Messporn → j.b + z.m

29.

05:08 a.m.

Zoe mordió su labio lentamente mientras veía el reloj correr. El minutero estaba jugándole una mala pasada y ella lo sabía. Las horas no estaban pasando tan rápido como ella creía o como estaba queriendo que lo hicieran. Eran las cinco de la mañana y ella no había dormido en toda la noche. La angustia estaba acabando con ella. El miedo por lo que haría no la dejaba descansar. Zoe jamás había sentido un peso tan grande como aquel que estaba sintiendo en sus hombros. Jamás el tener una idea estaba destruyéndola entera. Sus ojos se humedecieron al sentirlos abrazarla con más fuerza contra ellos.

Zoe cerró los ojos con lentitud, acurrucándose más contra Zayn y Justin. Tanto como el pequeño espacio se lo permitía. Deseo con tanta fuerza que su nariz no estuviera tapada por el llanto para así poder olerlos. La pelirroja amaba sus varoniles olores. No había nada más tranquilizante que esconder su rostro en los cuellos de los dos e inhalar. Dios, Zoe extrañaría hacer eso muchísimo, que ya era clara con ella misma al sabet que las comparaciones con cualquier otra cosa o persona que necesitara quedaban pequeñas.

Se enderezó con precaución de no levantarlos y maniobró con suavidad, saliendo por debajo de sus brazos. Se detuvo cuando los sintió tensarse. Ella fue más rápida al momento de acariciar sus mejillas. Zoe reprimió un sollozo cuando los dos se relajaron en sus manos y buscaban más su piel. Miró hacía otra parte y paró con las caricias, terminando de salir de todo el enredo de brazos y piernas que ellos siempre hacían cuando la tenían en medio. Su pecho dolió cuando quitó los cables que se encontraban en su pecho y el oxímetro en su dedo. Zoe pensó que era un milagro que los aparatos no sonaran como lo habían hecho anteriormente.

Un escalofrío la recorrió de pies a cabeza cuando sus pies tocaron el helado suelo debajo de ella. Se abrazó a sí misma. Tratando de darse un calor inexistente que nunca más lograría. No si los brazos de Justin y Zayn estarían tan lejos de ella. Mordió su lengua quitándose esos pensamientos de la cabeza antes de que se arrepintiera e hiciera lo correcto.

Zoe caminó en puntillas hasta el pequeño nochero en la esquina de la habitación y sacó sus ropas. Agradeció silenciosamente al notar que estaban limpias. Con demasiada rapidez quitó la bata de su cuerpo y la dobló hasta ponerla sobre la pequeña mesita. El escalofrío de nuevo la recorrió. El aire gélido de la habitación había golpeado su piel y había sido como si le hubieran dado un golpe duro. Ella negó y procedió a ponerse sus ropas.

Deslizando los pantalones hasta su cadera y abrochándolos y deslizando la chaqueta sobre su cabeza, terminando por debajo de su intimidad. Zoe inhaló y un dulce puchero irrumpió en sus labios cuando no sintió los olores de Justin y Zayn. Y sí, ellos le habían regalado la desgastada chaqueta, o bueno, esas eran las palabras que ellos habían pronunciado. Zoe la amó desde la primera vez que la había encontrado en el bote de la basura dos meses atrás. Era enorme para ella. Y tenía un pedazo de letra de canción: Give me love like never before, Because lately I've been craving more[1]

Zoe la amó desde el primer segundo en que había parado en sus manos. Dios, había amado tanto la prenda. No entendía realmente aún como habían tratado de deshacerse de ella. Ella mordió su labio y apretó los ojos al recordar como luego de que la lavara ellos le habían preguntado dónde la había encontrado y ella les había respondido. Los chicos le habían insistido que era vieja y no servía, que la habían comprado en una subasta junto a una caja de cd's y que no se habían dado cuenta que la tela estaba ahí. Zoe había negado tanto, y ellos al fin aceptaron, con una condición, que debía oler a ellos. Así que ese mismo día Justin y Zayn la habían abrazado muchísimo, tanto que le habían sacado varias sonrisas cuando la apretaban y trataban de dejar sus perfumes impregnados en la tela. La pelirroja les había dicho que sólo hacía falta abrazarla y dejar el olor tan natural que les pertenecía. Zayn y Justin rieron y solo la dejaron acurrucarse contra ellos. Susurrándole lo bien que se sentía abrazarla. De nuevo, el corazón de Zoe se rompió un poco más al recordar aquello.

Al girar no pudo evitar que las lágrimas cayeran. Estaban abrazados, juntos, y ella se sintió tan fuera de lugar. Quería estar entre ellos. Sentir sus brazos. Sentir el calor que siempre le brindaban. Zoe sabía que pedir todo eso era mucho. Lo sabían tan bien.

Tuvo apenas la fuerza necesaria para acercarse a la camilla y besar delicadamente la frente de los dos. Demorándose al besar la piel de los dos. Ella tenía claro que sería la última vez. Y antes de que se rompiera caminó hasta la puerta y salió. Dejando atrás a los únicos hombres que verdaderamente había amado alguna vez.

1) Dame amor como nunca antes, porque últimamente he estado anhelando más.

GRACIAS POR TODO EL APOYO QUE LE ESTÁN BRINDANDO A LA HISTORIA❤

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