¿Es posible que ella sea la persona que él estuvo esperando y deseando conocer? ¿Es posible que ella tenga el poder de hacerlo cambiar?
ɴᴏᴛᴀ: ᴀɴᴛᴇs ᴅᴇ ᴄᴏᴍᴇɴᴢᴀʀ, ǫᴜᴇʀɪ́ᴀ ᴀᴄʟᴀʀᴀʀ ǫᴜᴇ ᴇsᴛᴇ ꜰᴀɴꜰɪᴄ ɴᴏ sɪɢᴜᴇ ʟᴏs ʟɪʙʀᴏs ᴏ ʟᴀs ᴘᴇʟɪ́ᴄᴜʟᴀs. ᴘᴀʀᴀ ᴇxᴘʟɪᴄᴀʀ ᴍᴇᴊᴏ...
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Adaptarse completamente al instituto le fue complicado al siempre tener que ocultar su temperatura corporal, gracias a que era helada como el hielo y debía ser extremadamente cuidadosa en que no le tocaran las manos, la cara o cualquier parte que no estuviera cubierta por ropa. En general llevaba remeras mangas largas y sacos, pero no podía evitar tener que usar algo más ligero cuando hacia calor, aunque sus amigas parecían haberse acostumbrado a la regla de nulo contacto físico que Rosie inconscientemente había impuesto.
Antes de que se diera cuenta, estaba a nada de las vacaciones de invierno y con su hermano empezó a planear un viaje a la India al haber pasado demasiado años desde que fueron, de seguro las cosas habiendo cambiado mucho y deseando ver como todo estaba ahora. Para desgracia de ambos, una carta de los Vulturi llego indicando que requerían sus presencias, por lo que su excursión quedo para otro momento al no poder rechazar aquella "invitación".
El par de vampiros se dirigió a Volterra apenas empezó el receso de la femenina, Will pidiendo unos días en el trabajo para ir con el corazón en la boca: ¿para qué verlos de vuelta cuando ya habían declinado la oferta de pertenecer a ellos?
—¿Idea de qué querrán ahora? —pregunto Rosie luego de tocar una de las puertas del castillo.
—Ninguna —suspiro Will cerrando los ojos.
—Se te está pegando lo humano, hermanito —rió al ver esos gestos.
—Trabajo en un hospital, ¿tengo opción? —pregunto a la defensiva al tiempo que la puerta se abría.
Al otro lado apareció el vampiro que tranquilamente podía pasar por la copia de Jane si no fuera por su pelo corto más oscuro y sus labios no tan rellenos, sin mencionar que obviamente era un hombre.
A menos de un metro tenían a Alec.
—Pasen rápido —dijo vigilando que ningún humano estuviera viendo—. Por aquí —empezó a caminar con su túnica negra colgando de los hombros.
Recordando el trayecto, Will y Rosie terminaron en la sala de los tronos y se pararon en medio notando que, como ahora no era de día, las luces eran las que iluminaban el lugar.
—Otra vez, bienvenidos —dijo Aro acercándose de inmediato.
—Un placer —respondió el vampiro con cortesía y un aire de sonrisa sobre sus labios—. ¿Por qué nos han convocado?
El Vulturi junto sus manos y sonrió un poco más.
—Ya que preguntas, los invite porque quiero que se queden un tiempo en nuestro castillo. Es para que vean como es la vida aquí y no piensen que somos tan... malos —explico, inesperadamente Rosie sintiendo ganas de reír al ellos querer parecer buenos vampiros.
Will miro a su hermana y esta controlo la carcajada para ponerse más seria, ya que tenían que darle una respuesta.
—No tienen que ser necesariamente los dos, puede quedarse uno solo —hablo Aro ante sus silencios.
