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Justin y Zayn gruñeron cuando las dos mujeres chillaron con fuerza y llegaron al clímax. Más frustrados y aburridos que a gusto. Pero de eso era parte su trabajo. Fingir ante las cámaras que estabas disfrutándolo. Por último les dieron un ruidoso beso a las mujeres satisfechas debajo de ellos, cortándolo de inmediato cuando Elliot de fondo gritó un "corte". Los dos salieron de las mujeres de inmediato, levantándose sin una pizca de sudor ni cansancio. Se arrepintieron de inmediato cuando habían aceptado hacerle el jodido favor a su jefe. Mierda, podrían estar metiéndose en un serio problema por intentar ayudar a Elliot. Si Zoe llegara a saber que ellos estaban follando en vez de estar con ella sería jodido. Sería terrible para la confianza que acababan de construir de nuevo con ella.
Justin fue hasta la esquina y alcanzó una toalla y la lanzó hacía Zayn, asintiendo cuando el último le agradeció con una mueca de fastidio por una pequeña rubia que estaba siguiéndolo mientras le hacía preguntas. Justin se acercó a Zayn mientras se cubría y lo abrazó, mirando a la pequeña chica, quien mordió su labio mientras miraba la mano de Justin en la cadera de Zayn.
-¿Puedo ayudarte en algo, pequeña? -Justin le habló, tratando de sonar lo más amable posible.
A él sinceramente empezaba a joderlo la forma en como las mujeres empezaban a mirarlo a él y a Zayn. Más habitual de lo normal. Como queriendo descubrir algo más. ¿Qué mierda era eso? Él y Zayn eran los mismos de siempre. Nada había cambiado. Él no podía entender porque todas últimamente tenían una vena de acosadoras. Tampoco entendía porque estaban todo el tiempo haciéndoles preguntas sobre su vida personal. Sobre Zoe.
-Tranquilo. -Zayn susurró en su oído, envolviendo un brazo por los hombros de Justin. Tranquilizándolo de inmediato. Zayn sonrió en la piel de Justin, besando su mejilla y volviéndose para mirar a la chica que seguía observándolos con ese aire de excitación que ellos dos ya estaban acostumbrados-. ¿Podemos ayudarte en algo, chica?
Justin frunció el ceño cuando la rubia trató de invadir el espacio personal de él y de Zayn. El moreno tampoco debió agradarle pues dio un pequeño gruñido de advertencia que detuvo a la mujer los dos pasos que le faltaban para llegar completamente a ellos dos. No era común que los dos se comportaran así con las mujeres con quienes trabajaban. Pero las últimas dos semanas habían sido una mierda con cada mujer entrometida en el estudio que se atrevían a meterse en sus vidas personales. Zayn y Justin no habían querido decirle nada a Elliot para mortificarlo, ni mucho menos cuando el mismo hombre les había dicho dos años atrás mientras ellos firmaban un contrato que cualquier problema debía ser reportado y él tomaría medidas severas.
