Capitulo 31

725 66 9
                                    

Ya han pasado tres días desde que llegue a casa de mis padres. Es bueno pasar estos días con ellos pero también es raro cuando he pasado cinco o seis años lejos de ellos, a veces me siento presionada pero he sabido mantenerme.

— ¿Kate? —Emily chasquea los dedos en frente de mi cara.

—Ah ¿Qué?

— ¿Estás bien?

—Sí, solo me distraje.

— ¿Cómo te has sentido aquí? —pregunta mamá con una copa de vino en la mano.

—Bien, raro pero bien —rasco mi cabeza—. Extrañaba estar con ustedes.

— ¿En serio te vas a ir en cuatro días? —Emily se entristece.

—Tengo que, estoy trabajando, por suerte me dieron esta semana y la aproveche para venir.

— ¿Me puedo ir contigo?

— ¿Qué? —los tres miramos a Emily con verdadera sorpresa.

— ¡Por supuesto que no! —todos nos asustamos con su grito.

—Mamá no le grites —trato de calmarla.

—Pero es que... —inhala—. No puedes ir con ella.

—No le estoy diciendo que pueda, ya dije que tengo trabajo.

—Perdón por preguntar... —Emily se encoje.

—Tranquila, igual nos iremos de viaje cuando este libre.

—Kate...

—No mamá, ella ira conmigo.

—De acuerdo.

—Bien.

La discusión termina y el timbre nos saca de nuestros serios pensamientos.

—Yo iré —dejo la servilleta a un lado y camino a la puerta—. Relájate Kate, no mates a tu familia —respiro profundo. Vuelven a tocar el timbre—. ¡Ya voy! —abro y me llevo un tremendo susto.

—Hola, nena —su sonrisa arrogante reluce ante mí.

—Dominic... —creo que mi corazón se detuvo—. ¿Qué haces aquí?

—Vine a verte —inclina un poco la cabeza.

— ¿Quién es, cariño? —escucho a mamá detrás de mí.

Abro los ojos por miedo y luego los cierro, lamentando mi existencia —Mami... —extiendo la mano hacia ella—. Él es Dominic, mi...

—Novio —responde él muy orgulloso. Lo miro atónita y él me dedica una sensual sonrisa.

—Sí, novio.

— ¿Eres Dominic? —de la nada aparece Emily.

—Sí.

—Kate y yo estábamos hablando de ti ayer.

— ¿En serio? —me mira.

—Sí...

—Vamos, no te quedes allí, ven a almorzar con nosotros.

—No mamá, no creo que tenga hambre.

—Claro que sí.

Su puta madre...

Vamos al comedor y mi encantadora madre agrega una silla a la mesa.

—Papá, él es Dominic, mi novio además trabajamos juntos.

A Bad GirlWhere stories live. Discover now