22.

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ADVERTENCIA:
Contenido explícito, +16.



Las luces navideñas brillaban con fuerza de la misma forma como lo hacían los dulces ojos de Zoe. Sentada al frente del enorme árbol de navidad que le habían obsequiado Zayn y Justin, parecía una pequeña niña entusiasmada mientras tenía una taza de chocolate caliente en sus limpias y pequeñas manos. Acobijada debajo de muchas sabanas siguió observando las luces titilando suavemente. Sus ojos se humedecieron al ver aquella estrella colgada en la parte superior del árbol, sus mejillas se sonrojaron de satisfacción y una sonrisa las acompañó al hacerse una imagen mental de sus chicos cargándola para hacerla llegar hasta la punta y depositar la estrella justo ahí. Hubiera sido muchísimo más perfecto si ella los hubiera ayudado, pero eso no lo quitaba lo dulce que habían sido los dos al hacer todo el trabajo. Dios, la sonrisa que el mismo día que había descubierto el árbol no desaparecía. ¿Cómo si quiera podría desaparecer luego de una semana? Y menos cuando el detalle había sido hecho por ellos. Lo hacía aún más especial.

Zoe rió suavemente cuando sintió a Lukas (su perro) acostarse cerca de su cadera, admirando las luces del árbol. Su sonrisa creció cuando vio como Krauss (su pequeño gato) subía sobre Lukas ronroneando. Carcajeó al ver como el perro le daba una mirada al pequeño gato, y este último con indiferencia se acurrucaba más. Le fue inevitable no acercarse para acariciar detrás de las orejas de su perro, viendo como cerraba los pequeños ojos, disfrutando de las caricias. Siguió viendo las luces parpadeantes, volviendo a tomar la taza con su mano derecha y llevándola a sus labios, suspirando al sentir la dulce quemazón en su paladar, no entendía como era que le gustaba esa especie de dolor desde muy chica, pero ya se había acostumbrado a aquello.

Pasaron varios minutos en dónde solo estuvo concentrada en aquellas luces mágicas que extendían su esperanza, sus sueños, sus logros. Dios, le hacía sentir tan pequeña aquel árbol, la devolvía a aquella niñez tan lejana. Y justamente por ello estaba decidida a agradecerle a Zayn y a Justin más tarde.

Decidió levantarse lentamente y caminar con dirección a la cocina, tratando de alcanzar una caja de cereales que se encontraba en la alacena superior. Malditos los antiguos dueños cuando pensaron en construir aquellos estantes tan altos.

Zayn y Justin sonrieron al ver tremenda dulzura. Acababan a penas de despertar y no podían imaginar algo lo suficientemente dulce que se comparara con Zoe de puntillas tratando de llegar a una caja de cereal. Dulce, más que dulce. Se voltearon a mirar y rieron entre dientes. Zayn se adelantó mientras Justin veía y decidía acompañarlo a continuación.

Zayn se paró detrás de ella, invadiendo aquel delicioso espacio privado. Poniendo su erección mañanera en su pequeño y redondo trasero, haciéndola sobresaltar, provocando en Justin y en él una risa divertida. Zayn miró sobre su hombro y esperó, Justin asintió sonriente y no hizo nada más que lo detuviera. Puso sus manos a cada lado de la pequeña cadera de Zoe, no dejándole sitio para escapar. Zayn enterró su rostro entre todo el cabello fuego, inhalando de golpe, gruñendo al percibir ese demoledor olor a mujer fresca. Su polla se elevó contra sus pantalones de chándal y él la enterró en la raja de las nalgas de la pelirroja, haciéndola temblar y encontrar las pequeñas embestidas por encima de la ropa. Zayn sonrió mordiendo su labio. Amaba lo traviesa que Zoe podía llegar a ser, lo adoraba tanto como Justin, los volvía locos.

Justin acomodó su erección en sus pantalones. Ya estaba tan duro que podía estar seguro que si no tenía cuidado pondría a Zoe de rodillas para que lo chupara hasta la garganta. Diablos, eso no alivio nada las enormes ganas de hacer lo anteriormente pensado. Él caminó suavemente hasta ponerse al lado de las dos personas más importantes para él, observando cómo Zayn se molía contra el pequeño cuerpo de su novia. Y como la dulce Zoe mordía sus regordetes labios, como sus preciosos ojos se ocultaban, como aquellos perfectos pezones se marcaban contra la pequeñísima blusa manga larga que tenía el descaro de llevar. Justin trató sin fuerzas, lo hizo en serio, pero eso no lo detuvo de llegar hasta los dos y apretarse contra ellos, y menos cuando Zoe gimió con más fuerza tomando el dobladillo de la camiseta de Justin y lo atraía con fuerza hasta ella, besándolo de golpe. Dulce, dulce, dulce tormento. Justin gruñó y la besó con fervor. Tomando todo de ella mientras Zayn los miraba con tanto deseo.

¿Podía existir algo mejor que lo que Zoe estaba viviendo justo ahora? No, no lo creía. Ya hacía mucho que se había olvidado del cereal de todas formas, no tenía ni puta idea de dónde podía estar.

Estaba tan temblorosa. Su piel estaba sensible que cuando las manos de Zayn se enterraban dentro de sus pequeños shorts viejos un respingo la delataba y más al sentir a Justin meterse entre las manos de Zayn, subiendo su blusa y dejando sus pezones al aire libre. Dios, estaba tan mal, tan mal en el buen sentido mientras dos pares de manos la tocaban en los sitios correctos, deslizándose más allá del límite, dejándola esperando, dejándola anhelando. Un pensamiento pasó por la mente de Zoe y estuvo tan de acuerdo: ¿Dónde habían estado estos hombres toda mi aburrida vida?

-¿A dónde se fue mi chica? Porque aquí no está.

Zoe ronroneó al escuchar aquella ronca voz directamente en su oído izquierdo y como otra tarareaba en el derecho. Ella se arqueó contra Justin, chupando sus labios. Moliéndose más duro contra la polla erecta de Zayn que se alojaba en su culo. Un "sí" largo y ronco salió de sus labios, haciendo sonreír a los dos chicos contra su piel sonrojada. Estuvo tan satisfecha cuando obedecieron y llevaron sus manos en dirección a su húmedo coño, bajando aquella estorbosa tela que cubría sus braguitas satinadas.

-¿Vas a dejar que te coma, Pinkie? -Zoe asintió con rapidez a la pregunta formulada por Zayn. Sonriendo en los labios de Justin cuando éste último carcajeó y le lamió la mejilla, Zayn los acompañó y el pequeño momento de risas acabó cuando Justin dio un duro azote en uno de los cachetes de su culo. Zoe chilló y Justin absorbió el sonido con sus labios. Ella se apretó contra Zayn, necesitándolo también.

A veces ella no entendía cómo era posible que deseara a dos hombres con todas las fuerzas de su alma. Era a la vez de desconcertante, increíble. Era la clase de querer que siempre había deseado para ella. Dios, eran la clase de hombres que ella siempre había deseado. De los que su madre le había contado que tenía que estar alejada pues eran los malos. Pero no podía hacer aquello, no podía ni siquiera pensarlo sin sentir un dolor en su pecho. Zayn y Justin formaban parte de su vida, formaban parte de su pequeño mundo. Y ella por muy descabellada que le sonara la idea, empezaba a amarlos con cada gramo de todo lo que ella era.

Zoe volvió de nuevo en sí al sentir como sus nalgas eran separadas, respingó al sentir el aire tibio en su apertura. ¿Tanto tiempo había divagado en sus pensamientos que ya habían lanzado lejos sus bragas? Oh sí.

-¿Sabes qué, nena? -Ella miró fijamente a Justin, gimiendo al sentir un largo y lento lametón en una de sus nalgas y un mordisco poco después. Zayn iba a matarla de verdad- Por estar tan distraída voy a cumplir lo que te dije hace varios días ya -Zoe no entendió y menos cuando Zayn empezó a descender y soplaba suavemente en sus pliegues hinchados, Zoe se arqueó, restregando sus pequeños pezones en el pecho de Justin, sacándole un gruñido. Ella gruñó-. Voy a dejar ese culo del mismo color que las luces navideñas en tu patio, así de rojo, joder. -Justin lo dijo con tanta confianza que Zoe tembló.

Uh oh, ella no saldría de esta.


PRIMER CAPÍTULO DEL 2017
jmstxc fanfiction 2O17.
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