Capitulo 19

1K 89 11
                                    

—Dominic —esta tan serio como siempre.

—Hola Kate.

— ¿Qué se te ofrece? —sigo con la mano en la puerta.

—Quiero que filtres la información.

—Pasa —me hago a un lado dejándolo pasar.

—Solo un poco, que parezca un rumor.

—De acuerdo.

Agarro la laptop que esta sobre la mesita de noche, la enciendo y espero a que cargue.

— ¿Qué hacías hoy afuera? —dice al ver mis botas tiradas a un lado cerca del bolso viejo.

—Fui a buscar unas cosas en mi apartamento.

— ¿Durante todo el día?

—Luego fui a visitar a un amigo.

—Claro...

La laptop ya esta lista, conecto el pendrive y entro a un pagina que se dedica a la publicación de noticias. Con una cuenta anónima, publico algunas cosas acerca de United Corporation.

—Menciona lo de que establecerá relaciones con otras empresas sin haber consultado a sus clientes —se sienta a mi lado en la cama.

Y eso hago.

—Listo —cierro la sesión de la cuenta y apago la laptop.

—Gracias por eso.

—No es nada, tú mismo podías hacerlo.

—Quería pasar a verte un rato.

—Aja... —dejo la laptop en su puesto.

—En serio.

—Eres raro Dominic.

— ¿Por qué lo dices?

—Por tus ataques calenturientos hacia mí.

— ¿Ataques calenturientos? —ríe.

—Sí y ni siquiera sé que hago como para ocasionar eso.

—Eres muy sexy seas o no consciente de eso.

—No inventes.

—No lo hago.

Me pongo de pie quedando de frente a él. Poso las manos en sus hombros.

—Estás loco —acerco el rostro al suyo.

—Más de lo que crees —me sorprende sujetando mi trasero acercándome más a él.

—Si tuviera el cuchillo en la mano ya te hubiese apuñalado por hacer eso.

—No te quejes que yo se que te gusta... —susurra cuando nuestros labios están rozándose—. Ven...

Tira de mi camisa haciéndome subir a él, sentándome a horcajadas. Nuestros labios se encuentran en un caliente beso. Su lengua no tarda en deslizarse en mi boca, recorriéndola lentamente. Sus manos se cuelan bajo mi camisa tocando y apretando mi abdomen.

—Auch... —me encojo cuando toca mi costado izquierdo.

—Lo siento.

—Te recuerdo que golpeas fuerte.

—De verdad lo siento.

—Pues no lo sentías cuando me golpeaste.

—Ya.

Noto su mal humor por recordárselo, tomo su rostro y vuelvo a besarlo, haciéndolo continuar. Alzo los brazos cuando la camisa ya está por mi cuello, quitándomela del todo. Mientras sigue con sus besos, yo hago lo mismo con su camisa pero un poco más lento, tocando con suavidad cada músculo de su perfecto abdomen. Llego a sus pectorales y él no aguanta más y se saca la franela. Ahora que esta lo bastante cerca de mí, puedo ver algunas cicatrices pequeñas regadas por su torso, mis manos van directo a ellas, tocándolas.

—Algunas peleas.

Entonces veo la cicatriz de su hombro.

—Está la hice yo —paso el pulgar sintiendo el pequeño nódulo de piel.

—Es un lindo recuerdo.

Me lanzo a su boca. Lo quiero. Él aprieta mi cintura. Paso las manos por su fuerte espalda hasta conseguirme con otra cicatriz, esta es mucho más grande que las otras.

— ¿Y esta?

—Un accidente de auto...

Es inevitable para mí pasar más de dos segundos sin besarlo. Él se mueve sobre la cama quedando suspendido sobre mí, besando mi cuello.

—Aahh... —baja por mi pecho entre mis senos.

Baja aun mas depositando besos por mi abdomen hasta llegar al inicio de mis shorts. Desabrocha el botón, baja el cierre y por ultimo desliza la prenda por mis piernas hasta tirarlos a un lado. Se baja de la cama y veo como se quita los Jeans quedándose en un bóxer que le queda apretado por su clara erección.

Vuelve sobre mí apoyando las manos a cada lado de mi cabeza. Me mira fijo con esos ojos color miel intensos.

— ¿Qué? —acaricio sus brazos.

—Eres jodidamente hermosa.

—Ya cállate.

—No, lo diré cada cuanto pueda.

—... —me tapo la cara tratando de tapar mi sonrojo.

—Y justo ahorita vamos a follar —presiona su erección en mi entrepierna.

—Que romántico sonó eso.

—Es la verdad.

Sin más ni menos se deshace de mis bragas y de su bóxer. Se acomoda entre mis piernas y un suave empujón se desliza dentro de mí.

— ¡Mmm! —encorvo la espalda hacia atrás.

—Mmm —gruñe escondiendo la cara en mi cuello.

Nuestras caderas se mueven en un delicioso vaivén de arriba hacia abajo. Él no para de besarme ni yo de tocar su espalda. De cuando en cuando toca mis senos o aprieta mi cintura hacia él.

—Aahh... —ahogo un gemido en cada embestida.

Tiro suavemente de su cabello ganándome varios gemidos de su parte. Los dos estamos increíblemente excitados así que no duramos alcanzando el delicioso orgasmo. Él se queda tumbado sobre mí hasta que en cuestión de segundos me quedo dormida.

***

Un profundo suspiro me despierta seguido de un gran bostezo. Me estiro bajo las sabanas y abro los ojos con pereza. Estoy boca abajo así que lo único que veo son las almohadas. Estiro el brazo derecho pero no encuentro nada.

—Estoy aquí —dice una voz ronca desde mis pies.

Levanto un poco la cabeza y veo a Dominic. Esta sentado en la orilla de la cama con la cajita que había ido a buscar a mi apartamento en sus manos. Me arrastro hacia él.

—Hola... —paso los brazos por su cuello pegando mi pecho a su espalda. Deposito un beso en su hombro.

—Hola —sigue revisando el contenido de aquella cajita—. ¿Es tu familia? —alza una de las miles de fotos que ahí hay.

—Sí. Esa es Emily —señalo a mi hermanita.

—Se parece a ti.

—Sí.

—Son muchas fotos.

—Me gustaba mucho la fotografía y pues ellos eran mis principal inspiración.

—Son lindas.

—Ya —le detengo antes de ponerme a llorar.

—Está bien —deja la cajita a un lado y se gira hacia mí—. ¿Cómo dormiste? —me siento a horcajadas.

—Muy bien.

—Yo también —sonríe—. ¿Eso quiere decir que te gusto?

—Sí.

—Genial —comienza a besarme.

—Dominic...

—Mhn...

Pero sus besos me distraen un montón, dejando de lado lo que iba hacer.

—Nada...

—Eso pensé.

A Bad GirlWhere stories live. Discover now