Capitulo 42

573 55 0
                                    

No sé cómo pero ya han pasado seis meses desde aquel asunto con William. Londres lo ha olvidado todo por completo y casi puedo decir que las cosas van bien si no fuese porque Dominic en momentos inesperados explota con tanta tensión en United Corp.

En secreto he organizado un viaje fuera de Londres, así él podrá descansar o al menos eso espero.

—Kate —lo escucho llegar.

—Aquí —giro estando en el sofá con la laptop en las piernas—. ¿Qué tal tu día?

—Mejor —viene hacia acá mientras deshace el nudo de la corbata—. ¿Cómo estás? —me besa.

—Genial ¿Oye qué harás esta semana?

—Nada importante, la compañía está libre —se tumba en el sofá.

—Que bien —sonrío.

— ¿Por qué?

—He organizado unas vacaciones.

— ¿Ah sí? —sonríe—. Ven —toca su pierna.

Enseguida me muevo colocándome encima de él—. Sí, planeaba ir a Bradford.

— ¿Con tus padres? —une el entrecejo.

—Sí... ¿No quieres? Puedo cambiar el lugar.

—No, está bien, quisiera conocerlos más.

— ¿En serio?

—Claro, llevamos cierto tiempo juntos y creo que sería bueno ir a visitarlos.

—Dios... Te amo tanto...

Acaricio su mandíbula con la mano y seguido lo beso.

— ¿Quieres ir a cenar?

—Mejor te ceno a ti... —me inclino hacia su cuello, dejando varios besos.

—Kate... —suspira—. En serio... —pero aprieta sus manos en mi cintura.

—Ok, ok, iré a cambiarme.

Salto de él directo a la habitación—. Me ducharé rápido —escucho en la puerta.

Escudriño mi armario hasta dar con un vestido negro de mangas largad y encaje. Dudo ponerme los tacones pero son lo que más combinan con esto, exhalo un poco frustrada pero accedo a ponérmelos. Cepillo mi cabello, coloco los aretes y ya estoy lista.

En eso Dominic hace aparición con su maravilloso traje—. Luces increíble.

—Y tu arrebatador.

Me ofrece su brazo, lo tomo y los dos salimos. Ya en el auto, ajustamos nuestros cinturones y nos dirigimos a un restaurante italiano de la sexta avenida.

—Buenas noches hermosa pareja —nos recibe un hombre igualmente trajeado.

—Mesa para dos, por favor.

—Síganme.

Caminamos tras de él hasta una mesa al lado de la ventana. Nos da la carta ausentándose por unos minutos.

—Nunca sé que quiero comer cuando salgo —admito.

—Escoge algo que quieras mucho y ya.

—Mmmm ¿lasaña?

—Me parece bien.

Ordenamos y el mesero de ausenta nuevamente.

—Entonces... Bradford.

—Podemos cambiar.

—Ya te dije que está bien, ¿Qué haremos allá?

—Quisiera pasar tiempo con Emily, es una gran niña.

A Bad GirlWhere stories live. Discover now