Te veo con problemas...

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Ya ha pasado una semana desde que mi sueño se hizo realidad, y todas las noches temo que cuando me levante por la mañana, vuelva a la normalidad. Pero por lo demás, todo genial y estupendo y maravilloso y amor por aquí y por allá y todos felices...excepto por un pequeño, diminuto, insignificante, minúsculo detalle sin importancia...

¡AÚN NO HE CONOCIDO A NINGÚN CHICO DEL RAIMON Y EN ESPECIAL, A AXEL!

Sinceramente, ¡Me estoy volviendo loca!

Estoy intentado coincidir con Axel en el hospital, pero oye, ¡Qué no hay manera!

Hoy, incluso, me levanté temprano para esperarlo cerca del pasillo donde esta la habitación de su hermana, así provoco que me choque con él "accidentalmente", así él me ve y sabe que existo, y me preguntaría si estoy bien, y me diría que soy muy guapa y aunque no me conozca, cree que se ha enamorado de mí a primera vista, y me pediría casarme con él y viviríamos felices para siempre.

FIN.

Pero que no oye, que después de una hora desde que entró no sale de ahí. Bufo.

— Pues nada... No hay manera. —digo molesta dispuesta a irme.

Salgo de mi escondite, si se puede llamar así, ya que estoy detrás de la pared asomándome con cara de "objetivo localizado" y la gente al pasar me mira mal. Si supieran lo que esta en juego, me entenderían. Hasta me puse la mejor ropa que encontré en el armario, no es que haya nada de marca, ya que siendo madre soltera y tener que mantener a una adolescente de 14 años no da para tener esos lujos, pero comprar en internet es muy barato. Me puse una falda azul tartán con tirantes y una camiseta holgada negra por dentro, con una chaqueta azul vaquera que era de mi padre por encima y unas medias del mismo azul por debajo de las rodillas más unas deportivas con suela de color arena. Perfecta para mi encuentro con el futuro amor de mi vida, pero claro, él no aparece.

Camino por el pasillo y voy cruzar hacia la izquierda, pero el sonido de una puerta abriéndose o cerrándose, quién sabe, me llama la atención. ¿Acaso es Axel?

Me giro y puedo ver a Axel alejándose.

A ver Axel, para cuando estemos juntos, tenemos que coordinarnos. Y eso también va por ti, mala suerte que no me deja en paz allá a dónde vaya.

Ya había girado hacia la derecha. Y yo aquí, en mis pensamientos.

¡Cachis!

¡Cris! ¡Deja de lamentarte y ve a por nuestro amor eterno!

Le hago caso a la Cris conciencia y corro persiguiéndole. Giro a la izquierda y él ya esta entrando por el ascensor.

¡Miér...coles!

Corro más rápido de lo que mis piernas creen que pueden pero no lo alcanzo.

— ¡Jolines! —grito exhausta.

¡Aún no hemos acabado Cris! ¡Aún puedes bajar por las escaleras!

¡Te amo, Cris conciencia!

Y yo amo a Axel, ¡A que baja ya!

Bajo por las escaleras saltando algunos escalones y esquivando a la gente. Cuando al fin llego al piso de la entrada, el ascensor aún no se ha abierto.

Suspiro aliviada.

— Yu...pi —digo levantando mi puño derecho sin ganas en forma de victoria mientras me apoyo en la pared.

La jugada perfectaWhere stories live. Discover now