Messporn → j.b + z.m

19.

ADVERTENCIA: Contenido explícito, +16.

Los chicos sonrieron al unísono al ver el pequeño cuerpo tranquilo de Zoe sobre la cama. Era algo adorable de ver. Las cobijas la cubrían hasta un poco arriba de su barbilla y apenas y podía verse su pequeña nariz y las preciosas pecas de los pómulos, y aquel increíble cabello rojizo. Una preciosidad. Los chicos se miraron y sonrieron divertidos, deslizándose a la vez por debajo de la ropa de cama y apretando el cuerpo de Zoe contra el de ellos. Tan dulce y pequeña que temían romperla. Zayn rió entre dientes al ver como las mejillas de Justin tomaban color y su nariz igual, eso pasaba cuando hacía frío y él lo adoraba. Justin miró al moreno y le sonrió, acercándose a besarlo, para acomodarse nuevamente contra una Zoe adormilada y sonriente. Los dos volvieron a sonreír y se cubrieron con todo el revoltijo de sabanas que se encontraban esparcidas en la cama, apretándose los tres juntos.

Zoe gimió bajito al sentir como la acurrucaban contra sus cuerpos y como la besaban por todas partes mientras dos pares de manos se deslizaban por cada curva de su cuerpo. Le fue inevitable no sonreír contra los labios de Zayn al momento en que la besó y reír suave cuando Justin le susurró todo lo que quería hacerle. Dios, tan perfecto. Ella apenas y podía abrir sus ojos por el cansancio y esa imagen de una Zoe despeinada, sonrojada y adormilada era la que volvía loco a los chicos y los hacía acurrucarse más. Los dos sonrieron enternecidos al escuchar su pequeña y dulce risa cuando Zayn le hizo cosquillas y Justin le besó ruidosamente la mejilla. Zoe les regaló una enorme sonrisa y eso bastó para que sus corazones latieran más rápido de lo normal.

-Hola, nena. -Justin susurró bajito. Zoe parpadeó y le besó la barbilla en señal de saludo. Zayn sonrió encantado igual que Justin.

-¿Todo bien, bebé? -Zoe asintió a la pregunta de Zayn con lentitud.

-Mucho mejor ahora que están aquí.

Zoe se sonrojó al ver como los dos chicos la miraban con ese brillo especial en los ojos, escondió su rostro debajo de su cobija y el rubor llegó hasta sus orejas al escuchar cómo se reían. Trató de ocultar su rostro de nuevo al sentir las manos de Zayn destaparla. Sonrió contra sus manos por el beso que los dos le habían brindado a su cabeza. Al sentir las manos de Justin alejar las suyas hizo un puchero con sus labios regordetes, provocando que los dos rieran y la besaran en los labios a la vez. Ella gimió y los chupó, gimiendo por segunda vez al sentirlos duros contra su piel. Zayn besaba lento y mordía sus labios perezosamente, tan delicioso que hacía temblar sus piernas y desear más. Justin era todo lo contrario, la besaba duro, chupándola, lamiendo sus labios que sus pezones dolían y la hacía querer sentirlos a los dos a la vez, besándola a la vez pero con esas diferentes formas de llegar hasta ella. Su piel se erizó cuando los dos se separaron a la vez y se quitaron sus camisetas, lanzándolas lejos, dejándole mucha piel por alcanzar y tocar, tersa, caliente, suave. Cuando volvieron a acostarse junto a ella estaba tan temblorosa y sus labios estaban hinchados por cada beso que había recibido. Cerró sus ojos y sintió la tela de su pequeña blusa ascender mientras unos dedos acariciaban la piel de su vientre.

Justin mordió su labio inferior, rozando con sus dedos la piel tersa de su pequeña. Tan blanca y cremosa, y esas pecas que se regaban por cada porción de piel lo tenían babeando, literalmente, igual que a Zayn. Mierda, los dos estaban tan decididos por recoger esas pequeñas manchas con sus bocas. Era tan preciosa y tan atractiva que hacía sus corazones palpitaran de la emoción y llevaba sus deseos más altos hasta el punto en el que ninguna chica los había hecho llegar. Era una pequeña delicia y a ellos les excitaba lo mucho que podía hacerlos perder la cabeza con cualquier acto que cometiera o cualquier palabra que pronunciara. Querían hacerle el amor, tomarla, hacerla suya para contemplarla todos los días en su propia cama. La querían muchísimo más cerca de lo que ahora eran capaces de tenerla. Y sólo sentían la necesidad de hacerla suya para que todo estuviera completo.