A Bad Girl

Capitulo 10

Al fin he encontrado un lugar en el almacén donde puedo estar tranquila y sola sin que sea la habitación. El tejado. Estoy acostada en el piso mirando los colores del cielo, es casi de noche así que hay un poco de rosado, morado y algunos tonos crema. Veo las aves revolotear de un lado a otro. Cierro los ojos disfrutando del sonido. Los últimos días aquí han sido fuertes, Dominic nos ha incrementado el entrenamiento y pedido que aprendamos más acerca de la compañía, ya parece maniático. De pronto unas pisadas me ponen alerta.

—Quien quiera que sea ¿qué haces aquí?

—Estaba buscándote —Dominic.

— ¿Para qué?

—Por si te habías escapado otra vez —siento que se detiene a un lado de mi cuerpo.

—No, aun no tengo ganas de cometer algún crimen.

—Claro.

—Exacto —entonces se me ocurre preguntar—. ¿Donde aprendiste a combatir? —abro los ojos encontrándome enseguida con los suyos.

—En la calle.

—Por eso eres tan brusco.

—Si —ríe—. Luego de la muerte de mi padre, antes de la venganza, pase por una rabia inmensa, bebía y peleaba todo el tiempo.

Asiento.

— ¿Puedo sentarme? —apunta al piso.

—Sí.

— ¿Que te atrajo a ser asesina, ya sé que mataste a alguien pero como te diste cuenta?

—Me gusta ver el dolor, como las personas lloran asustados al darse cuenta de que morirán y me gusta ver la sangre, eso lo note en una clase de biología cuando abrimos una rana, a todos les daba asco, a mi me daba curiosidad y satisfacción.

—Estás más loca de lo que creí.

—Porque de seguro tu no.

—Eres una buena psicópata.

—Y tu un buen sociópata.

—Nunca antes había hablado de esto con alguien.

—Yo tampoco.

—Es raro.

—Sí, lo es —levanto el torso quedando sentada a su lado.

—Necesito que entrenes a algunos —dice cambiando el tema.

— ¿Por qué tanto entrenamiento? Todos somos muy buenos, no nos hace falta.

—No todos.

— ¿Quién entonces?

—Por ejemplo, los que solo se dedican a robar no saben mucho acerca de combate.

—Kim, Hana y Xi —cierto, ellas no saben cómo defenderse.

—Ves, y quiero que todos sean capaces de enfrentar esto y salir con vida.

—Está bien.

—Eso nos ayudaría para avanzar para poder generar las estrategias de ataque.

—Entiendo.

—Y si se te ocurre algo, no dudes en decirme.

—De hecho tengo varias cosas que decir.

—Bien, ve a mi habitación al terminar en el sótano.

—De acuerdo.

La conversación termina. No duro mucho afuera ya que mañana si que será un día largo