Messporn → j.b + z.m

32.

Zoe gimió alto mientras veía y sentía la mano de Zayn rodando rápidamente por su pequeño clítoris. Mordió de inmediato su hinchado labio inferior, lloriqueando por los labios de Justin en su agujero, chupándola. Dios, estaban volviéndola loca por recibir un orgasmo, lo necesitaba, lo deseaba con fuerza y el que jugaran con ella no estaba ayudando mucho.

La noche anterior había sido tan larga para ella. Se había dedicado a terminar los trabajos que hacían falta para entregar en la universidad. Desgastándose increíblemente. Zoe odiaba dejar todo para última hora, pero lo que había pasado con los chicos y ella había consumido todo su tiempo. Tanto que se había olvidado completamente de que tenía que entregar varias síntesis en un mismo día y que la nota valía un cincuenta por ciento su semestre. Había corrido de inmediato.

No recordaba a que hora de la madrugada por fin había caído profundamente dormida. Ella no recordaba ni su nombre la noche anterior con toda la carrera, literalmente, que tuvo que dar para poder terminar su trabajo antes del mediodía y así poder dormir las pocas horas de la mañana siguiente. Ella solo recordaba mirar el pequeño reproductor de música que se encontraba en su mesa de trabajo, para minutos después quedar dormida.

Ni una mínima idea llegaba a ella de cómo había llegado a su cama. Lo que si sabía era que no había una mejor forma de cómo despertar que tener a dos machos desnudos jugando con su dulce coño.

La pelirroja gruñó cuando Justin hundió la lengua en su agujero apretado, tomándola por sorpresa. Ella se derritió por la invasión. Zayn acababa de introducir su dedo índice en ella. Tan lento que las tiernas paredes internas de Zoe lo recibieron mientras el moreno gruñía en su oído. Murmuró maldiciones bajamente para que los chicos no la escucharan y por poco funcionó hasta que recibió la dura palmada de Justin en su clítoris. Haciéndola gritar.

Sus ojos se humedecieron cuando Zayn rodeó su cuello con una mano y apretó, llevando los labios de Zoe hasta los suyos, besándola duro, entregándola a Justin poco después. Zoe sonrió dichosa mientras mordía a Justin y acariciaba el pubis de Zayn. Provocando gruñidos en él. Ella se apartó lentamente de Justin para ver como éste último le obsequiaba una perversa sonrisa y a continuación lamía desde su labio inferior hacía abajo. Deteniéndose en el punto en dónde latía su pulso. Chupándola mientras Zayn seguía deslizando su dedo en ella, añadiendo uno más.

Su pequeño cuerpo tembló al sentir la boca de Justin en sus pezones. Lamiendo tan lento que su piel hormigueó. Quiso llegar hasta él y enterrar sus manos dentro de los mechones dorados pero el vendaje en la cabeza se lo impedía y ella temía lastimarlo, no olvidaba el accidente de hacía tres semanas habían tenido él y Zayn y para Zoe era más importante la recuperación de los dos que cualquiera otra cosa. Incluso sus ganas por tirarlo hasta ella y sobar su cráneo mientras se comía su boca.

Zoe asintió a las lentas palabras que Zayn susurraba en su oído, diciéndole lo suave que Justin y él iban a ser con ella, chupándola como un dulce caramelo y comiéndosela después mordisco a mordisco. Sonrió divertida cuando Justin lamió su ombligo. El moreno carcajeó en el oído de ella y enterró una de sus manos dentro del cabello de Justin, llevándolo a sus labios. Gimió contenta cuando los vio besarse y no pudo pararse para besar las esquinas de las bocas de los dos, escuchándolos gruñir y atrayéndola a por un beso de tres, poniéndola más húmeda.

Zoe lamió los mentones de Justin y de Zayn y juntó los labios de los dos, lamiendo sus labios hinchados al ver como volvían a besarse. Mientras veía como los dos chupaban los labios del otro, acercó su boca hasta las bocas unidas y comenzó a susurrar suaves palabras que tuvieron a los chicos gruñendo y acercándola más a sus cuerpos:

-Eso es, miren lo calientes que son, me pone húmeda solo verlos besándose, me encanta.

Ella mordió el lóbulo de la oreja de Zayn y chupó la piel detrás de la oreja de Justin, demorándose un poco para dejar una pequeña marca roja. Regresando a Zayn de nuevo y dejando la misma marca en el mismo lugar en el que la había dejado en Justin. Sonriendo gustosa al ver la igualdad.

Ellos la miraron hambrientos. Fascinados por el brillo sensual en los preciosos ojos verde. Y la hinchazón en los regordetes labios rosados. Justin y Zayn amaban ver a Zoe fortalecida. El brillo de su cabello había vuelto luego de una semana y el rosado tan natural de sus mejillas resplandecía en su piel. Su piel había dejado de ser pálida para volver a ese suave blanco lleno de pecas. Dios, los dos habían extrañado lo sonrojada que podía ponerse cuando estaba feliz o excitada. Lo habían añorado aun cuando los dos estaban recuperándose apenas y hacía un largo tiempo antes de que les quitaran los yesos y pudieran caminar en perfecto estado.

Justin aún permanecía con el molesto vendaje alrededor de su cabeza y unos cuantos raspones en su rostro. Zayn tenía vendadas las muñecas y las costillas y se movía con más lentitud de lo que Justin lo hacía pero con un poco de ayuda lograba hacer varias cosas. Era incómodo querer abrazar a su pequeña chica y que sus huesos protestaran cuando Zoe los abrazaba con esa increíble emoción que la caracterizaba. Justin odiaba no poder demorar con ella en su regazo antes de que su pierna protestara y Zayn detestaba no poder aplastarla contra su pecho ni cargarla pues sus brazos dolían como el infierno cuando hacía esfuerzos. Zoe era como un pluma y era jodidamente molesto que aun así ellos no pudieran darse esos pequeños placeres por el maldito accidente que habían tenido y en dónde habían sido tan descuidados.

Para Justin y para Zayn era increíble como la forma en como miraban a Zoe les regresaba el alma al cuerpo y como besarla les devolvía aquella felicidad que se les había ido en aquellas largas dos semanas en simplemente la duda los había hecho retroceder. Habían sido tan cobardes esperando a que ella volviera en esos largos catorce días. Mierda, la habían extrañado tanto que el tenerla en ese momento sonriéndoles con aquel brillo les hacía doler el pecho. ¿Cómo habían sobrevivido dos largas semanas sin los besos de Zoe? ¿Sin sus abrazos? ¿Sin las palabras? Diablos, el pensar en tenerla tan lejos de nuevo les rompía el corazón muchísimo más que alguna otra cosa.

Zayn y Justin se miraron y se sonrieron, entendiendo perfectamente al otro mientras volvían a mirar a su chica. Zoe los miró sonrojada y esperó pacientemente, acariciando las mejillas de los dos. Demostrándoles todo ese amor que les hacía falta y que deseaban recibir de tan solo una persona que los aprendiera a amar con sus defectos. Justin y Zayn supieron en ese mismo momento en que Zoe les guiñó que habían caído rendidos ante una pequeña pelirroja y que si antes habían dudado en entregar sus corazones, nunca jamás iban a volverlo a hacer. Nunca jamás dudarían de todo el amor que querían darle con la misma fuerza que ella se les daba a los dos.

Supieron que era la única que los amaría. Que si ella creía en lo que los tres tenían, ellos dos podían creer el doble. Zoe era como un sueño hecho realidad. Su pequeño sueño perfecto y húmedo. Justin y Zayn supieron que nunca jamás podrían llegar a amar a alguien como lo hacían con Zoe. Y quizá, tan sólo quizá había hecho falta que se alejaran esas dos semanas para que se dieran cuenta que entregarían su vida por ella costara lo que costara.

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