180 centímetros

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- ¡Malfdigión! -balbuceo saliendo de casa con un bollo de crema en la boca y la mochila colgando de la espalda mientras que me hago un moño apurado.

¡Maldición! ¡Voy a llegar tarde el primer día!

Trago lo que tengo en la boca como puedo y me acomodo la mochila para poder coger la bicicleta y enseguida pedalear como si mi vida dependiera de ello. Ni siquiera me doy cuenta de quién esta a mi alrededor, aunque me parece ver a Mark de reojo, pero voy tan concentrada en no llegar tarde, que lo dejo pasar.

Llego al portal del instituto y veo que aún están entrando, así que me bajo de la bici y la dejo contra la pared, sin candado. Me apoyo en el muro para coger aire y aprovecho para bajarme un poco las mallas que llevo por debajo de la falda, ya que se me suben, y me adentro en el recinto escolar mientras me arreglo el sujetador.

Logro distinguir a Silvia y más adelante, a Nathan y Steve. Voy con paso decidido hacia ellos, pensando en qué decir para dar una buena impresión; aunque por dentro me están consumiendo los nervios. Así que al final decido cambiar de destinatario para entablar una conversación.

- ¡Buenos días! -saludo alegre con una sonrisa.

- Buenos días -me saluda con su tono neutro en la voz y una pequeña sonrisa.

El último día que nos vimos, estuvimos hablando durante bastante tiempo. Me alegro muchísimo, porque tener una conversación con Axel Blaze y que dure más de un minuto siendo casi completos desconocidos, es todo un logro.

- ¿Te vas a apuntar a algún club? -voy directa al grano, porque sé la respuesta.

- No hay ninguno que me llame la atención -me mira, encontrándose de lleno con mi mirada-. Tú al de fútbol ¿No?

Su pregunta se funde con las conversaciones que nos rodean, y mirándole a los ojos, sigo sin entender que he hecho de bien para estar delante de él ahora mismo. Con eso en mente, un sentimiento de inseguridad y miedo por estropear nuestra actual relación, se instala en lo más profundo de mí.

Me quito el sudor de las manos en la falda mientras Axel espera pacientemente mi respuesta.

- Claro -digo con la garganta en un nudo-. Estoy muy emocionada por entrar -suelto una risa nerviosa, intentando persuadir mis nervios-. Eh, mira, las listas de alumnos -señalo detrás de él, a punto de un ataque de nervios por miedo a que si sigo hablando, voy a meter la pata.

Veo a Axel llevar su atención a las puertas del instituto, donde estan pegadas las listas. Sin estar bajo su atenta mirada, siento que puedo volver a respirar.

Ambos vamos hacia allá, y entre todas, logro encontrar las listas de segundo.

Con la rapidez que sólo da leer tantos fanfics, busco desesperadamente mi nombre. Lo encuentro en la de 2°C, y en seguido busco el nombre de Axel, pero él se me adelanta.

— Estamos en la misma clase —dice con su característica neutralidad, así que no sé muy bien como tomármelo.

Puede ser que se alegre como que le sienta como una patada en el estómago.

- Tienes razón -sonrío, decidiendo tomármelo bien.

También estamos con Mark y Silvia...

- ¿Quiénes? -giro la cabeza sorprendida hacia él, y me doy cuenta de que lo he dicho en voz alta.

- Ah, es que... -me rasco la nuca- Me he informado sobre el club de fútbol y al parecer, Silvia Woods es la gerente y Mark Evans el capitán del equipo.

Empezamos a andar hacia la entrada mientras pienso en una forma de entablar conversación, pensando que mi mejor opción en estos momentos, es hablar de mi, para poder conocernos.

La jugada perfectaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora