16. Conociendo a los Tuan

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Durante todo el día 15 Mark y Jackson ni siquiera se cruzaron. El americano tuvo entrenamiento normal por la mañana y una reunión con su selección por la tarde donde estuvieron hablando con el maestro. El chino estuvo pasando el día entero con su familia que era el último día que estaba allí y además una cena de toda la selección para celebrar que habían ganado.

Jackson llegó tarde por la noche, demasiado para que pudiera ver a Mark cenando en el comedor o ir a molestarle en su cuarto. Entró en la habitación y se metió en la cama directamente demasiado cansado como para pensar.

Al otro lado de la pared estaba el americano despierto mandándose mensajes con su familia, lo escuchó entrar y estuvo atento para saber si volvía solo o acompañado, se alivió al notar que no hacía mucho ruido y supuso que aquella noche iba a dormir tranquilo sin escuchar al otro gemir con alguna mujer, o eso pensaba, lo cierto es que le gustaba demasiado ya como para tener que soportar escucharlo con otra persona distinta.

Llegó el día 16, Jackson lo tenía libre para hacer lo que quisiera pero se fue de excursión con un par de amigos a visitar otras instalaciones que no habían podido ver, las de aguas abiertas, en la playa. Estaba situado en el Fuerte de Copacabana pero no pudieron verlo de cerca ya que justamente ese día era la final de dicho deporte.

Como no podían pasar, decidieron buscar alguna arena sin competición y vieron que la de voleibol de playa estaba libre, así que allí se fueron. Tampoco le prestaron mucha atención a las instalaciones, se fueron a la playa a tomar el sol y darse unos baños. Jackson recordó que Mark no quería ir a aquellas playas pero ya estaba allí así que quiso disfrutar del día, él no tenía el mar todos los días en frente de su casa.

Mark pasó todo el día entero entrenando algo duro porque se acercaban ya las competiciones y debía estar bien concentrado y alerta, los combates eran peores a medida que pasaba el día por el cansancio y porque todos estaban aumentando su intensidad, a pesar de eso era él quien mejor lo hacía.

Cuando llegó la noche y era la hora de cenar el americano salió de su cuarto con el chándal puesto y se encontró de nuevo a Jackson en la puerta esperándole.

-¿Pero qué?

-Hola –dijo Jackson alzando la mano y le dedicó una sonrisa.

-¿Vas a cenar?

-Sí, te estaba esperando, eres un tardón.

Mark le dio un golpecito en el brazo y luego salió de su cuarto, caminando con él al lado en dirección al comedor. Estuvieron charlando sobre cómo lo había pasado Jackson con su familia el último día y cómo eran las playas de allí. Se le veía contento y descansado, todo lo contrario que el americano que tuvo un día realmente agotador.

Tras la cena ya era costumbre que los dos caminaran hasta la puerta de la habitación de Mark y el chico abrió la puerta, entró y la dejó abierta por si entraba el menor pero no escuchaba la puerta abierta, él seguía allí sin pasar.

-¿No vas a dormir aquí? Digo... Pensaba que te quedabas.

-Vengo en un rato, quiero hablar con mis padres un poco. ¿Me vas a esperar despierto o tengo que robarte la llave? –preguntó Jackson sonriente.

-Tranquilo, espero despierto, o eres capaz de darme golpes en la pared para despertarme y que te abra.

-Vale, ahora vengo –dijo Jackson y cerró la puerta antes de irse.

Ambos aprovecharon que estaban solos para poder hablar con sus familias, Mark hizo una video llamada mientras que el otro simplemente prefería llamarlos, los había visto hacía poco tiempo.

See the light (MARKSON)Where stories live. Discover now