19. Descubriendo la verdad

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Mark pasó el resto del día con su familia paseando e incluso fueron a la playa donde las niñas jugaron con su tío felices de la vida. Al llegar la noche todos querían ir a ducharse y arreglarse un poco ya que cenarían todos en el paseo marítimo. Fueron juntos al hotel y allí fue donde quedaron en dos horas, eran muchas personas las que tenían que ducharse. El chico se fue a sus instalaciones y se cruzó con Jackson cerca de los pasillos.

-¡Hey Mark! –gritó el chino acercándose al otro bastante alegre.

-Jackson.

Se acercaron el uno al otro y el menor no tardó ni medio segundo en rodearlo con sus brazos, pegándolo a su cuerpo de esa forma tan agobiante y cariñosa que tenía de demostrar su afecto.

-¿Cómo te ha ido con tus padres? Que sorpresa que al final hayan venido, se te veía muy contento.

-Todo bien, me ha hecho mucha ilusión –dijo Mark sin poder ocultar esa sonrisa que reafirmaba su felicidad.

-Me he enterado de que a Yugyeom le han dado dos semanas de reposo, lo has lesionado aunque no se va a morir y podrá seguir haciendo artes marciales cuando haga la rehabilitación. Se lo escuché a unos coreanos mientras estábamos comiendo –explicó Jackson.

-¿En serio? Y... Tengo una duda. ¿Dónde has aprendido tantos idiomas? ¿Cuántos hablas?

-Mmh... Hablo chino, coreano, inglés, algo de francés y un poco de japonés. De pequeño iba a un colegio bilingüe de chino e inglés, allí aprendí los dos como si fueran ambos mi propio idioma. Luego unos años más adelante en idiomas escogí el coreano y se me daba bastante bien, lo hablo fluido. A partir de la esgrima fue que me interesé por aprender algo de francés y japonés pues tengo algunos amigos allí y veo algunos animes o películas japonesas –explicó orgulloso Jackson.

-Que increíble. ¿Me acompañas? Es que tengo que cambiarme –dijo Mark empezando a andar, el otro lo siguió. -¿Y te gustaría aprender más idiomas?

-No, creo que tal vez perfeccionaría el francés o el japonés, pero otro idioma no porque no tengo mucho tiempo tampoco, desde que entré en el equipo nacional de esgrima apenas tengo tiempo de vivir –bromeó Jackson divertido. Le gustaba que se interesase por su vida.

Llegaron al cuarto de Mark y entraron, allí el chico empezó a buscar la ropa que se iba a poner mientras que el menor esperaba sentado en la cama mirándolo con curiosidad.

-¿Vas a salir? –preguntó Jackson.

-¿Te quieres venir?

-No, no. Mejor ve con tu familia, han venido para verte y no quiero estar desviando tu atención.

-¿No es porque te da miedo mi padre? –preguntó Mark divertido. Aprovechó para sonreír maliciosamente ahora que no lo veía porque estaba de espaldas.

-¿Tu padre? Tu padre es genial, una gran persona... ¿Me tiene que asustar? Quiero decir, parece serio pero no muy agresivo.

Mark trataba de contener la risa escuchando lo que pensaba de su padre y seguía escogiendo la ropa, ya lo había decidido pero quería seguir jugando con el menor.

-¿Agresivo? ¿Cómo de agresivo?

-Sí bueno... ¿A todos tus amigos les dice que te cuiden? Me sentí mal a la hora de irme a entrenar y dejarte solo con tus compañeros... ¿Se enfadó? Quise volver y hasta echarte el champú, darte un masaje y peinarte como en una peluquería para que vieran lo bien que te cuido.

Mark estalló a reír y se giró para mirarlo de lo tonto que era a veces. Casi nunca reía así y Jackson simplemente sonrió al verlo, pero no entendía aquellas carcajadas.

See the light (MARKSON)Where stories live. Discover now