poder juzgar a la ojiverde de buenas a primeras. Pero lo que si sabía era que esos ojos verdes la habían cautivado al punto de querer averiguar quién era esa chica que tenía tan buena y a la vez tan mala reputación en el negocio. Quizás se había equivocado con ella y resultaba ser todo lo contrario a lo que los duros críticos de Arquitectura decían de ella. O quizás confirmaría lo que éstos decían. En cualquiera de los casos, tenía que averiguarlo. Y para su fortuna, la jornada laboral ya había finalizado y eso significaba que tenía una cena a la que acudir.

Love Only; Camren.Where stories live. Discover now