04 Azrael

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3 figuras femeninas se deslizaban entre el bosque, únicamente se escuchaba el crujir de las hojas cuando las pisaban y el ruido de los animales. 

-Es acá -  Una de las chicas señaló el claro del bosque, caminaron despacio, esperaron a que el reloj marcara las 12:00am para  recitar un conjuro, que una vieja bruja les había dado.  Al terminar las de decir las palabras el ruido del bosque cayó en un profundo silencio. 

-Isabel... esto no me gusta, tengo miedo- 

-Si, Isabel, es mejor que nos marchemos -  Las 3 dieron media vuelta para marcharse y justo en ese momento un joven con los ojos completamente negros estaba parada frente a ellas. 

- Mis queridas señoritas que las trae por acá -  Su manera de hablar era seductora

- Que.... queremos hacer un trato -  Habló la chica que había leído el conjuro.

-¿Que es lo que quieren? -  Se acercó a ella y la olfateo.

-Quiero ser bonita, popular, tener muchos chicos  y tener fama -  Marcia una chica regordeta y de baja estatura fue la primera en pedir.

- Algo sencillo, puedo darles eso y mucho mas, - sonrió con maldad -  Sólo que tiene un pequeñísimo precio - Se frotó las manos ansiando la respuesta de las chicas.

-  Haremos lo que sea necesario! -  Isabel estaba más que decidida en hacer el trato 

- Usen este collar, mientras lo tengan puesto serán bellas, deseadas por muchos y envidiadas por muchas, lograran lo que quieran. Tomo  a la primera le entrego un collar, se lo puso  y la beso una sombra pareció apoderarse de la chica, esta cayó al suelo, las otras 2 estaban paralizadas, ante sus ojos Marcia, se estaba convirtiendo en una mujer alta, esbelta de ojos verdes muy seductores, pero de repente comenzó a   retorcerse del dolor, el medallón se estaba enterrando en la piel del pecho, quemándola, intento quitárselo pero no pudo

- Tranquilas  - Azrael les dedico una sonrisa malvada -   Es solo su alma queriendo quedarse en el cuerpo... ese es el pequeño precio que deben pagar, sus almas serán mías.  - rió de manera malévola - 

Isabel  y  Olivia dudaron un poco, pero extendieron la mano para recibirlo, en ese momento Misha salto detrás de los arbustos. 

-No se los pongan!, es una trampa, nada de esto les servirá! - grito en señal de alerta. -  No tienen porque usar esto!, si alguien las quiere va a ser por lo que son no por como luzcan. Caminó hasta donde estaban las chicas.

-  Pero si es la linda Michelle,  querida sabes bien que la belleza importa y mucho o es que acaso a ti eso no te ha traído sus beneficios?  - Azrael ni ni siquiera volteo a verla - No seas egoísta  preciosa y deja que ellas también disfruten de la popularidad que  ser linda brinda! Si son bellas todos estarán a sus pies, tendrán lo que deseen y a quien deseen!

- No se dejen engañar! todo esto es una farsa, lo único que quiere es quedarse con sus almas para siempre, el hechizo no durara mucho y les podría pasar cosas inimaginables

- ¿Como sabes tu eso? ¿Acaso también hiciste el trato? - Izabel estaba decidida a ponerse el collar.

- ¿QUE? NO, nunca!,  si no quieren terminar muertas en un año tendrán que decirle no.

- Ya  me canse de escucharte -   El demonio con  movimiento de la mano  lanzo  a la cazadora, contra los arboles que estaban cerca dejandola inconciente-  Bien en que estábamos, lo único que tienen que hacer es colocárselo en el cuello, un beso y el mundo será suyo -  Isabel se colgó el amuleto, al momento en que la iba a besar para cerrar el trato, Misha le clavo un puñal en la espalda haciéndolo enfurecer. Al instante se transformó en un ser horripilante, las chicas lanzaron un grito de horror. El colgante de Isabel salio fácil, pero el de Marcia se enterraba cada vez más en su piel.

- Los colgantes  quitenselos y rómpalos, ¡rómpalos! -  les gritaba la cazadora -  solo asi se  liberaran del hechizo  - Una bofetada había evitado que siguiera hablando. Mientras Michelle peleaba con el demonios las 3 chicas intentaban quitarle del cuello el amuleto a Marcia que se retorcia en el suelo por el dolor que le provocaba.

- Tienen que quitárselo -  gritaba

- No puedo esta hirviendo.

 -Intenten que ella se lo quite - les insistía mientras seguía en la pelea

- Vamos Marcia tienen que ayudarnos, quítatelo - la pobre como pudo logro sacárselo y al instante se calmo, mientras una la ayudaba a ponerse de pie la otra lo lanzo al piso haciéndolo pedazos.  Al instante Azrael desapareció dándoles un momento de alivio. Las 3 temblaban del miedo.

- ¿Estas bien? -   Misha  revisaba a las chicas para ver si habían sufrido algun daño, pero solo tenian una pequeña marca como quemadura en sus cuellos. 

Las 3 asintieron con un movimiento de cabeza 

- Por mi culpa estás herida - Marcia vió el rostro lastimado de Misha

- No importa,  vamos que no tenemos mucho tiempo

Empezaron a salir del bosque, las chicas iban delante de Misha  de repente una fuerza empujo a la c cazadora  hacia atrás haciéndola caer.

- SALGAN!! Afuera ya no podrá hacerles nada!! -  Las chicas obedecieron saliendo del lugar.

- Creíste que tan fácil ibas a deshacerte de mi, te recuerdo que tu y yo tenemos asuntos pendientes  - nuevamente la hizo volar por los aires. Estaba tirada tratando de recuperar la respiración, Azrael se le acerco y la pateo en el costado el dolor fue como si 1000 agujas se clavaran de un solo, haciéndole dar una bocanada de sangre.

- Bah! no vale la pena que me ensucie las manos contigo, pero se quienes estarían felices de terminarte. -De pronto  la chica empezó a escuchar los mas escalofriantes ladridos, y aullidos de perros  ¡Hellhounds! ellos se encargaran de ti - Ahora mis pequeños, son toda suya!

De algún lado le salto por encima un perro  grande, que se coloco como escudo entre los hellhounds y ella y  en un momento una batalla se había iniciado, gruñidos, aullidos y chillidos, era lo que se lograba escuchar.  El perro peleaba contra una fuerza invisible que lo mantenía en el suelo por momentos y luego el atacaba ferozmente a la nada.

Aprovechando la situación Misha se había puesto en pie y comenzó un exorcismo poderoso contra aquel demonio que esta vez no había tenido el tiempo para poder atacarla y esta vez había podido terminar con él.

Estaba tratando de recuperar las fuerzas cuando escucho una voz ...


La Vida Siempre es un Poco Sobrenatural. Where stories live. Discover now