Capitulo 26.

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"Poder decir adiós es crecer."


CAMILA'S POV.


Día uno sin Lauren.

Era lo que me repetía mientras hacía mi camino directo a la oficina. Caminar por estos pasillos ahora me parece tan irreal. Tan ajeno. Lo odio.

Odio tener que seguir aquí, fingiendo que no me duele. Fingiendo que no tengo el corazón destrozado. O más bien. Que no tengo corazón. Porque queriendo o no, ella se lo llevó. No podía culparla por habérselo robado, me culpaba a mi por habérselo ofrecido sin esperar nada a cambio.

Mi madre siempre decía "El amor no se trata de dar para recibir, porque si esperas recibir algo por lo que das, entonces eso no es amor." Vaya poeta que saliste mamá. Pero en el fondo de mi alma, yo sabía que tenía razón. Cuando decidí amar a Lauren no esperaba nada a cambio. Sabía a lo que atenerme, sabía en qué me metía. Y aún así, aposté todo por ella. Aún así, yo daba la vida por ella.

Terminé mi recorrido por ese infernal pasillo y pude llegar por fin a mi tan preciada oficina. No soportaba ya todas las miradas de lastima que la gente me lanzaba. Debí esperarlas, porque el chisme de que Lauren se había ido sin más había corrido más rápido que la pólvora. Ahora yo había quedado como el cachorro abandonado al que su dueño dejó en una caja sin importarle nada. Y lo peor de toda la situación, es que si ella regresara, yo se lo perdonaría. Le perdonaría el haberse ido sin siquiera darme la cara sólo para estar con ella. Así de tanto la amaba.

Me dejé caer sobre la silla de mi escritorio mientras dejaba escapar un enorme suspiro. Al menos allí, en esas cuatro paredes, podía ser yo. Podía dejar de fingir que estaba bien. Al menos allí podía añorarla sin sentirme juzgada. Levanté la pantalla de mi laptop y la encendí para ponerme a trabajar y olvidar toda esta pesadilla aunque fuera por un rato. Ahora que estaba encargada del proyecto del hotel de manera absoluta, tenía muchísimo más trabajo que hacer. Pero ni así la olvidaba. Porque para mi mala suerte, ver ese proyecto sólo me hacía recordar todas las horas que ella invertía en él. Y eso dolía como el infierno.

Noté que mi laptop estaba descargada así que fui al cajón al lado de mi escritorio donde solía guardar el cargador y un sobre color azul celeste cayó de éste sorprendiéndome. Lo tomé del suelo y miré a todos lados tratando de buscar al culpable pero claro Camila, con la oficina vacía, era seguro que lo ibas a encontrar. Volví a mirar el sobre y noté que era un sobre en blanco, no tenía ningún tipo de identificación lo que me ocasionó suspicacia. Quizás se trataba de una carta de burlas o de insultos por parte de alguien de la oficina. Quizás hasta de la misma Lucy. Con rabia apreté los labios al recordarla y estuve a punto de tirar el sobre a la basura cuando alguna fuerza mayor me detuvo. Por alguna razón algo me decía que lo abriera. Volví a suspirar y con el abre cartas que tenía sobre el escritorio lo abrí. Dentro había una carta doblada y un olor que ni en un millón de años mi nariz lograría olvidar. Chanel. Saqué la carta con dedos temblorosos, sintiendo miedo de ella, de lo que pudiera encontrar allí, y la desdoblé lentamente. Dentro de ella estaba esa inconfundible letra, a la que en pocos meses me había acostumbrado tanto. Y con un último suspiro que salió de mis labios y con toda la fuerza que reuní, me dispuse a leer lo que había en ella.

"Mi amada Camz,

No puedes imaginarte lo mucho que me costó iniciar esta carta. ¿Cómo haces cuando tienes tanto que decir pero ni siquiera sabes cómo comenzar? Así me siento. Posiblemente estés odiándome en estos momentos. No te culpo. Yo lo haría. Y entenderé si no quieres seguir leyendo esto, pero si has llegado hasta aquí, te pido que por favor leas y me dejes explicarme. De todas formas, ya me resigné a que no volveremos a vernos más.

Love Only; Camren.Where stories live. Discover now