13. Pequeñas confesiones y mentiras

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Aquella noche Mark se despidió el primero y se fue a dormir a su cuarto, solo. Jackson había pensado en dormir con él ya que aún le debía una noche juntos pero lo dejó marchar sin decir nada ya que tal vez sus compañeros pensaban mal, de hecho sospechaban algo extraño entre ellos.

Durante los días siguientes Mark evitó al máximo encontrarse con él, se quedaba más rato en el gimnasio, comía en su habitación, se duchaba en los baños de su pasillo en vez de en los vestuarios y procuraba pasar poco tiempo en las zonas comunes.

Al menos Jackson por las noches no lo despertaba y daba fé de que estaba en la habitación porque a veces daba golpecitos en la pared y pensaba en alto frases como "Mark desapareció" o "Mark ya no me quieres". Lo decía adrede para que el americano lo escuchara pero no obtenía respuesta.

Llegó el día 12, eran las competiciones de esgrima en las que participaban Estados Unidos contra Rusia. Casi todo el equipo de Taekwondo quiso ir a ver la competición, propuesta impulsada por Mark que fue quien realmente quería ir, aunque el resto decidieron acompañarle.

Jackson también estaba de espectador a lo lejos y no pudieron evitar cruzar las miradas, Mark la apartó rápido aunque el otro le siguió mirando un poco más de tiempo.

Vieron la competición aunque más que la competición se dedicaban a mirarse de reojo aprovechando que el contrario no estaba atento o eso pensaban, porque tanto los compañeros de Mark como los de Jackson les iban retransmitiendo si se miraban o no y les hacían preguntas sobre lo que había entre ambos. Jackson les respondió que simplemente su amigo estaba molesto con él sin saber por qué, el americano prefería no dar declaraciones.

Una vez terminaron se fueron a entrenar cada grupo por su lado y a la hora de la ducha Mark como los días anteriores se fue a los baños de su pasillo, Jackson se encargó de terminar antes que él para meterse en los mismos baños y buscar en su mochila las llaves de su habitación. Una vez las encontró abrió la puerta y dejó las llaves puestas por fuera mientras él lo esperaba dentro a que apareciera.

Mark caminó tan tranquilo a su habitación hasta que vio las llaves colgando y se preguntó mentalmente cómo era posible que las hubiera dejado a la vista de todo el mundo. Entró en el cuarto para comprobar si alguien le había robado y se encontró con Jackson, claro, él tenía que ser.

-¿Qué haces... en mi habitación? –preguntó Mark sorprendido y aún con el susto de encontrarse las llaves fuera.

-¿No te debo una noche?

-Ya no hace falta, he visto que te comportas y me dejas dormir.

-Ah qué raro eres... No sé por qué eres tan bipolar. Tan pronto como me hablas y te empiezas a reír conmigo, al día siguiente decides que soy peor enemigo que JB y dejas de hablarme durante días –se quejó Jackson.

El chino se imaginaba la razón por la que lo esquivaba, su forma de ser cambió después de que aquella camarera lo besara y si antes sospechaba que era gay, ahora realmente pensaba que se había fijado en él y tal vez tenía un ataque de celos.

-Tú eres más raro... ¿Por qué gritas al otro lado de la pared "Mark ya no me quieres"? Se pensará todo el mundo que te dejé abandonado.

-Pero es que es lo que has hecho, me has abandonado y luego vienes a espiarme en las competiciones de esgrima –se volvió a quejar Jackson y se tumbó en la cama desesperado.

-Pero qué pesado eres... Yo no te espío –dijo el mayor y se sentó en la cama mirándolo.

-¿Cómo qué no? Mis compañeros me dijeron claramente que me mirabas de forma analítica... ¡Ah ya sé! Querías ver el combate de esgrima a través de mis preciosos ojos...

See the light (MARKSON)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora