Love Only; Camren.

Capitulo 13.

Miami era característico por su clima tropical, sobre todo por esas fechas de Junio. Pero también era conocido por desatar las tormentas más fuertes que cualquiera pudiera imaginar, y sin aviso alguno. Como pasaba ese día.

Lucy caminaba por los pasillos de Jaufeld C.A. mientras dirigía rápidas miradas a los empleados a su alrededor, todos se veían casi tan desastrosos como el clima ese día. La pelinegra se preguntaba a qué se debía tanto alboroto pero lo cierto era que poco le importaba. A ella sólo le importaba la ojiverde que estaba a punto de visitar. Miró rápidamente las rosas rojas que había comprado para ella ese día. Se sentía extraña, ella nunca le había comprado rosas a alguien. Y eso sólo le hacía preguntarse si a Lauren le gustarían.

La ojiverde la había estado ignorando toda la semana anterior y Lucy suponía que se debía a su nueva acompañante que no se despegaba de ella ni para ir al baño. A la pelinegra le molestaba sobre manera que la latina se hubiese vuelto una presencia constante en la vida de Lauren, sobre todo por el hecho de que, si Lucy tenía que admitir, era sumamente guapa. Aunque le reconfortaba pensar que Lauren nunca tendría nada con ella debido a que la ojiverde no se interesaba en las personas que trabajaran con ella. Claro que en su caso, ella siempre fue una excepción.

La pelinegra se bajó del ascensor en el piso de Presidencia y si le había extrañado el desorden en los otros pisos del edificio, éste la dejó atónita. Todo el personal corría de un lado a otro llevando papeles y sacando copias. Lucy paseó la mirada por todo el piso buscando a la ojiverde que suponía estaba detrás de todo esto, pero sólo pudo ver a Clara Jauregui sentada en un escritorio con una taza con el logo de la empresa en su mano derecha mientras que con la izquierda sostenía unos papeles que ojeaba por encima de sus gafas. Lucy tenía que admitir que la esposa de Michael Jauregui instigaba mucho respeto. Tenía un montón de empleados alrededor de ella diciéndole todo tipo de cosas diferentes a las que ella sólo escuchaba atentamente. Aunque la escena le parecía extraña, ya que Clara no se veía mucho por esos lugares, Lucy se extrañó aún más de no ver rastro de Lauren.

Se acercó sigilosamente a la oficina de la ojiverde donde encontró a su secretaria Natalia ordenando unos papeles sobre el escritorio vacío, no había rastro de Lauren.

La pelinegra levantó la vista al notar la presencia de la muchacha y sonrío cortésmente al notar el ramo de rosas en su mano.

– ¿Buscabas a Lauren? – Preguntó la más pequeña mientras se acercaba a la pelinegra con unas carpetas contra su pecho.

– Eh, si.. ¿qué pasa aquí? – Preguntó Lucy mientras hacía un ademan de referirse a todo lo que pasaba afuera.

– Lauren se encuentra en Texas en una convención, y el Señor Jauregui está en Brasil. Al parecer a Lauren le fue muy bien en su primer día y consiguió que muchos inversionistas quisieran asociarse con nosotros. Por eso está la Señora Jauregui aquí, se está encargando de los contratos. – Respondió la más baja mientras salía de la oficina con Lucy siguiéndola.

– Oh. – Articuló la muchacha. Se alegraba que a la ojiverde le hubiese ido bien. Ella sabía que en ese tipo de convenciones se encontraban muchísimos inversionistas que eran un hueso duro de roer, y el hecho de que Lauren hubiese conseguido que invirtieran en la empresa la llenaba de orgullo.

– ¿Quieres dejarle las flores en la oficina? Ella estará de regreso hoy en la noche. – Apuntó Natalia al ramo que Lucy sostenía.

La muchacha fijó su atención en las flores con un deje de tristeza en su mirada. Ella hubiese querido entregárselas directamente, pero sabía que si las encontraba en su oficina con una linda tarjeta la sorprendería, y a fin de cuentas, eso era lo que quería la pelinegra. Lucy le entregó las flores a Natalia con una sonrisa un tanto tímida mientras que ésta las ponía en un florero que había en la oficina de Lauren, en la mesita de centro junto a los sofás.