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26.

Zoe sopló suavemente su pequeña nariz con ayuda de su pañuelo. Silbó bajamente y cada uno de los perros de los chicos la siguió escaleras arriba. La pequeña pelirroja se había encargado de ir de inmediato de salir del hospital a la casa de los chicos y recoger a sus pequeños amigos, era lo menos que podía hacer y estaba completamente segura que Justin y Zayn hubieran deseado eso. Ellos los amaban tanto como Zoe amaba a su perro y a su pequeño gato. Una triste sonrisa irrumpió en su rostro cuando se sentó suavemente en su viejo sofá y Lukas y Krauss salieron a recibirla, ella los acarició y su corazón se rompió un poco más al ver que cada uno de los amigos de los chicos se sentaban a su alrededor viéndola fijamente, esperando algo o alguien y esos alguien ella los conocía perfectamente, tan perfectamente que sus lágrimas cayeron de nuevo al pensar en tan mal estado que los había dejado en aquel desolado hospital. Zoe cada minuto que pasaba estaba rompiéndose lentamente, tan lentamente que no sabía qué hacer. Dios, nunca había recibido un golpe tan duro como el que había recibido el día anterior.

-Lo siento tanto, el golpe fue increíblemente fuerte y provocó estragos en sus cuerpos. Cuando el parabrisas explotó los vidrios salieron volando en todas las direcciones y estuvieron a punto de matarlos. Tienen los huesos rotos, la mayoría de ellos en delicado estado, pasara un largo tiempo antes de que puedan levantar si quiera las manos sin quejarse. Sólo puedo decirle que están vivos de milagro, un minuto más sin que la ambulancia hubiera llegado y estaría contándole otra historia.

Zoe recordó aquellas duras palabras que le dijo uno de los médicos que estaba atendiéndolos y un escalofrío la recorrió entera. El solo pensar en sus chicos sin vida era demasiado para ella, demasiado para alguien tan frágil como ella. Su corazón se encogió y un sollozo escapó de su pecho. Trató de tomar todo el aire que pudo pero le fue tan difícil cuando fuertes imágenes aparecieron en su mente intranquilizándola. Su pecho dolió cuando trató de tomar suficiente aire. Mierda, no ahora, no ahora, joder.

Sus manos se pusieron húmedas y sintió aquellos desagradables calambres en sus músculos, subió de inmediato su rostro y trató de llenar sus pulmones. Nuevas imágenes interrumpieron en su cabeza. Justin y Zayn chocando. Justin y Zayn desangrándose. Justin y Zayn tratando de vivir. Justin y Zayn llamándola. Justin y Zayn muriendo.

Zoe sintió su corazón palpitando más rápido de lo normal, estaba hiperventilando ya. Los vellos de sus brazos se elevaron y sintió una sensación de frialdad. Su pecho dolía tanto, tanto que las pequeñas lágrimas descendían por su pequeño y dulce rostro. Gritó cuando fuertes temblores la golpearon y su cabeza retumbó varias veces. Zoe gritó tanto que sintió su garganta en carne limpia. Sus oídos dolieron cuando escuchó varios ladridos a su alrededor y como los perros trataban de consolarla acurrucándose en sus piernas. Aún a pesar de toda la nube de dolor le fue inevitable no sonreír. Era tan fuerte que hasta ella misma solía sorprenderse algunas veces.

Cerró sus ojos con lentitud y se dedicó a inflar sus pulmones unas diez veces, tomando más aire de lo normal. Sintió las lágrimas secas en sus mejillas y evitó volver a derramarlas de nuevo cuando sintió como su pecho se expandía y como aquellos zumbidos en sus oídos se iban. Su respiración volvió a ser normal con demasiada lentitud pero volvió. Cuando abrió los ojos sus fuerzas fallaron y cayó de lado en el sofá, tan cansada que no tuvo las fuerzas para competir contra aquel sueño que estaba llamándola y mucho menos cuando todos los pequeños chicos se subieron en el enorme sofá y se acurrucaron contra ella. Protegiéndola de todo mal. Una lágrima traicionera la abandonó cuando pensó de nuevo en sus chicos y cuando trató de alcanzar a todos los pequeños perros y sus brazos no fueron lo suficientemente largos. Zoe se conformó y su pecho se llenó de un alivio increíble al pensar que ellos quizá entendían su dolor y la única forma que encontraban por ese momento era acurrucarse contra ella y darle aquel increíble amor perruno acompañado de ese pequeño y dulce amor gatuno que le brindaba su pequeño gato mientras al fin lograba subir al sofá y se acurrucaba en su cuello. Zoe apenas tuvo la fuerza de estirar uno de sus brazos y alcanzar la gigantesca cobija que su abuela le había regalado en su cumpleaños pasado y los arropó a todos con ella incluida. Dios, el solo pensar que el día siguiente la esperaba era como si le estuvieran dando millones de golpes seguidos. Un gruñido bajo de frustración la abandonó.

Habían pasado tantos años desde un ataque de ansiedad. Tanto que ni siquiera recordaba la fecha exacta y quizá eso se debía a que ella en el pasado, poco después de que sintió que sus pulmones le fallaban, se desmayó. Zoe para ese tiempo apenas y sabía controlar sus ataques de ansiedad. Apenas y empezaba a descubrirlos. No era gran sorpresa para ella que no recordara esos momentos. No era gran sorpresa para ella que esos momentos los hubiera olvidado. La sorpresa justo en ese momento era que ella volviera vivir esos jodidos momentos. Y justo ahí fue donde se dio cuenta que Justin y Zayn eran más importantes de lo que ella creía. Fue justo en ese momento donde se dio cuenta que eran más importantes que cualquier otra persona. Fue justo en ese momento cuando se dio cuenta que estaba enamorada... Fue justamente luego de pasar por aquel horrible momento que Zoe se dio cuenta que amaba a Justin y a Zayn y que si no tenía cuidado su corazón iba a terminar hecho pedazos y no por accidentes como aquel, no. Su corazón iba a romperse cuando se diera cuenta que quizá, quizá ellos no estaban igualmente enamorados que ella.

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