Capitulo 22

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Una cita. Tendré una maldita cita con Dominic. La palabra "cita" no forma parte de mi vocabulario tradicional. Nunca en mi vida he tenido una cita y ahora tenerla con nada más y nada menos que con un criminal, no me emociona demasiado.

Estoy en mi cuarto viendo fijamente el armario viendo las opciones de ropa. Nada. Todo es ropa totalmente negra. Que mierda...

Rasco mi cuero cabelludo una y otra vez pensando en cómo evitar salir con él. No, no puedo evitarlo.

Salgo de mi habitación y camino hacia la de Hana. Toco un par de veces y ella abre.

—Hola Kate ¿Qué pasa?

—Necesito un consejo de chicas —eso es lo más ridículo que he dicho en toda mi vida.

— ¿Ah? —Me mira confundida—. ¿Estás bien?

—Sí, es que tendré una "cita" con Dominic.

—No me jodas... —la mandíbula casi que se le cae al piso.

—Pues si yo no sé que ponerme.

— ¿Sabes a donde te llevará?

—No.

— ¿Te ha dicho como tienes que ir vestida?

—No.

—Cariño, ve y pregúntale —posa la mano en mi hombro.

Con toda la vergüenza del mundo voy a la habitación de Dominic.

—Kate, que sorpresa verte por aquí —se burla.

—Ya... Tengo una pregunta —miro a todos lados evitando su mirada.

— ¿Qué? —se recuesta en el marco de la puerta con los brazos cruzados.

— ¿Cómo debo ir vestida a la cita?

Mis ojos se posan en él y noto que las comisuras de los labios se tornan hacia arriba.

—Ponte un lindo vestido, quiero ver tus piernas —baja la mirada a mi parte inferior.

—Asqueroso pervertido —elevo su barbilla.

—Así te gusto.

—Aun no lo admito.

—Pues lo harás.

Bufo por su arrogancia, giro sobre mis talones regresando con Hana.

— ¿Qué te dijo? —ahora estamos sentadas en su cama.

—Pues que me pusiera un vestido pero no tengo gusto para eso.

— ¿Te parece si salimos a comprarte algo?

—Sí.

—Bien, coge tus cosas y vámonos.

Hago lo que me dice y en menos de 10 minutos ya estamos en camino a un centro comercial.

Qué raro es estar aquí, tanta gente a mi alrededor me hace sentir claustrofobia.

—Ya relájate —Hana nota mi tensión.

—Se me hace difícil.

— ¿Vamos directo a ver los vestidos?

—Sí...

Hana se gira espantada o sorprendida por mi respuesta.

—Ya se, es raro, pensé que nunca usaría uno.

Entonces entramos a la primera tienda. Ok Kate, tu puedes con esto.
Hana, tan impresionada como yo por lo impactante de la tienda, se quedo muda por unos segundos, luego de esos segundos en shock le pedimos ayuda a una de las asistentes.

A Bad GirlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora