Capitulo 14.

10.2K 415 89
                                    


Tras esa noche en la que ambas primas se sinceraron por fin la una con la otra, todo comenzó a ir mejor. Claro que aún había muchas cosas en las que trabajar. Su relación había mejorado y habían vuelto a ser las mejores amigas que eran antes. Pero Taylor seguía siendo la misma con sus padres, y aunque Lauren le había dicho varias veces que debía hablar con ellos para contarles sobre cómo se sentía, ésta se había negado cada una de las veces.

Habían pasado sólo unos días desde su regreso de Texas y Lauren pensó que después de eso todo resultaría mucho más rápido. Se equivocó enormemente. Tras su éxito en la convención los proyectos y propuestas no dejaban de llover, así como las reuniones con altos ejecutivos que estaban interesados en invertir en la empresa. Sin agregarle a eso el hecho de que aún tenía que terminar la maqueta que ella y Camila habían dejado incompleta antes de su viaje. Pese a todo el trabajo, estaba feliz ya que su padre estaba orgulloso de su gran desempeño en la convención, y si al final del día sus padres estaban felices gracias a ella, entonces todo valía la pena.

La ojiverde acababa de salir de una reunión con unos inversionistas junto a su padre y se dirigió rápidamente a su oficina a terminar unas propuestas para una próxima reunión en la tarde. Los círculos bajo sus ojos eran cada vez más difíciles de ocultar aún con todo el maquillaje que se aplicaba, y debía admitir que estaba perdiendo peso considerablemente por esos días al no tener tiempo de comer correctamente. Pero la ojiverde no se daba el tiempo para pensar en eso ya que sería tiempo que podría invertir fácilmente en todo lo que aún tenía por hacer, así que mientras tanto, se refugiaba en ropa un poco más ancha de lo que estaba acostumbrada a llevar para que sus padres no pudieran notarlo y no preocuparlos.

Lauren llegó a su oficina y se retiró el blazer rápidamente antes de darse cuenta de que en su oficina ya tenía compañía. En la silla que ella normalmente ocupaba se encontraba su pequeña prima Hailee que veía todo el desastre de papeles y planos sobre el escritorio de la ojiverde con una mirada confundida. A su lado se encontraba su secretaria Natalia atendiendo llamadas y anotando cosas en su carpeta como loca. Aunque la escena fuera poco convencional, Lauren debía admitir que daba risa. La pequeña Steinfeld levantó la vista de los planos para mirar a su prima mientras que ésta no podía apartar la mirada de esos ojos marrones que la habían mirado hace algún tiempo con miedo en la cocina de su casa. La pequeña Hailee, que ya no era tan pequeña ya que le llegaba a su prima a los hombros aún con tacones, se paró de su silla para dirigirse a su prima y darle, sorpresivamente, un abrazo que ésta no se esperó. Lauren se quedó de piedra unos instantes luego de salir de su trance y apretarla fuertemente contra su pecho, ahogándola.

– Hey Laur, yo también te extrañé pero me asfixias. – Susurró la menor mientras se zafaba del agarre de su prima mayor riéndose.

– ¿Qué haces aquí enana? Pensé que estabas molesta conmigo o que me odiabas. – Preguntó la ojiverde cabizbaja al separarse de su prima que la veía con una cara confundida.

– ¿Odiarte? ¿Estás loca? ¿Por qué lo haría? –

– Bueno ya sabes, porque abofeteé a tu querida hermana en la cocina de mi casa. – Respondió la mayor mientras veía a su prima cautelosamente.

– Ah, eso. De hecho estuvo genial, parecías de esas locas que acaban de encontrar a su marido con otra. Aún me río cuando lo recuerdo. – Carcajeó la menor.

– ¿Te ríes? Pero si me mirabas como si fuese la peor persona del mundo. No me quiero ni imaginar lo que debe estar pensando mi tía de mi en estos momentos. – Suspiró la mayor recordando cómo todos la habían visto ese día con otros ojos.

– No te miré así, no te mentiré, me sorprendió muchísimo, y si puede que al principio me haya asustado pero me asusté porque pensé que Taylor se lanzaría sobre ti y te mataría. Todos sabemos de su mal carácter. – Le respondió la menor con una simplicidad como de quien está contando una película. – Pero créeme, se lo merecía. – Volvió a reír su prima mientras Lauren la veía confundida.

Love Only; Camren.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora