18 En manos del ángel

801 36 6
                                    

- Me da gusto verte -  dijo el ángel apareciéndose en la habitación de la castaña

- Yo no puedo decir lo mismo Castiel -  contestó de manera fría  - Es más, después de que te fuiste, creí que jamás volvería a verte -  dijo por fin viéndolo a los ojos y luego de pies a cabeza -  Veo que tienes un nuevo "empaque", te hace más justicia, porque el papel de apretado y mandón no te quedaba luciendo como un  jovencito  .... ¿y esta vez quien es?   - Pregunto 

- Jimmy Novak, un padre de familia que rezo porque esto le pasara.

- Así que has dejado una familia sin padre por ahí, vaya bonita manera de ayuda! -  dijo sarcástica

- Él suplico por esto, te lo he dicho ya -  dijo subiendo la voz el recién llegado  

- Vale, ¿y a todo esto que haces aqui? -  Siguió guardando las cosas en su habitación. 

- Hay algo preparado para ti - Al decir aquellas palabras, la cazadora se tensó, imaginando lo que vendría, y en su mente las imágenes del pasado se dibujaron 

- ¿Angeles? -  ambos asintieron 

- Estamos aquí para entrenarte y cuidarte -  El ángel habló con voz potente, sonaba como si un trueno hablara.  Misha detalló de mejor manera al alado, alto de cabellos rizados rubios, los ojos de un azul cristalino, la piel parecía de la más fina porcelana, y el rostro y cuerpo  como si las más profesionales manos lo hubieran esculpido.  La castaña no encontró en él ningún signo de imperfección.  A  pesar de lucir como un humano, sus características, lo hacen ver celestial.  En cambio el otro angel lucia mas como un humano, el cabello rojizo despeinado, de tez blanca y pecas, bastante atractivo también Misha le calculaba al rededor de 22 años,  

- ¿Cuidarme? -  respondio ironica-  ¿donde carajos estaban cuando mi familia, fue asesinada?  - mientras veia los cuerpos de su padre y su hermano muertos en la parte trasera del auto-  ¿o caso no les bastaron mis suplicas pidiendo ayuda para que esto no pasara -  Tenía la  mandíbula tan apretada que los dientes comenzaban a dolerle al evitar llorar. 

- No podíamos intervenir -  El angel de nombre  Melahel hablo, obtuvo en respuesta un bufido de la pequeña cazadora  -  Todo tenia que desarrollarse de acuerdo al plan

- ¿ Al plan?   Su plan era que mi familia ¡MURIERA! y que yo quedara huerfana a los 15 años?  -  gruesas lagrimas se deslizaron por sus ojos, las cuales limpió con furia de su cara. 

- Nuestro Padre tiene planes para ti, es por eso que estamos aquí, Castiel - señaló al jovencito - será quien te entrene y quien te guie. Solo debes aceptar

- ¿Entrenarme? - lanzó sus ultimas cosas al auto 

- Tiempos oscuros se acercan, y debes estar preparada. 

- ¿Y si no quiero?, total no tengo nada que perder -  Su actitud era desafiante y sarcástica 

- No, por ahora, pero nos lo agradecerás en el futuro. 

No tenia mas opcion, estaba sola y quiza irse con los angeles no era mala idea. Luego de darle sepultura a su famila  camino hasta donde los 2 angeles la esperaban, - estoy lista -  dijo limpiandose las lagrimas y ambos asintieron. 

Estuvo viviendo con el angel joven de nombre Castiel,  por 3 años. Alejados de la civilización, los angeles acomodaron una vieja cabaña en los adentros de un bosque, en donde solían entrenarla física y mentalmente.  Conviviendo con ella, Castiel descubrió que los humanos necesitan comida y descanso para funcionar bien.  Con sus habilidades, la pequeña cazadora, logró que le dieran un trabajo de medio tiempo en una de las cafeterías del lugar, su paga no era demasiada, pero le alcanzaba para comprarse algo de comer y de vestir. Además la dueña del lugar le tomó tanto cariño que le daba la comida gratis  todos los días. 

La Vida Siempre es un Poco Sobrenatural. Where stories live. Discover now